Dos jugadores del elenco nortino relatan lo que viven luego de que el club perdiera la categoría y cayera a Segunda división por un error administrativo.
Estuvieron peleando por el título en un momento y también por un cupo en la liguilla, pero finalmente fueron octavos. Todo eso en cancha. Sin embargo, en definitiva nada sirvió.
Un error administrativo por la mala inscripción de un jugador sentenció a San Marcos y la próxima temporada jugará en la Segunda división. La resta de 23 puntos condenó al club al descenso.
El golpe es fuerte, más aún para un plantel que peleó toda la temporada por la permanencia y hasta por el sueño de subir a Primera. Hoy gran parte de sus jugadores están a la deriva.
“Estamos todos mal. Yo tengo contrato vigente y la idea era seguir. Nunca pensamos que descenderíamos de esta forma. Estamos súper mal, los jugadores muy afectados, no es un descenso por culpa de nosotros, pero nos mancha igual y nos deja llenos de incertidumbre y a muchos a la deriva“, relata a Emol el volante del equipo nortino, Bayron Monroy.
Mismo sentir expresa su compañero Kilian Delgado. “Uno tiene proyecciones y aquí hay un buen proyecto, eso ilusionaba con seguir creciendo en este club. Sin embargo, ahora todos quedamos en el aire. Los que siguen con contrato tendrán que ver qué hacen porque ahora jugarán en Segunda, no en la B como lo ganamos en cancha. Y los que habíamos terminando contrato, tendremos que ver qué pasa“, cuenta el mediocampista.
Monroy, nacido en Arica y que ahora lleva dos temporadas en la institución, cuenta que el plantel y la dirigencia están muy golpeados.
“Todo esto nos deja mal. Yo quería ganar cosas importantes aquí y el nuevo dueño tenía un plan para pelear, pero por cosas externas nos vimos afectados y nos golpea fuerte. Ayer hablé con el presidente y estaba shockeado igual que muchos compañeros“, dice.
El golpe de la denuncia en pleno Torneo
La recta decisiva del certamen de la B estuvo envuelta en la demanda contra San Marcos. Había incertidumbre, inquietud. Más luego de que una decena de clubes se sumaran a la denuncia ante el Tribunal de Disciplina.
Los dos volantes son sinceras y admiten que el plantel se desmoronó cuando estalló el caso. De ahí en más no fueron el mismo equipo y eso los afectó en la lucha por entrar a la liguilla. Igual de fuerte fue ver lo mal que lo estaba pasando Zederick Vega, el jugador afectado por el lío administrativo.
“Es lamentable todo. Estuvimos peleando el título en un momento, luego peleando la liguilla, pero desde que pasó todo esto de la denuncia y la posible resta de puntos, decaímos, fue sicológica y anímicamente“, indica Delgado.
“Ver al compañero sin poder competir desde que se inició esta demanda nos afectó mucho. Entrenaba, pero un tema de resguardo legal no era citado. No podía luchar por un puesto y eso afectaba, le cortaron las alas y eso fue algo duro para el equipo“, cierra.
Fuente: Emol.com
