Lo que para muchos es una oportunidad de comprar barato o ganarse un dinerito extra, para otros se ha transformado en una verdadera pesadilla. Vecinos del sector de Avenida Henríquez, en Copiapó, denuncian que cada domingo, tras la instalación de la feria de las pulgas en el bandejón central, el barrio queda sumido en el desorden, la basura y una creciente sensación de inseguridad.
Desde temprano, relatan, comienzan las incivilidades. Peleas, gritos, autos mal estacionados, y después queda todo sucio. La basura recién la sacan el lunes, indica Francisca a Nostálgica, y mientras tanto, el lugar ha comenzado a servir de dormitorio de personas en situación de calle que duermen ahí.
La vecina asegura que llevan tiempo intentando buscar soluciones, incluso desde la administración municipal anterior, pero hasta ahora no se ha tenido buena llegada.
Pero este no es un caso aislado. En la comuna, la feria que se instala los sábados en la plaza de El Palomar también genera molestias similares. Luis también apunta a que este comercio informal general una baja en la calidad de vida de los vecinos, ya que la limpieza del espacio debe esperar recién hasta el lunes.
La preocupación no es solo por la basura, sino también por la seguridad y la calidad de vida en los barrios. En distintos foros de nostálgica, la comunidad ha indicado no estar en contra de la feria, entendiendo que es una fuente de trabajo para muchas personas, pero insisten en que tiene que haber un orden.
Los residentes esperan que las autoridades actuales puedan escuchar sus demandas y generar un plan que permita compatibilizar el comercio informal con el respeto por los espacios públicos y la tranquilidad de quienes viven en el sector.