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Uno ya está inscrito en la poderosa MLB: Los dos chilenos que buscan dar el salto a la élite del béisbol

El béisbol no es un deporte masivo en Chile. Sin embargo, ha crecido de la mano de los inmigrantes y hay dos jugadores que buscan dar el salto a la elite.

Uno ya juega en la fuertísima competencia universitaria de EE.UU. y otro se convirtió en el primer nacional en estar inscrito en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB en inglés). Tal como lo hizo Sammis Reyes en el fútbol americano, quieren conquistar un territorio absolutamente ajeno.

Diego Mendoza

Mendoza, de 21 años, recuerda que su mamá tenía amistades venezolanas y ellos lo metieron en el mundo del béisbol a los cuatro años. Así empezó su historia. Un día, entrenando en el diamante del Estadio Nacional lo vio un scout de los Baltimore Orioles, equipo de las Grandes Ligas. El encuentro se repitió un par de veces más. Ese hombre se convenció de que el chileno podía jugar en el alto nivel.

Fue un proceso engorroso ir a Estados Unidos. El papeleo duró cerca de un año, estrés elevado, pero finalmente pudo partir a Florida en agosto de 2016. Lo primero que le llamó la atención es que allá la gente se “enfoca más en sí misma” y que está en constante competencia con el de al lado.

“Lo difícil no fue el idioma, porque ya sabía inglés. Lo difícil fue hacer amistades, abrirme con la gente. Yo era muy tímido y estaba solo. Soy súper cercano a mi familia. Pasé de estar con ellos todos los días a no verlos nunca. Pero eso me ayudó a tener más fuerza en el aspecto mental. No sé si pensé volver y quedarme en Chile. Pero a veces pensé que necesitaba ir a Chile y estar con mi familia un tiempo. Pero nunca pasó por mi cabeza rendirme. Cuando llegué acá dije no vuelvo. Vivir en Estados Unidos siempre ha sido un sueño. No iba a botar esa oportunidad, aunque fuese difícil. Es como si me dieran una bolsa de oro y la tirase”, le cuenta a Emol.

Mendoza destacó rápido en High School. Lo escogieron el mejor jugador del condado y obtuvo una beca para jugar en Florida State Collegue.

El receptor estudia Finanzas. Destaca por su bateo, aunque reconoce que su defensiva no es tan buena como quisiera. En 2019 estaba rindiendo a gran nivel, pero la pandemia obligó a parar la competencia. Le restan dos años para demostrar que puede llegar al profesionalismo.

“Cada vez que le digo a la gente que soy chileno, hasta el día de hoy, me miran con cara de sorpresa. ¿Por qué no jugaste fútbol? Siempre me da risa eso. Es significativo. Nadie espera que yo diga que soy chileno, es bacán decir de dónde soy y que lo encuentren raro. Me preguntan si hay béisbol en Chile y yo les digo que sí hay un poco”, comenta.

Javier Araya

Ingrismey Bolívar jugó en los Cleveland Indians y después se convirtió en entrenador. Llegó hace tres años a Tocopilla. En la ciudad del norte el béisbol se vive con pasión. Por las tardes entrenaba personalizado con un chico venezolano. En eso, le comenzó a llamar la atención otro joven que pululaba por el lugar. Miraba sin decir nada.

“Me acerqué, le pregunté si él jugaba y me dijo que jugaba. ‘Bueno, ayúdame pues. Para ver qué haces tú’. No fue como quien dice el prospectazo que uno llega a ver en Venezuela o en Dominicana, pero sí un niño que estaba muy arriba sobre el nivel de acá en Chile. Tenía 15 años. ‘¿Por qué tú no estás con nadie?’, le pregunté. ‘No es que aquí nadie entrena, nadie dice nada’, me respondió. Yo le dije ‘te puedo entrenar, pero la condición mía es entrenar todos los días. Cuando faltes, hasta ese día llegamos’. Ese día nunca ha llegado. Hoy debe ser el pitcher más rápido de Chile”, relata.

(Crédito: Cedida)
Ese joven se llama Javier Araya. En pocos meses pasó de 112 kilómetros por hora a 136 en sus lanzamientos. Nadie en su familia jugó béisbol, empezó solo. Los fines de semana viajaba a Antofagasta con un equipo llamado Halcones. Ya tiene 18 años. Es de pocas palabras. Toca la guitarra, lee y a veces se anima a hablar en inglés con su técnico.

Bolívar se convirtió en su agente. Tiene contactos en Europa, el Caribe y Estados Unidos. Decidió inscribirlo en la MLS. Es el primer chileno registrado.

“Es un registro donde las 30 organizaciones de Grandes Ligas hacen una investigación en donde saben su trayectoria como beisbolista, a nivel familiar, su edad. Antes no existía esto. Lo hicieron para llevarle seguimiento a los prospectos. Lo primero que te preguntan cuando un equipo de Grandes Ligas es si el tipo ya tiene registro. Hemos tenido conversaciones con cinco o seis organizaciones. Están interesados en él. Ese niño tiene unas grandes condiciones. Primero, el interés y las ganas de ser pelotero profesional. Independiente que sea en Grandes Ligas, puede jugar en cualquier liga”, afirma.

El tímido Araya se limita a decir: “Quiero llegar a ser el primer chileno, el que abra las puertas, que no lo vean como un deporte bajo aquí en Chile, que lo vean grande. Destaco por mi forma de ser. Soy muy frío. No me importa nada. Me gusta lanzar y eso es lo que tengo que entrenar, ser calculador. Tengo buen brazo”.

Fuente: Emol.com

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