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“Está desbordado”: La crítica realidad del comercio ambulante en regiones y los diversos problemas que generan

Según datos de la CNC, solo entre enero y septiembre de este año, se confiscaron 4.968.245 productos, que sumados alcanzan un total de US$24 millones.

El comercio informal sigue siendo un tema a nivel país, y la pandemia no ha hecho más que agravar la situación, por lo que cada vez resulta más complejo regular este tipo de actividad.

Es más, según datos otorgados por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC) a Emol, solo entre enero y septiembre de este año, las aduanas confiscaron 4.968.245 productos, que sumados alcanzan un total de US$24 millones. Entre ellos, predomina la ropa (17%), seguido por accesorios para celulares (15%), y juguetes (9%).

Además, la encuesta de victimización que elabora la CNC demostró que, durante el primer semestre, cuatro de cada diez establecimientos afirmaron tener comercio ambulante ilegal a su alrededor, y casi un 70% dice que este ha aumentado. De hecho, en Santiago, el 47,3% de los locatarios indica tener presencia de ambulantes ilegales afuera de sus negocios.

He ahí la preocupación que manifestó Ricardo Mewes, presidente de la CNC, quien, en conversación con EmolTV, aseguró que se requiere “tomar cartas en el asunto” con “una mirada sistémica”, e incluso interpeló al Ministerio del Interior y a la Subsecretaría de Prevención del Delito para dar con soluciones a esta problemática.

Es por lo mismo que el gremio celebró, por ejemplo, el despacho a ley del proyecto que fija un marco legal para abordar el fenómeno del comercio ilegal en Chile y amplía las facultades para su control, el cual fue ingresado por el Ejecutivo en junio de 2007 – y luego de permanecer varios años estancado en el Congreso – fue aprobado por parte de la Cámara a principios de octubre del presente, y también ratificado por el Senado este martes.

En concreto, la iniciativa busca sancionar el comercio de productos falsificados o no autorizados, además de la asociación ilícita para tal fin, e introduce la técnica de investigación de “entregas vigiladas”.

Asimismo, otorga mayores facultades de fiscalización, dispone que sea responsabilidad de los municipios establecer los lugares en que se podrá ejercer o no el comercio ambulante y castiga cuando este sea realiza sin autorización previa.

Por su parte, la Multigremial Nacional – junto a veinte gremios del comercio de todo Chile – emitió una declaración, frente al descontrolado aumento de la informalidad, la delincuencia y los desórdenes públicos que se han generado en distintas regiones en los últimos días, en la cual lamentan el daño que esto genera a las pymes y a los emprendedores.

En el documento muestran sus reparos ante la idea de otorgar 1.500 permisos provisorios de comercio ambulante en la comuna de Santiago. “Estas medidas sólo aumentan la competencia desleal y generan más incertidumbre en los locatarios”, destacan.

A su vez, apelan al sentido común de alcaldes, gobernadores y delegados presidenciales en las distintas zonas del país, para que potencien a los comercios establecidos, y también al Gobierno para que “restablezca el orden público en los principales barrios comerciales del país y que detenga la delincuencia y las mafias que se generan en torno a la informalidad”.

Por último, llamaron a los candidatos presidenciales – José Antonio Kast (Frente Social Cristiano) y Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) – a incluir en sus programas “propuestas que apunten a controlar la proliferación del comercio informal y apoyar a las pymes que serán clave en la reactivación económica del país”.

Zona norte

Y es que el escenario es complejo en varios sectores del país. Partiendo por la zona norte, Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Antofagasta, detalló que “la calle principal del comercio de Antofagasta, equivalente al paseo Ahumada de Santiago, está copada completamente por el comercio ambulante, en la totalidad de lo que es el sector comercial. Pero también ya esto ha desbordado hacia las calles aledañas de esa avenida principal, entonces tenemos todo un centro comercial realmente copado de comerciantes ambulantes y ningún tipo de control”.

A su juicio, la informalidad comenzó a crecer de “en forma desproporcionada” principalmente durante el 2020, cuando “estos sectores de comercio y algunas bandas organizadas notaron que la policía ya no estaba actuando en el control del comercio ambulante, ni las autoridades tampoco estaban muy empeñadas en su control, toda vez que en Antofagasta la violencia política también subió con mucha más fuerza que en otras ciudades”.

Es por esto mismo que la Municipalidad de Antofagasta instaló una mesa de trabajo con el Concejo Municipal para evaluar cambios a la ordenanza vigente que regula el comercio ambulante, a fin de que esta, por ejemplo, penalice la compra y venta en aquellos casos en los que no está autorizado.

