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El nuevo mapa de poder del “fragmentado” Congreso: Dificultad para detectar liderazgos y mayor unidad en la derecha

Según los expertos, la composición polarizada y la esencia “altamente indisciplinada” que ven en el nuevo Parlamento, hacen compleja la tarea de dilucidar qué sector dominará el debate en el próximo periodo.

Las elecciones parlamentarias de este domingo dejaron un Senado dividido a la mitad y una Cámara de Diputados con un extenso arcoíris de fuerzas políticas, lo cual a juicio de distintos analistas pondrá un desafío complicado al próximo Presidente. En ese contexto, advierten dificultades para dilucidar qué sector liderará el nuevo periodo.

En los números, la centroderecha consiguió 25 escaños en la Cámara Alta, sumando a Chile Podemos Más y Republicanos. La actual oposición, en tanto, quedó con la otra mitad, pero con una división más marcada, ya que Nuevo Pacto Social quedó con 18, Apruebo Dignidad con 5, y dos independientes: Fabiola Campillai y Karim Bianchi.

En la Cámara, el panorama es diverso. Al igual que hoy, RN (25) y la UDI (23) lideran en cantidad de diputados, seguidos por el PS con 13 escaños. Sin embargo, en esta ocasión se advierte la irrupción de nuevas fuerzas y la consolidación de un hemiciclo polarizado, ya que el PC aumentó de 8 a 12 legisladores y el Republicano obtuvo 14.

En tanto, los partidos más cercanos al centro retrocedieron o no crecieron, como es el caso de la DC, que bajó de 14 a 7 parlamentarios, y Evópoli, que pasó de 6 a 4. En contrapartida, irrumpió el Partido de la Gente (PDG), que dio la sorpresa con 6 representantes. También se sumaron Centro Unido y el PRI, con uno cada uno.

En tanto, el Frente Amplio tuvo un leve crecimiento: RD pasó de 6 a 8 diputados, Comunes de 2 a 6, Convergencia Social de 4 a 9. Otras fuerzas relevantes serán el PPD con 7 diputados, el Partido Liberal con 4, el Partido Humanista de Pamela Jiles con 3 y el Partido Ecologista con 2.

En definitiva, a nivel de bloques, Chile Podemos Más contará con 53 escaños, seguidos por Nuevo Pacto Social y Apruebo Dignidad con 37 cada uno, el Frente Social Cristiano de José Antonio Kast con 15 y el Partido de la Gente con 6. La coalición Dignidad Ahora tendrá 3, y habrá un independiente puro y otro del partido Independientes Unidos.

Una mirada similar planteó el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien destacó que “el nuevo Congreso tendrá tres características: Es altamente fragmentado, polarizado -la sola presencia de Republicanos y del PC da cuenta de aquello- y altamente indisciplinado”.

“El PDG no tiene un liderazgo más allá del de Franco Parisi. Por lo tanto, esos votos siempre van a estar a merced de la negociación que pueda ejercer el Gobierno. Por otra parte, en el caso de los partidos sobrevivientes de centro, difícilmente se van a plegar de manera ordenada hacia los proyectos de ley que envíe Boric o Kast”, dijo.

A su juicio, ello implicará que “en pocas palabras, va a ser un Congreso ingobernable y de peor comportamiento en comparación con el actual”.

Para el cientista político y académico de la Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández, “el nuevo Congreso representa una refundación de las fuerzas políticas en el país. La heterogeneidad que lo caracteriza es un reflejo del país que hemos construido y de los cambios institucionales que se han dado en la última década”.

“Si bien se polariza y no produce mayorías, también estabiliza la distribución del poder no dando supremacía a ningún bloque político en particular”, acotó.

La mirada de los expertos

En ese contexto, el director de Data Influye, Axel Callis, comentó a este medio que “en términos muy chilenos, es muy jodido el resultado del Congreso, porque en el fondo nos condena a un empate y a una ingobernabilidad que es bastante fuerte. Yo hubiera preferido que ganara alguien”.

