Cerrar

El drama, la desolación y el potente discurso en el camarín de Cobresal luego de que se les escapara el título

Drama y sufrimiento. El título se le escapó a Cobresal. Tenía la primera opción. Dependía de si mismo. Pero no pudo. Huachipato es el nuevo campeón del fútbol chileno.

Mientras los mineros cayeron 1-0 ante Unión Española, los acereros vencieron 2-0 a Audax Italiano en su casa y conquistaron la corona del Torneo Nacional. Hubo drama en la última fecha.

Ambos candidatos se fueron empatados al descanso. Hasta allí Cobresal se quedaba con el título. Pero en los complementos todo cambió. A los 58 minutos Unión abrió la cuenta. Sin embargo, la derrota le seguía dando el título a los nortinos.

Y a los 67′ la barra minera estalló en el Santa Laura. Cecilio Waterman marcó el empate. Festejo desatado de Cobresal y toda su gente. La tribuna norte y la banca deliraba. Era, hasta ahí, el gol del campeonato.

Pero hubo llamado del VAR. Y tras cuatro minutos el tanto fue anulado. Y allí vino la debacle. Al mismo tiempo que el gol era invalidado, en el sur Huachipato abría la cuenta ante Audax. Esa anotación modificaba todo y ahora le corona quedaba en manos de los acereros.

Los jugadores mineros lo sabían. Se lo informaron desde la banca y los hinchas hispanos desde las tribunas. “Gol de Huachipato, gol, se les va”, se escuchaba. Cobresal se vino abajo mentalmente. Más aún al saber del segundo tanto de los sureños que sentencia la victoria sobre Audax y dejaba la definición en el Santa Laura. Pero el equipo de Gustavo Huerta se fue a pique.

La ansiedad y el nerviosismo se hizo sentir. Errores infantiles, decisiones incomprensibles. El silencio reinaba en la barra minera ubicada en el sector norte. El DT estaba abatido. Sus colaboradores seguían el partido del sur y sabían que todo estaba en sus manos. Un gol cambiaba todo, otra vez.

Los mineros necesitaban el empate para forzar una final. Sin embargo, no habían ideas. El golpe se hizo sentir y muy fuerte. Ni siquiera los ocho minutos de tiempo agregado cambiaron la historia. Dos intentos de César Munder, un tiro libre al área en la última jugada. Pero nada salió y el pitazo final pegó.

El plantel minero se fue al suelo. Leandro Requena, Julio Castro y Munder fueron algunos de los más golpeados. Lágrimas en varios futbolistas. No había consuelo ni de los rivales ni de otros compañeros. Sabían que el título a esta altura no era más que un sueño que estuvo muy cerca y se esfumó en el final.

El discurso en el vestuario

El plantel estaba abatido, pero el técnico se plantó en el camarín del Santa Laura e intentó levantarlos.

Es difícil asimilar esto. Es un golpe fuerte. El profe Huerta nos transmitió tranquilidad y nos dijo que estaba orgulloso de lo que habíamos hecho este año“, contó Cristopher Mesías en zona mixta.

Alejandro Camargo aportó más. “Se nos escapa en el final, fuimos primeros casi todo el año y que se vaya de las manos de esta forma da muy malas sensaciones. Ya más tranquilos veremos todo el esfuerzo que hicimos. Estamos muy tristes. No sentimos presión, fueron detalles”, partió.

Y el volante agregó: “Por desgracia se nos escapa de las manos. El profe habló en el camarín, fue transmitir cosas positivas porque estamos orgullos del grupo que tenemos y de lo que hicimos este año, eso nos da algo de tranquilidad“.

Y el mismo Huerta se sinceró sobre el diálogo a sus dirigidos. “Les di las gracias a los jugadores, nosotros representamos a un pueblo de mucho esfuerzo como son los mineros y eso de los trato de impregnar a los jugadores, que representamos a gente de esfuerzo que entra a la mina y no sabe si saldrá, por eso les dije lo orgulloso que estaba d ellos por lo que entregaron en todo el año“.

Fuente: Emol.com

scroll to top