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El dramático relato de futbolista que sobrevivió al coronavirus: “Fue entonces cuando el infierno comenzó de verdad”

“Alguien en el teléfono me hablaba constantemente hasta que llegaron. No tengo idea de lo que hablamos. De repente (los médicos) se quedaron allí con trajes protectores sobre mí. Lo único que recuerdo es que me coloqué una máscara facial y una capucha sobre la cara para no infectar a nadie. Fue entonces cuando el infierno comenzó de verdad”. Así comenzó a relatar el jugador sueco Kamal Mustafa su cruda experiencia tras haberse contagiado con coronavirus.

El futbolista, de 28 años, empezó a manifestar síntomas y decidió aislarse de manera voluntaria. Sin embargo, con el pasar de los días su situación empeoró y debió llamar a emergencias, llamada que ni siquiera recuerda.

“Solo recuerdo querer arrancarme la piel porque tenía mucho calor. Las enfermeras me revisaban cada hora. Nunca he recibido tantas jeringas en toda mi vida, estaba tan enfermo…”, contó al sitio Goteborgs-Posten.

El calor que describió el jugador del IK Oddevold se debía a la elevada temperatura que presentaba y que no lograba bajar, por lo que debió ser trasladado a la unidad de cuidados intensivos del Hospital Mölndal, donde vivió el momento “más aterrador de toda mi vida”.

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“Miré a la derecha, donde la gente usaba respiradores. Miré a la izquierda; lo mismo. Fue entonces cuando entré en pánico. Por lo general, nunca tengo miedo de nada, pero esa sensación cuando entré por la puerta y vi a todas estas personas, médicos y enfermeras, es lo más aterrador que he experimentado en toda mi vida”, señaló.

Pero eso no sería todo. Una vez en la UCI presentó otro problema: Dejaba de respirar cada vez que dormía: “Me dieron pastillas para dormir pero no funcionaron. Cada vez que cerraba los ojos me sentía dormido, pero el problema era que cada vez que me dormía dejaba de respirar. No sabía si podía respirar con la boca o la nariz. Y luego tuve un ataque de tos que me hizo despertar de inmediato. Continuaba todo el tiempo. Al final no me atreví a dormir. Me quedé inmóvil solo para mantenerme despierto”.

Si bien ya pasó lo peor, actualmente Mustafa continúa hospitalizado y conectado a un respirador mecánico. Sin embargo, ya se encuentra fuera de gravedad, por lo que concedió la entrevista en la cual aprovechó de agradecer al personal médico que lo atendió: “Han entrado, se sentaron conmigo cuando tenía miedo y me hablaron porque notaron que había golpeado una pared de ladrillos mentalmente. Se sentaron conmigo con sus trajes protectores y sudaban por horas. Me echaron agua fría cuando sudaba. Me han dado un suave masaje para curar el dolor en mi espalda. Han hecho todo por mí”.

 

Fuente: 24horas.cl

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