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Los estragos de la sequía que golpea a comunas rurales de la Región Metropolitana

“Situación temporal de escasez de agua que obliga a reducir los consumos de agua y a adoptar medidas de ahorro y conservación a las administraciones hídricas competentes”. Este es el significado que la Real Academia Española le da a sequía, un fenómeno que está causando estragos en varias comunas de la zona central del país.

De hecho, el Gobierno ha decretado emergencia agrícola en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins. También en 17 comunas de la Región Metropolitana: Alhué, María Pinto, Melipilla, San Pedro, Colina, Lampa, Buin, Paine, San José de Maipo, Peñaflor, Isla de Maipo, Padre Hurtado, El Monte, Talagante, Tiltil, Curacaví y Pirque.
El alcalde de esta última y presidente de Asociación de Municipios Rurales (Amur), Cristián Balmaceda, afirmó que la sequía “se aprecia en la ganadería, la apicultura y los cultivos”.
“Los agricultores, sobre todo los ganaderos, están sufriendo graves pérdidas por la muerte masiva de sus animales, ya que las praderas no son capaces de sustentar el alimento que necesitan para subsistir. Por otra parte, el agua es un recurso que ya se agotó, por lo que también está en riesgo la producción de la temporada”, explicó.
Este realidad no es ajena para su par de Tiltil, Nelson Orellana, una zona que hoy vuelve a la primera plana por los estragos que ha provocado la sequía, y que antes lo hizo por ser una de las “zonas de sacrificio”.
“Uno no se da cuenta de lo que realmente impacta el hecho de que no llueva. Nosotros tenemos un embalse y desde el 2008 no tenemos agua para llenarlo. Si no vuelven las lluvias normales, no sé donde vamos a terminar, nuestra gente no tiene agua para su consumo”, manifestó.
Otro de los problemas que enfrentan por la ausencia de San Isidro, a quien los campesinos ruegan por la lluvia para sus campos, es la ganadería y el cultivo. Afirman que la escasez hídrica les ha impedido a los pequeños agricultores plantar sus huertos, y también alimentar a sus animales.
“En el Rincón de los Valles, una señora que tenía 200 cabritas, hoy le quedan 40, es decir, si caminas por este sector y te encuentras vacunos, cabritos, potrancas chiquititas, recién nacidas muertas, es la realidad de lo que pasa por no tener agua”, manifestó Orellana.
Curacaví también es una de las comunas rurales que está siendo gravemente afectada por la escasez de lluvias. Su alcalde Juan Pablo Barros lo grafica así: “También estamos viviendo un drama cultural y humano, pues la mayoría de nuestras familias se han dedicado por generaciones a las labores de agricultura, pero lo cierto es que los municipios no contamos con los recursos necesarios para ir en ayuda de nuestros agricultores”.
Es por esto que solicitó “con urgencia políticas públicas en el corto plazo y de alto impacto para poder paliar la crisis, pues esto supera por mucho el ámbito local. No podemos dejar pasar más tiempo, porque incluso ahora ya es tarde”.
La declaración de emergencia agrícola significa, según ha explicado el Ministerio de Agricultura, la entrega de forraje para los animales, remedios y todos los insumos necesarios para atender el consumo humano de agua
Y es que la zona central del país, de acuerdo a cifras de la cartera que dirige el ministro Antonio Walker, está viviendo una de las sequías más importantes de los últimos 60 años, con un déficit de precipitaciones de un 70%.
FUENTE EMOL
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