En un nuevo golpe a los derechos de las mujeres, el gobierno talibán de Afganistán prohibió que éstas accedan a la educación universitaria.
“Se recomienda que implementen la orden de suspender la educación de las mujeres hasta nuevo aviso”, indica una carta firmada por el ministro de Enseñanza Superior, Neda Mohammad Nadeem, enviada el martes a todas las universidades públicas y privadas del país.
La prohibición de acceder a la educación superior llega menos de tres meses después de que miles de mujeres se presentaran a dar los exámenes de acceso a la universidad en todo el país.
“No solo yo, todas mis amigas se han quedado mudas. No tenemos palabras para explicar lo que sentimos (…) Nos han quitado la esperanza. Han enterrado nuestros sueños”, dijo a AFP Madina, una estudiante de periodismo de 18 años. “Justo cuando esperábamos avanzar, nos sacan de la sociedad”, dijo Rhea, estudiante de medicina, de 26 años.
Desde el año pasado, las universidades se habían visto obligadas a aplicar nuevas normas, incluida la segregación por sexo en las aulas. Las estudiantes, además, ya solo podían tener como profesores a mujeres u hombres mayores.
Tras el instructivo enviado ayer, este miércoles guardias armados impidieron a cientos de jóvenes mujeres entrar a los campus universitarios en Afganistán.
Un grupo de periodistas de AFP vio grupos de mujeres estudiantes congregadas frente a las universidades de la capital, Kabul, cuyas puertas estaban cerradas y custodiadas por guardias armados.
“Estamos condenadas. Lo hemos perdido todo”, dijo una ellas, que pidió no ser identificada. Sus compañeros varones expresaron también su conmoción. “Realmente demuestra su analfabetismo y su bajo conocimiento del islam y los derechos humanos”, dijo uno de ellos.
La mayoría de universidades públicas y privadas permanecen cerradas unas semanas en invierno, aunque sus campus suelen seguir abiertos para los alumnos y el personal.
Esta medida se suma a la aplicada en marzo de este año, cuando en un cruel cambio de opinión los talibanes impidieron a las adolescentes volver a las escuelas de secundaria en la misma mañana que debían reabrir tras más de medio año cerradas.
Desde entonces, muchas adolescentes se casaron tempranamente, a menudo con hombres mayores elegidos por su padre.
Varias familias argumentaron que, con la difícil situación económica y el veto educativo, asegurar el futuro de sus hijas a través del matrimonio era mejor que tenerlas desocupadas en casa.
Los talibanes también expulsaron a las mujeres de muchos empleos gubernamentales, les prohibieron viajar sin un familiar varón y les impusieron el uso del burka o el hiyab fuera de su casa. Además, vetaron su acceso a parques, ferias, gimnasios y baños públicos.
Condena de la ONU y del resto de los países islámicos
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se declaró “profundamente alarmado” por la medida y sostuvo que “negar la educación no solo viola los derechos a la igualdad de mujeres y niñas, sino que también tendrá un impacto devastador en el futuro del país“.
En tanto, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, condenó hoy la medida y pidió a los talibanes su anulación. Para Türk, esta decisión constituye “otro golpe terrible y cruel a los derechos de las mujeres y las niñas afganas, además de un revés profundamente lamentable para todo el país”.
Según el alto comisionado, la exclusión “sistemática” de las mujeres de casi todos los espacios de la vida pública en Afganistán desde la llegada de los talibanes al poder en 2021 no tiene ningún paralelismo en el resto del mundo.
Türk lamentó que esta decisión vaya a privar al país de futuras doctoras, abogadas o profesoras, y recordó que la medida supone “una clara violación de las obligaciones de Afganistán a nivel internacional”. “El derecho de las mujeres a acceder a todos los niveles de educación sin discriminación es fundamental e incuestionable”, subrayó el diplomático.
La Organización de la Cooperación Islámica (OCI) –integrada por 57 países– expresó hoy su “consternación” por el veto de los talibanes a las mujeres en las universidades afganas, y pidió que la “administración de facto” de Kabul “revoque esa decisión”, según un comunicado de ese organismo, con sede en Arabia Saudí.
El secretario general de la OCI, Husein Ibrahim Taha, expresó su “profunda preocupación y condena de la medida tomada por la administración de facto de cerrar las universidades a niñas y mujeres por un período indefinido”, que consideró “denunciable” e “inquietante”.
“La medida suscitó gran consternación de la OCI (…) el secretario general y su enviado especial habían advertido repetidamente a las autoridades de facto (en Kabul) que no tomaran tal decisión (…) el último mensaje de advertencia fue a mediados de noviembre”, añadió la nota.
Asimismo, subrayó que la medida de los talibanes “contribuirá significativamente a socavar su credibilidad”, además de “privar a las niñas y mujeres afganas de sus derechos básicos a la educación, el empleo y la justicia social”.
Fuente: Emol.com