Cerrar

“Una mala señal” o “democracia real”: Las reacciones ante la falta de consenso para elegir a la nueva mesa de la Convención

Mientras algunos constituyentes lamentaron el fracaso de las negociaciones, otros defendieron el sistema de deliberación. Ahora, Amaya Alvez, Rosa Catrileo y María Elisa Quinteros asoman como candidatas para esta tarde.

Hasta las 4:15 horas de este miércoles estuvieron votando y negociando los miembros de la Convención Constitucional para buscar a la sucesora o sucesor de Elisa Loncon en la presidencia del órgano, luego de ocho elecciones consecutivas sin llegar a un nombre que consiguiera los 78 votos necesarios para acceder al cargo.

En ese escenario, la actual directiva decidió suspender el proceso hasta las 15 horas de hoy, con el objetivo de que los distintos colectivos logren ponerse de acuerdo para escoger a las nuevas autoridades, quienes tendrán la responsabilidad de conducir la definición de las normas que podrían ser parte de la nueva Constitución.

Luego del fracaso de las conversaciones, hasta antes de las 5 de la madrugada seguían los intentos por levantar nuevos nombres: Amaya Alvez (IND-RD), Rosa Catrileo (Pueblo Mapuche) y María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales Constituyentes) son algunos de los mencionados para poner en la papeleta esta jornada.

Con todo, entre los convencionales hubo críticas a la incapacidad del Pleno para llegar a un consenso y también defensas al sistema de votación papal establecido en el reglamento de la Convención. Para unos, lo ocurrido es una mala señal para el país y para otros, el proceso da cuenta de una democracia real y transparente.

Dentro del primer grupo está Miguel Ángel Botto (Lista del Apruebo), quien comentó que lo visto “es una muy mala señal y una muy mala retirada de la mesa actual, de cómo se está conduciendo este proceso. Llaman a 15 minutos de receso y demoramos dos horas, mientras algunos colectivos conversan y no tienen una mirada integradora”.

“No conversan con todos para después llegar con un paquete armado y pedir los votos a quienes no fuimos partícipes de esas conversaciones. Esa forma de política no me gusta, no estoy de acuerdo y creo que si es necesario entonces seguir anulando el voto como señal de protesta respecto a estas malas prácticas lo voy a hacer así”, indicó.

En la misma línea, su compañero de colectivo, Felipe Harboe, expresó su deseo de que “los colectivos mayoritarios se pongan de acuerdo y tomen una decisión. Es lamentable, es un mal espectáculo, creo que no habla bien de la capacidad política de llegar a acuerdos y de la generosidad que se requiere en estos momentos”.

Críticas en la derecha

Desde Vamos por Chile, Manuel José Ossandón apuntó a los sectores de izquierda por “la tozudez de mantener a Cristina Dorador durante una gran cantidad de votaciones fue un triste espectáculo. Ojalá se puedan llegar a acuerdos, hay algunos nombres sobre la mesa que al parecer son interesantes y bueno, eso no depende de nosotros”.

“Estaba Rosa Catrileo y Amaya Alvez, hay que ver cuál es la fórmula, creo que ambas cumplen con ciertos requisitos e insisto, nosotros somos minoría, no tenemos el rol negociador en esto y esperemos que los conglomerados que constituyen la mayoría puedan ponerse de acuerdo por el bien de la institucionalidad de la Convención”, dijo.

Según Ossandón, “creo que las posiciones extremas han tomado demasiada relevancia en esta ultima tanda y el hecho de haber mantenido a Cristina Dorador creo que fue una irresponsabilidad tremenda y un personalismo que le hace muy mal a la imagen pública de la Convención”.

Una visión similar planteó Alfredo Moreno (UDI), quien advirtió que “está toda la ciudadanía esperando que nosotros nos pongamos de acuerdo y quienes tienen la mayoría, la izquierda del país, que tiene más de 118 convencionales no es capaz de tomar un acuerdo cuando necesita 78 para lograr la mayoría”.

Mientras Eduardo Cretton (UDI) coincidió en que “es lamentable, porque parece que el legado de la mesa va a ser dejar una Convención dividida (…) Nos vamos preocupados, porque si hoy no somos capaces de ponernos de acuerdo, imaginen el lio que va a ser esto cuando comencemos a votar las normas”.

