Universidad Católica cayó 1-0 ante Nacional en Uruguay por la Copa Libertadores. Fue una baja presentación del elenco cruzado, pero sigue dependiendo de sí mismo para avanzar a octavos de final. Si vence la próxima semana a Atlético Nacional en San Carlos, quedará en la fase de los 16 mejores.
Fue un partido caliente, típico de Copa. Mucha pierna fuerte, muchos reclamos al árbitros y muchas discusiones. Para Gustavo Poyet fue una noche especial. Era el regreso a su país. Sin embargo, no la pasó bien. Protagonizó un fuerte cruce con periodistas partidarios del “Bolso”.
“Vení a dirigir vos”, le gritó el entrenador a un fanático que pedía desde la tribuna tarjeta amarilla para un jugador de la UC.
“Qué fantasma que sos. Ándate a Europa“, le respondieron. Fernando Zampedri, goleador estudiantil, observó atento toda la situación. “Dale que son puro grito”, dijo frente al banco de Nacional.
Poyet, ya más calmado, analizó el partido. Descartó que hubiese presión en el plantel.
“No creo que hubiera presión, fue un partido friccionado de Libertadores, evidentemente el gol con condicionó el juego porque Nacional se replegó bien. Teníamos que arriesgar en campo contrario todo el tiempo, los espacios eran muy pequeños. Tienes que tener precisión y calidad, pero el rival también juega”, comentó.
“El equipo salió a ganar, no a defenderse de Nacional. Son los riesgos que uno toma, buscamos un balance de atacar y defender bien, en una contra nos hacen el gol y a partir de ahí ellos hacen el partido que le convenía. Tuvimos nuestras chances, no merecimos perder, pero así es el fútbol“, agregó.
El defensor Valber Huerta también cree que hicieron un buen partido hasta el tanto de los charrúas. “Desde un principio tuvimos el control del juego, ellos iban a buscar los espacios en las contras y a la primera que tuvieron se les dio el gol. Un descuido nuestro, un error que no podemos cometer en Copa Libertadores. Después se cerraron más y no tuvimos la precisión para terminar las jugadas y opciones de gol que tuvimos”, aseguró.
Matías Dituro vivió un duelo aparte con un pasapelota. Antes de que arrancara la segunda mitad, se enojó con uno y llegó un tercero a intervenir. “Qué tiene que ver, soy una persona igual que él, ¿cuál es el drama? Por qué no, si le estoy pidiendo la pelota nada más. Si querés te espero afuera a vos también. ¡Dale, te espero allá y vamos a ver!”, lanzó el golero cruzado.
“Así los quiero. A morder, carajo”, “¡Qué la tengan, qué no entren!”, fueron algunas de las instrucciones del técnico Alejandro Cappuccio. Vivió el duelo intensamente. Nacional estaba obligado a ganar para seguir con opciones en la Libertadores.
“Es muy importante porque hoy no jugaron solo once jugadores, sino que lo hicieron todos, los compañeros sancionados, los lesionados, los que tienen COVID, los que estaban en el banco y no ingresaron. Hoy Nacional fue un equipo. Armar el equipo con las bajas es mi trabajo y hay que ocuparse y no preocuparse. Toda victoria genera alivio, alegría e ilusión. Hay que mejorar un montón de aspectos, pero la solidez defensiva volvió a ser una grifa de este equipo”, manifestó
Fuente: Emol.com