“Por ejemplo, si Kast no quiere reformar las pensiones y todo el resto si, no va a haber ley de pensiones. Entonces, en vez de ser 5 años con la gente esperando, van a ser 9 años, y van a seguir egresando personas del sistema y eso es acumulación de rabia. O sea, con un sistema paralizado va a costar mucho gobernar, gane quien gane“, dijo.

En cuanto a qué alianzas creen que se podrían fraguar en medio de este escenario y qué sector podría tomar un liderazgo, Morales aseguró que “dado que no existe ningún partido ampliamente mayoritario, la única coalición que se ve más o menos clara es la de centroderecha, si sumamos a Chile Podemos Más con el Frente Social Cristiano”.

“Esa es la coalición natural tanto en la Cámara como en el Senado, sin perjuicio de que algunos en RN no estén muy de acuerdo en acompañar a Kast hasta la segunda vuelta. Pero si gana Kast, seguramente se van a disciplinar para votar sus proyectos y si gana Boric, con mayor razón se van a unir en una oposición tenaz”, subrayó.

Asimismo, advirtió que “por el otro lado, es muy difícil que se produzca una alianza sólida entre Apruebo Dignidad y Nuevo Pacto Social, pero tampoco es descartable que el PS se pliegue a AD y se una así al FA y el PC, formando una coalición más extensa de izquierda, que es lo que intentó el PS en la primaria presidencial”.

“En estas condiciones, es posible que se rompa definitivamente el eje PS-DC, que ya no tiene relevancia porque son dos partidos que suman cerca de 23 diputados y por tanto, entraron en cierta irrelevancia. Si de liderazgos se trata, da la sensación de que la coalición de centroderecha va a ser un poco más ordenada en comparación a una de centroizquierda que se forme al andar dentro del Congreso”, recalcó.

Según Fernández, “la primera opción la tendrá el bloque de centroizquierda, quienes ya tienen experiencia pactando y repartiendo las posiciones de poder. Sin embargo, la distancia ideológica entre los partidos de dicho bloque da una oportunidad real al centro y la centroderecha de alcanzar un acuerdo que les permita controlar parte de la agenda legislativa durante el próximo ciclo”.

El Senado y las fuerzas minoritarias

Sobre cómo creen que se comportará el Senado, con un 50% para la derecha y una fuerza similar para la actual oposición, Morales sostuvo que “va a actuar como una agencia de bloqueo permanente a los proyectos de ley que envíe el Presidente sea cual sea este, porque por lo menos hasta que no entre a regir la nueva Constitución, la mayoría de los proyectos de ley relevantes se votan por los 4/7, los 3/5 e incluso los 2/3″.

“Por lo tanto, ahí lo que se puede producir es una parálisis decisoria entre un Presidente que busca legislar sobre algo y un Congreso que permanentemente va a estar bloqueando aquello, porque se va a producir un estancamiento. Ninguno de los dos va a avanzar y eso es señal también de polarización“, recalcó.

Una postura coincidente expresó Fernández, quien destacó que “la división de fuerzas en el Senado lo transformará en el gran guardián de la estabilidad del país. No existe espacio para aplanadoras ni retroexcavadoras, y en ese sentido cualquier que quiera realizar cambios sociales profundos tendrá que plantearlos con gradualidad”.

Finalmente, respecto al rol que jugarán las fuerzas minoritarias en el Parlamento, Morales advirtió que “podrían dar los votos para aprobar algunos proyectos de ley particularmente los independientes, y la gran incógnita es lo que va a pasar con el Partido de la Gente”.

“En términos gruesos, uno podría esperar que sea un partido 100% pragmático, que negocia tanto con la oposición como con el Gobierno para obtener beneficios. Eso les puede dar cierta fuerza para seguir avanzando en las próximas elecciones locales y, por qué no, en la próxima legislativa”, detalló.

“Al ser un Congreso heterogéneo y sin mayorías, las fuerzas minoritarias se transforman en los puentes de unión para llevar a cabo reformas y políticas públicas. En ese sentido, cobrarán más fuerza que nunca en los últimos 30 años de nuestra democracia; no existirán cambios sin una negociación donde ellas tendrán poder de veto y negociación”, apuntó Fernández.

Fuente: Emol.com

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