“Lo que los chilenos están esperando es que esta Convención sea capaz de lograr acuerdos y hoy pasamos más de 16 horas sin ponernos de acuerdo respecto de quien va a llevar adelante la conducción de la mesa. Creo que esta es una pésima señal para la ciudadanía y esperamos de todo corazón que se lleguen a los acuerdos”, subrayó.

Mirada entre independientes y la izquierda

Una visión distinta planteó el convencional independiente, Mauricio Daza, quien defendió lo ocurrido. “Sé que a la gente le puede parecer extraño que nos hayamos demorado una cantidad importante de tiempo, pero así funciona una democracia real, sin cocinas”, recalcó.

El abogado recordó que “muchas veces estos acuerdos en el Senado o la Cámara se llegan entre la cena y el postre por dirigentes políticos que tienen capturado a estas corporaciones y acá no se da aquello y es una buena señal, en contra de lo que algunos quieren hacer aparecer interesadamente a mi juicio”.

Además, destacó la importancia de elegir a una mesa “que sepa enfrentar momentos que van a ser sin duda complejos y además convocar a los distintos sectores para poder lograr la mayoría de dos tercios que se requiere para la aprobación de normas. Por lo tanto, creo que esa búsqueda vale la pena hacerla, aunque demore un poco”.

“Necesitamos una mesa sólida para los próximos 6 meses y si para aquello tenemos que tomarnos dos días, en buena hora que lo hagamos. El mensaje que le damos a la ciudadanía es que la política se tiene que hacer de frente, no en cocinas entre cuatro paredes y que las negociaciones se tienen que dar de cara al país”, remarcó.

Desde el Frente Amplio, la constituyente Beatriz Sánchez explicó que desde su bloque “hemos sido súper flexibles, hemos propuesto distintas formas (…) ojalá esto se destrabe lo antes posible, tenemos toda la confianza. El sistema papal tiene estas cosas, que se avanza y después se retrocede”.

Consultada sobre si cree que la demora es una mala señal, Sánchez respondió que “yo diría que no, creo que es parte de una fórmula que se encontró para definir la presidencia, es complejo un día entero de votación y también se hace largo porque es con papeleta, si fuera un sistema electrónico sería a lo mejor mucho más rápido”.

“Es una deliberación abierta, es una forma de procedimiento que lo hace así y puede entenderse mal, yo hubiese preferido que hubiésemos llegado a un acuerdo antes, no se pudo y esperamos que se cierre. Se hicieron todos los intentos, estuvimos dialogando todo el día, hicimos muchas propuestas y no se lograron acuerdos”, indicó.

Desde el PC, en tanto, Marcos Barraza valoró la decisión de Cristina Dorador de deponer su opción: “Eso abrió los escenarios nuevamente y se están barajando más nombres. Tengo la expectativa de que podamos cumplir con el cometido de tener una presidencia para esta segunda etapa, nosotros estamos viendo varias alternativas”.

Mientras, su compañera Bárbara Sepúlveda también destacó que “en algunos casos si hay nombres si concitan mayores consensos, las fórmulas no están muy claras. Me parece que tenemos que reevaluar la forma en que se han estado dando los diálogos entre los colectivos, hay algunos que han salido bien golpeados de esta elección”.

“Es importante descansar, reposar y volver con la mente fresca a tomar decisiones que puedan generar los consensos necesarios. Son 78 votos, ya vimos que eso no ha sido sencillo y creo que es importante dar una señal a la ciudadanía de que podemos resolver esto y que lo podemos hacer bien”, subrayó.

A su juicio, “creo que todas las posiciones han estado inflexibles y lamentablemente eso ha impedido que podamos tener una votación de consenso. Ha habido candidatos y candidatas cuestionados, entonces a medida que se han ido presentando algunos se han ido cayendo, ha sido una dinámica bien desgastante”.

Finalmente, la representante de los Movimientos Sociales Constituyentes, Vanessa Hoppe, sostuvo que “en una primera instancia nuestro nombre era Cristina y por lo tanto, no teníamos un plan B, esto fue producto de nuevas conversaciones y propuestas que nos hicieron otros sectores”.

“El nombre de María Elisa Quinteros no surge precisamente desde nosotros, sino que de otros sectores que lo propusieron (…) llegamos a un consenso al menos en el mundo independiente, ahora hay que llegar a un acuerdo con los partidos, ellos tienen que ver si están de acuerdo con este nombre y cuál es su propuesta”, concluyó.

Fuente: Emol.com

scroll to top