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Un ejemplo a no seguir (Aunque quizás si se respita)

En términos comunicacionales, la fracasada investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno de España es un desastre. Después de que se hizo creer a todo el mundo que la coalición entre el PSOE y el izquierdista Podemos era un hecho, la negociación terminó en un fracaso rotundo el mismo día de la sesión en que el parlamento debía elegir al nuevo gobierno.

Como el espectro político chileno es bastante parecido al español, hay lecciones que extraer de la bochornosa experiencia, en este caso para una posible alianza entre la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio, que muchos consideran la única alternativa para impedir un nuevo gobierno de derecha.

Hay tres puntos imprescindibles para el éxito de una negociación política:  

  1. No adelantar y dar por hecho un resultado aún incierto;  
  2. Mantener en reserva los puntos en negociación, evitando filtraciones a la prensa; 
  3. No denostarse públicamente.  

En los tres casos, los políticos españoles fallaron en forma categórica.

Con lo similar del escenario partidista, hay sin embargo una diferencia entre los sistemas políticos español y chileno. El primero es parlamentario, por lo que las negociaciones se realizan después de las últimas elecciones, con los resultados a la vista. En nuestro sistema presidencial hay que negociar antes, basándose en elecciones pasadas. 

Dado este hecho -y tomando en cuenta el ambiente político enrarecido que se vive en la actualidad- no es descartable que nuestros políticos locales repitan exactamente los errores de sus homólogos españoles.

Fuente: atb.

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