En 2019 el Ministerio introdujo una modificación al OGUC, para fomentar la construcción de techos verde, permitiendo destinar una fracción significativa de la superficie de azoteas a terrazas, vegetación, paneles solares y otros usos compatibles con la naturalización de cubiertas. Esta iniciativa fue comunicada públicamente por el Ministerio como una medida para “promover el aumento de los techos verdes” y se integró en cambios normativos posteriores destinados a flexibilizar el uso de azoteas.
La reciente discusión sobre la modificación de la OGUC que permite una mayor ocupación de las azoteas para su naturalización abre una ventana de oportunidad para recuperar la ciudad desde sus alturas. Si el Minvu tiene como mandato “recuperar la ciudad” poniendo la integración social y la calidad de vida en el centro de su misión, los techos verdes deben ser parte central de esa estrategia: son infraestructura urbana que aporta confort térmico, reduce islas de calor, captura contaminación y mejora la habitabilidad de barrios densos.
Estos beneficios no son solo teóricos, hay datos empíricos que las cubiertas y fachadas vegetadas, mejoran la confortabilidad urbana y reducen la demanda de climatización en edificios; atenúan el efecto de isla de calor en zonas densamente construidas o con baja cantidad de áreas verdes; ayudan a retener y filtrar aguas lluvias, reduciendo las escorrentías; aportan a la captura de material particulado y coadyuvan a una mejor calidad del aire tema que no es solo de la zona central si no que de muchas comunas del sur de Chile como son Coyhaique, Temuco, Chillán, entre otras y crean espacios de encuentro y biodiversidad que fortalecen la integración social y el aprecio por la naturaleza.
La reforma al artículo que regula la ocupación de azoteas no debe quedarse solo en una modificación técnica, sino que debe transformarse en una política pública que garantice a los ciudadanos el derecho a una ciudad fresca, ambientalmente sana y socialmente integrada.
El calor excesivo que tendremos en verano y los problemas de contaminación, es fundamental actuar y una solución es hora de miras hacia arriba, donde podremos encontrar una solución. Las azoteas son territorios públicos no desarrollados muchas veces, conocidos como la ‘quinta fachada’ y pueden convertirse en infraestructura verde accesible que mejore la vida de millones de habitantes de este país.
Por: Jadille Mussa Castellano, Académica Arquitectura del Paisaje, U.Central