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Violencia golpea duro a la inversión forestal: Hay cero proyectos contemplados desde 2023 hacia adelante

La industria forestal es uno de los principales focos de ataques por parte de grupos extremistas de la Macrozona Sur, centro de operaciones del sector en Chile y que ha sufrido millonarias pérdidas por hechos como el creciente robo de madera y atentados de todo tipo.

De hecho, desde la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) -liderada por Héctor Llaitul, recientemente detenido por una serie de delitos, entre ellos, el robo de madera y quien, desde ayer, cumple la medida cautelar de prisión preventiva- se han jactado de mantener “en jaque” la presencia de la industria forestal en la zona.

Según cifras de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) el robo de madera ha sufrido una “explosión” en los últimos años en el país; desde cifras en torno a US$20 millones en 2018 a un peak de US$92,4 millones en 2021, lo que equivaldría a alrededor de 50 mil camiones anuales circulando con madera robada por las carreteras.

Además, de acuerdo con los datos de la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag), los atentados a predios forestales han aumentaron un 22% en los primeros siete meses de 2022, en comparación al mismo periodo del año pasado. Si en 2021 se contabilizaban 50 ataques armados entre enero y julio, este año esa cifra subió a 61 en el mismo periodo, pese al estado de excepción que ha regido en la Macrozona Sur en el último tiempo.

Todo esto -y más- ha gatillado a que empresas del rubro forestal estén tomando medidas, como trabajar solo de día y evitar transitar por rutas en horarios más propensos a sufrir alguna afectación, más aún en estos días, dado el aumento de hechos de violencia a modo de respuesta por la detención de Llaitul. Y, por cierto, esta situación está ahuyentando a los inversionistas.

Al respecto, reveladores son los datos de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) (ver tabla abajo), que en un reciente informe dio cuenta de los proyectos de inversión contemplados para la industria forestal del país en los próximos cinco años.

En 2022 hay solo un proyecto por US$134 millones, que se trata de la Modernización y Ampliación de la Plata Arauco (MAPA). Sin embargo, desde 2023 hacia adelante no hay sobre la mesa ninguna inversión forestal. Nada.

“Justamente por la falta de certezas”, aseguró a Emol René Muñoz, gerente de Acoforag, lo que “está relacionada con el conflicto y la violencia en la Macrozona Sur”.

“La Macrozona Sur es la que genera, en el fondo, el abastecimiento de las plantas industriales, y al no haber certezas jurídicas hace que los inversionistas arranquen, no inviertan y se vayan a Brasil, por ejemplo, se vayan a Uruguay, a países más estables políticamente”, añadió.

Además, criticó la falta de programas que incentiven la forestación, “la incorporación de nuevos campos, de nuevas superficies de bosques, limita que las empresas o los inversionistas se proyecten a un plazo más largo”, recalcó.

“Entonces, faltan políticas públicas. Existe la superficie de terrenos que se pueden forestar y que permitirían incorporar más capacidad instalada en la industria de la madera, pero no se ve tampoco que este Gobierno tenga claro eso. Al contrario, son enemigos finalmente de las plantaciones artificiales, como lo han demostrado en sus declaraciones muchos personeros de este Gobierno”, añadió.

Desde Corma señalaron a este medio que, en total, cerca de 126 mercados son abastecidos por más de 700 empresas de productos forestales. A ellos, se les destina una canasta de productos de distintas categorías de pulpa, además de madera de la industria de transformación secundaria.

“Para ello se requieren inversiones industriales de magnitud que requieren un tiempo para su implementación y tener asegurado el abastecimiento de materia prima, en este caso, bosques plantados con fines productivos”, menciona la Corporación.

Con todo, indica que “para proyectar nuevas inversiones, el abastecimiento de materia prima pasa a ser un factor relevante, ya que hace ya casi diez años que la tasa de forestación e incorporación de nuevas plantaciones se ha estancado, producto de la ausencia de una política forestal que estimule su desarrollo”.

“Sumemos a esto los mega incendios del 2017, donde las pymes no han podido recuperar sus bosques, lo que las tiene en una difícil situación para seguir participando de las exportaciones y abasteciendo al mercado interno. Por último, la creciente inseguridad que se vive en la Macrozona sur -robo de madera, atentados y usurpaciones- también tiene su efecto en la proyección del abastecimiento e inversiones”, agrega el gremio de la madera.

Por su parte, Rodrigo Saens, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, también vinculó la falta de inversión en el sector forestal a la propuesta constitucional, que “ha puesto en duda un tema que es fundamental para la inversión: los derechos de propiedad. No se sabe con certeza el alcance que va a tener la restitución de tierras que establece el texto constitucional propuesto por la Convención”.

“Si a esa falta de certeza jurídica sumamos la falta de seguridad, los atentados incendiarios, el robo de madera, el narcotráfico y, en general, la ausencia de estado derecho que afecta a gran parte de dicho territorio, tenemos el cóctel perfecto para ahuyentar la inversión en una de las zonas más pobres de Chile”, subrayó.

Mientras que Carlos Smith, docente investigador del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la UDD, expuso que “sin duda que los factores principales que involucran la inversión son las reglas claras tener reglas claras”, lo que no se cumpliría producto del proceso constituyente. “Además el sector forestal es un sector bastante complejo en particular, a diferencia de los otros sectores, porque existe este conflicto en La Araucanía, en los sectores donde hay mayores plantaciones, que finalmente, no sabemos cómo se va a resolver”, dijo.

“Ha aumentado la violencia, por lo que se han tenido que dejar ciertos predios botados, las plantaciones han estado emigrando a regiones más al sur, o incluso un poco más hacia el norte, pero la calidad de los terrenos no es la misma”, añadió. Por lo que el académico prevé que el sector forestal en el país “se va a estancar”.

“El tema de la seguridad o la violencia que se está generando y la poca claridad de las reglas, hacen que finalmente esta inversión pare, y empiecen a mirar a otros lados. Eso es lo complejo”, subrayó Smith. “Empiezan a mirar países como Brasil, como Paraguay, incluso Estados Unidos, y empiezan a canalizar esos recursos y esas inversiones son de largo plazo, por lo tanto, son muchos recursos. Es preocupante”, concluyó.

Fuente: Emol.com

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