Como parte de su compromiso constante con la protección del medio marino, la Capitanía de Puerto de Caldera llevó a cabo esta semana un nuevo ejercicio de combate a la contaminación, una actividad que ya se ha vuelto parte de la rutina anual y que tiene por objetivo mantener a las autoridades marítimas listas ante eventuales derrames de hidrocarburos en el borde costero.
En esta ocasión, el despliegue incluyó barreras de contención y equipamiento especializado para recuperar el combustible derramado, asegurando que la mancha se mantenga controlada hasta su extracción. Fue un simulacro, sí, pero se ejecutó como si fuera una emergencia real.
El Capitán de Puerto de Caldera, Camilo Cifuentes, indicó que, los funcionarios de la institución se despliegan con todos sus recursos e instrumentos para abordar emergencias de este tipo.
La actividad se realiza dos veces al año y permite evaluar no solo el nivel de preparación del personal, sino también la coordinación con otros medios disponibles en la bahía. En ese sentido, el Capitán Cifuentes valoró el apoyo recibido por la barcaza “Elqui” y la lancha “Lingue”, cuyas embarcaciones fueron clave para el éxito del despliegue.
La idea es que, con estos ejercicios se puedan entrenar los funcionarios de la Capitanía de Puerto, con protocolos claros, para poder actuar de la forma más rápida y efectiva posible.
El ejercicio no solo mide tiempos de respuesta, sino también fortalece el trabajo conjunto entre las distintas unidades que operan en la zona, incluyendo las propias naves y puertos, los cuales también deben contar con planes de acción ante emergencias medioambientales.
Con estas acciones, la Capitanía de Puerto de Caldera reafirma su rol proactivo en la protección del ecosistema marino de Atacama, en un esfuerzo que, año tras año, se vuelve más necesario.