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SENAMA Atacama enfatiza el desafío de asegurar una vejez digna, y donde se debe enfrentar el abandono, problemas de salud mental y limitaciones del sistema

En medio de crecientes preocupaciones por la situación de personas mayores en Chile, un caso ocurrido en la región de Atacama vuelve a centrar la atención pública en las profundas brechas existentes en materia de cuidados, salud mental y abandono. La Coordinadora Regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), Nicole Bordones Iriarte, abordó con Nostálgica el tema en profundidad, destacando las acciones institucionales, limitaciones estructurales y el llamado a la corresponsabilidad ciudadana.

En una reciente nota publicada por Nostálgica donde vecinos de una mujer mayor con demencia senil, residente en el sector de Paipote, alertaron sobre posibles situaciones de abandono, malvivir y agresión colateral causada por el deterioro cognitivo de la afectada. La denuncia expone un fenómeno más amplio, marcado por la fragilidad de las redes familiares y comunitarias, y por la lentitud de las rutas institucionales.

En relación con este caso en particular, Nicole Briones indicó que están al tanto de lo sucedido:

Uno de los principales nudos críticos en la región es la escasa oferta de Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) con autorización sanitaria vigente. En Atacama solo existen dos: uno de administración pública, gestionado por una ONG, y otro administrado por una congregación religiosa sin fines de lucro. Ambas instalaciones tienen un total de 70 plazas, distribuidas por género, lo que limita gravemente los ingresos.

Los cupos, advierte SENAMA, se liberan principalmente tras el fallecimiento de residentes, lo que genera un flujo extremadamente lento y plantea serios desafíos, especialmente para mujeres mayores, debido a su mayor esperanza de vida.

A ello se suma un vacío profundo en la red de atención de salud mental especializada. Las ELEAM exigen que las personas mayores ingresen médicamente compensadas, con diagnóstico claro y tratamiento en curso, debido a que comparten espacios con otros residentes. Sin embargo, no existen en la región dispositivos de ingreso directo para adultos mayores con cuadros psiquiátricos severos o no estabilizados.

Frente a estas limitaciones estructurales, SENAMA insiste en la necesidad de avanzar hacia una cultura de buen trato, en un marco de corresponsabilidad donde tanto las instituciones como la ciudadanía jueguen un rol activo. En ese sentido, la reciente conmemoración del Día Mundial de la Toma de Conciencia sobre el Abuso y Maltrato en la Vejez, el pasado 15 de junio, sirvió como espacio de reflexión y proyección.

La realidad que vive esta vecina de Atacama es solo una expresión local de una crisis silenciosa a nivel nacional. Como reconoció la propia autoridad, muchas veces las instituciones llegan tarde. Por eso, el rol activo de las comunidades, organizaciones sociales y vecinos comprometidos —como en este caso— se torna fundamental. Solo una red articulada, con conciencia social y respuestas oportunas, podrá hacer frente a los desafíos de una sociedad que envejece rápidamente y que aún está en deuda con su generación más longeva.

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