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Una de las carreras del cuidado que no será reemplazada por la IA

En medio las discusiones globales sobre el impacto de la inteligencia artificial en el empleo, distintas organizaciones internacionales, como el Foro Económico Mundial (WEF) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), coinciden en que las carreras del cuidado humano serán menos impactadas por la automatización, la inteligencia artificial (IA) y el reemplazo tecnológico. En este sentido la Terapia Ocupacional reúne todas las condiciones como carrera del cuidado que no será reemplazada por la IA.

Según el Future of Jobs Report del WEF (2023 y 2025), los trabajos que requieren empatía, juicio ético, creatividad y contacto humano tienen un bajo potencial de automatización. El estudio proyecta que, mientras muchos empleos técnicos o rutinarios podrían ser reemplazados por algoritmos, las ocupaciones relacionadas con la salud, la educación y los cuidados no solo se mantendrán, sino que incluso podrían aumentar su demanda, impulsadas por los desafíos inclusivos para las personas y comunidades, el envejecimiento poblacional y el bienestar como eje de desarrollo sostenible.

La OCDE, por su parte, en su Employment Outlook 2023, expresa que las actividades rutinarias son las más expuestas a la IA, pero que las profesiones que implican interacción interpersonal y juicio contextual -como terapeutas ocupacionales, docentes, trabajadores sociales o enfermeras- enfrentan un riesgo considerablemente menor. Estas ocupaciones no pueden reducirse a procesos estandarizados ni a decisiones algorítmicas, ya que intervienen desde el vínculo y la interacción humana y desde la comprensión integral de la persona en contextos diversos.

En este sentido, la Terapia Ocupacional destaca como una disciplina especialmente resistente a la automatización. Su esencia radica en comprender la ocupación humana en todas sus dimensiones -física, psicológica, social y cultural- para promover la participación significativa en la vida cotidiana y en el proyecto de vida de la persona. Ninguna máquina puede reemplazar la capacidad humana de acompañar, interpretar y co-construir sentido junto a otra persona en su proceso de inclusión o rehabilitación.

Sin embargo, esto no significa que la Terapia Ocupacional quede al margen de la transformación digital. La IA puede complementar la práctica profesional, ofreciendo herramientas para la evaluación funcional, la gestión de datos del usuario o grupo o la personalización de intervenciones. El desafío ético está en usar la tecnología como aliada, sin deshumanizar el vínculo terapéutico ni reducir la complejidad de la experiencia social ocupacional a métricas automatizadas.

La Terapia Ocupacional, como carrera del cuidado, demuestra que el futuro del trabajo no se define por la sustitución, sino por la resignificación y valoración de lo humano. En un mundo cada vez más exclusión social, automatizado, tecnológico, la creatividad situada, la empatía, la ética y la capacidad de acompañar procesos de transformación siguen siendo nuestras competencias más insustituibles.

Por Marcelo Esper, Director de Escuela de Terapia Ocupacional Universidad Andrés Bello

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