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Copiapó se ubicó en el lugar 41 del Indice de calidad de vida urbana (ICVU) 2019

  • La capital de Atacama se encuentra dentro de las comunas con rango promedio de calidad de vida urbana, en las cuales vive el 49,4% de la población. Por su parte, Vallenar aparece en la posición 94.
  • La CChC Copiapó propone trabajar con un horizonte de largo plazo en la región de Atacama, generando un ordenamiento y planificación territorial, que permita adelantarse a las futuras necesidades de los habitantes de la zona y que contemple estándares urbanos mínimos.

Copiapó se ubicó en el lugar 41 y Vallenar en el 94 del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU), estudio elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica de Chile (UC), cuya versión 2019 fue presentada hoy en el marco de la Semana de la Construcción que el gremio organiza anualmente.

De esta manera, la capital de Atacama está entre las 43 comunas del país que se ubican en el rango promedio de calidad de vida urbana, donde viven el 6,9 millones de personas, lo que representa el 49,4% de la población.

Yerko Villela, consejero nacional de la CChC Copiapó, explicó que la mayoría de los factores que según el estudio impactan de manera negativa, tienen concordancia con lo que se percibe a nivel regional. “Una economía que no logra despegar, falta de acceso e infraestructura en educación y salud, el efecto de los aluviones y un déficit de viviendas importante, que tiene una correlación en una alta tasa de allegamiento y aparición de campamentos”, comentó el directivo.

El profesional, del mismo modo, destacó las potencialidades de ambas ciudades, como por ejemplo que aún son a escala humana, por lo que propuso “trabajar sobre un ordenamiento y planificación territorial con visión de largo plazo, que incluya estándares urbanos mínimos, para prepararlas de cara al futuro, lo que además puede ser potenciado si los grandes proyectos que generan actividad productiva tributaran en la zona”.

Cabe destacar, que en el caso de Copiapó la variable más destacada fue “Conectividad y Movilidad” y en Vallenar “Condiciones Laborales”; por su lado, ambas se vieron impactadas negativamente en los ítems “Ambiente de negocios” y “Vivienda y Entorno”.  

ICVU NACIONAL

Este año, de las 99 comunas analizadas que tienen una población superior a las 50 mil personas, 19 fueron las mejor evaluadas: 9 de la Región Metropolitana y 10 de otras regiones. Los primeros lugares los ocupan Vitacura, Las Condes, La Reina, Lo Barnechea, Providencia, Ñuñoa, Concón, Macul, Punta Arenas y Machalí.   

En tanto, casi 6,9 millones de personas viven en las 43 comunas que se ubican en el rango promedio de calidad de vida urbana y 3,8 millones residen en las 37 comunas del rango inferior.

En relación con estas últimas, 19 son de la Región Metropolitana y 18 de otras regiones. Al respecto, Arturo Orellana, coordinador del equipo de trabajo UC, explica que “en 11 de las 16 regiones del país hay a lo menos una comuna ubicada en el rango inferior de calidad de vida urbana, lo que muestra que esta condición está distribuida en forma bastante homogénea en el territorio nacional”.

Por su parte, Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC, señala que “uno de los objetivos principales del ICVU es precisamente identificar aquellas comunas más deficitarias en calidad de vida urbana, de manera de ayudar a focalizar en ellas tanto la inversión pública como privada”.

CALIDAD DE VIDA, RECURSOS Y GESTIÓN MUNICIPAL

La novena versión del ICVU también exploró la relación de la calidad de vida urbana con la disponibilidad de recursos y la gestión de estos por parte de los municipios.

Orellana explicó que “es evidente que existe una alta correlación entre disponibilidad de recursos y calidad de vida urbana, pero una conclusión interesante del análisis de este año es que las comunas con mejor calidad de vida urbana son aquellas que obtienen mayoritariamente sus recursos de una vía distinta al Fondo Común Municipal (FCM)”.

“De hecho, para 18 de las 19 comunas del rango superior de calidad de vida urbana (excepto Valdivia), el FCM representó menos del 30% de sus ingresos, lo que a su vez significa que el grueso de sus recursos provino de otras fuentes, como pago de contribuciones y patentes”, agregó.

El experto complementó este antecedente destacando lo contradictorio que resulta que, “sabiendo la importancia de que los municipios puedan generar recursos propios, que complementen lo que obtienen vía Fondo Común Municipal, muchos de ellos tengan casi descartada una fuente clave de financiamiento como es el pago de contribuciones”.

“En promedio, el 85% de las propiedades emplazadas en las comunas del rango inferior de calidad de vida urbana no paga contribuciones. En las 19 comunas del rango superior de calidad de vida urbana, solo el 32% de las propiedades, en promedio, está exenta de este pago”, señaló Orellana.

El profesional de la UC también sostuvo que existen comunas que, “con un menor gasto relativo por habitante y, por ende, con una mejor gestión, se ubican en el nivel superior de calidad de vida. Los casos más valorables son: Machalí, Valdivia, Concepción, Talcahuano y San Miguel, cuyo gasto municipal anual, en el período 2015-2017, promedió menos de $ 200.000 por habitante”.

PROPUESTAS DE LA CChC PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA URBANA

Considerando estos últimos aspectos y por la importancia que históricamente la Cámara Chilena de la Construcción le ha dado a la promoción de la calidad de la vida de las personas, el gerente de Estudios del gremio, Javier Hurtado, presentó cuatro propuestas del gremio que contribuiría a este importante objetivo:  

  1. Que las comunas, especialmente aquellas que se ubican en el rango inferior de calidad de vida urbana, generen planes de desarrollo que consideren, sobre todo, estrategias para atraer inversión tanto pública como privada.
  2. Que, para allegar más recursos en especial a las comunas con menor calidad de vida urbana, la exención del pago de contribuciones dependa solo del nivel de ingreso de las familias y que el Estado asuma este pago cuando estas no puedan hacerlo.  
  3. Que se definan e implementen estándares urbanos mínimos para que, mediante el trabajo y la inversión conjunta del sector público y el privado, se disminuyan las brechas de calidad de vida urbana en todo el país.
  4. Que las comunas, por sí mismas o con el apoyo del gobierno central, manejen y gestionen un sistema de monitoreo sociodemográfico, de manera de anticipar las necesidades de sus habitantes y garantizarles una dotación mínima de bienes y servicios.
El Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) es elaborado desde el año 2011 a partir de datos objetivos que se agrupan en seis dimensiones: Vivienda y entorno, Conectividad y movilidad, Salud y medio ambiente, Condiciones laborales, Condiciones socioculturales y Ambiente de negocios.
El objetivo del ICVU es orientar la inversión tanto pública como privada para generar mejoras en las condiciones de vida de las personas.
En total, se estudian 99 comunas con alrededor o más de 50.000 habitantes, 11 áreas metropolitanas, 26 ciudades intermedias y todas las capitales regionales, alcanzando un nivel de representación del 79,3% de la población nacional.  
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