Además, el organismo comunal estudia otras medidas, como aplicar sanciones a todos aquellos que sean sorprendidos en posesión de carros de supermercados fuera de estos recintos, principalmente en el casco central. Esto considerando que los supermercados en la ciudad estiman que han perdido cerca de 2.300 carros en lo que va del año, y las autoridades calculan que casi 200 han sido destinados para comerciantes en el centro de Antofagasta.

En el sector, la situación se ha vuelto crítica, sobre todo luego del ataque que efectuaron más de 30 personas la madrugada de este martes a la fachada de la municipalidad de Antofagasta, con piedras y estoques. Esto, en respuesta a un operativo que se realizó de recuperación de espacios públicos por parte del equipo municipal, retirando toldos pertenecientes a comerciantes ambulantes de la calle Matta entre Prat y Baquedano

Al bajar por el territorio, José Pakomio, presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, explica que en este es un tema “complejo” para las dos grandes ciudades de la quinta región.

“El último año hemos registrado un aumento explosivo de comercio informal en las calles de las ciudades, quizás atribuible a la pandemia, pero es un tema que creo ha desbordado todo límite, dejando a las autoridades locales, al parecer, casi sin herramientas para solucionar el problema que hoy aqueja a la zona, dejando como consecuencia no solo un territorio inseguro producto de las riñas que se generan entre los ambulantes, sino una mala carta de presentación para quienes nos visitan”, sostuvo.

Ello se refleja en que actualmente, en arterias céntricas “es muy fácil encontrar bodegas de acopio de material que se comercializa en las calles de Valparaíso. Muchas de esas bodegas fueron locales comerciales que se vieron forzados a cerrar sus puertas producto de la pandemia”.

“También es muy claro el uso del espacio público, como han avanzado utilizando veredas y calles muy transitadas, solo basta con recorrer calles muy conocidas como Pedro Montt durante la semana y un fin de semana cualquiera la transitada Avenida Perú y Recta las Salinas en Viña del Mar, para darnos cuenta de lo permisivos que han sido las autoridades”, agregó Pakomio.

En ese sentido, el representante gremial remarcó, por ejemplo “el impulso de la nueva ley que sanciona el comercio ilegal y las mafias que lo proveen, donde participamos como actores activos junto a la Cámara Nacional de Comercio, para lograr avanzar con un proyecto de ley que permaneció durante muchos años durmiendo”.

También explicó que han planteado “levantar herramientas como estudios de perfil, que permitan a las autoridades locales entender quiénes son las personas que ejercen dicho comercio y el por qué lo hacen”.

Zona Sur

Más hacia el sur, la realidad no difiere mucho, de acuerdo a lo que comentó a este medio Rodrigo Ibáñez, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias, Servicios y Turismo de Osorno. Desde su perspectiva, el comercio ambulante ha ido subiendo desde el estallido social hasta la fecha, especialmente, tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad.

“El tema del comercio ambulante ha ido creciendo, ha sido realmente de forma exponencial, los niveles de aumento han sido inusitados, no hemos visto algo que se compare a esto que estamos viendo ahora (…) muchas calles bloqueadas prácticamente por este comercio, parece que es una constante ver estos toldos azules en algunas calles de la ciudad, ver cómo también afuera de los locales se instalan, o en calles de mayor influencia, a vender todo tipo de artículos, todo tipo de productos, obstaculizando el tránsito, siendo foco de delincuencia, siendo foco también de inseguridad en general”, expuso.

Mientras que Eduardo Salazar, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Puerto Montt, sostuvo que el comercio ambulante en la ciudad “está desbordado, hemos tenido una proliferación sostenida y significativa durante el último año, especialmente en el casco histórico y sectores periféricos, con verdaderas ferias libres sin ningún tipo de control. La situación no ha querido ser controlada por las autoridades correspondientes, los que no muestran voluntad en buscar solución al grave problema”.

Igualmente, resaltó que esto se ha notado en “la ocupación excesiva del espacio público y veredas, dificultando el normal y seguro tránsito peatonal. En relación a los productos, se ha visto la venta de juguetería sin certificación, ropa de marcas falsificadas, venta de insumos clínicos, como mascarillas y/o otros por la pandemia. Además de la venta de frutas y verduras”.

Por lo mismo, Salazar dijo que solicitaron al municipio que aplique una ordenanza municipal, aprobada por el concejo el 7 de diciembre de 2018 “para regular el comercio en la vía pública”, y que “actualmente duerme en la casa edilicia”.

Por otro lado, aclaró que como gremio han participado, e incentivado, “la migración de ambulantes a ferias establecidas, como por ejemplo la en la última inaugurada en el sector de Bosque Mar, creada para tal efecto con el fin además de asegurar y procurar que se trabaje en condiciones dignas y mejorar la calidad de vida de aquellas personas”.

Fuente: Emol.com

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