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Semana de la Lactancia: ¿Por qué la leche materna sigue siendo insuperable?

Según los expertos, comenzar a amamantar en las primeras horas de vida aporta importantes beneficios para el recién nacido y refuerza la conexión emocional con la madre.

Todos los años, entre el 1 y el 7 de agosto, se celebra la Semana de la Lactancia, iniciativa que tiene el objetivo de promover esta práctica que tiene múltiples beneficios tanto para la mamá como para los recién nacidos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna proporciona todos los nutrientes que una guagua necesita durante los seis primeros meses, además de contener anticuerpos que ayudan a proteger contra enfermedades comunes en la infancia.

El Dr. Manuel Becerra, jefe de Neonatología de Clínica Dávila, explica que el amamantamiento tiene múltiples beneficios entre los que destacan menos posibilidades de depresión postparto y fortalecimiento del vínculo afectivo entre la madre y el hijo. “Además, el lactante presenta significativamente menos infecciones, alergias y asma bronquial. También beneficia a quien amamanta, se ha demostrado una menor incidencia de algunos tipos de cáncer, como el de mama, y también la reducción de aparición de Diabetes Mellitus tipo 2”, afirma.

Por su parte, Catherine González, matrona de Clínica Dávila Vespucio, añade sobre este alimento natural: “Desde el principio aporta anticuerpos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Sin duda, puede hacer la diferencia entre que un niño(a) crezca enfermo o sano y protegido. Por lo tanto, tener acceso a esta primera inmunidad puede ser crucial para el bienestar y la salud”.

Sin embargo, aunque muchas mujeres conocen los beneficios de la leche materna desde el embarazo y tienen la intención de amamantar, al momento del parto pueden enfrentar obstáculos que dificultan su correcta instauración y continuidad.

“La lactancia materna es mucho más que alimentar al recién nacido. Es un acto de amor, un momento de conexión profunda. Sin embargo, para que ese momento sea pleno, se necesita apoyo. En casa, la pareja y la familia pueden ayudar. En la comunidad, normalizando y respetando el derecho de amamantar en público. Cuando una madre se siente acompañada y respetada, la lactancia se convierte en una experiencia positiva y poderosa”, afirma Francisca Rosales, matrona de neonatología de Clínica Santa María.

Respecto a las principales barreras que deben enfrentar las mamás durante el proceso, la matrona de Clínica Biobío, Angélica Rojas, detalla: “Son de múltiples orígenes, sin embargo, depende en gran medida del apoyo que pueda encontrar en su entorno, especialmente para dar continuidad, en el caso que haya sido complejo en su inicio. Este fenómeno se ve influenciado, por ejemplo, por una abuela o tía de la guagua que pueden predisponer a que no sea exitosa; mientras que, en la vereda opuesta, si estos familiares tuvieron una lactancia fructífera, cuestionan a la madre generando un estrés innecesario”.

“Es muy importante recalcar que cada persona es diferente y, por lo mismo, requiere tiempos y espacios distintos para desarrollar sus habilidades, siendo fundamental un ambiente que la apoye en su decisión, la acompañe (a veces en silencio) y eventualmente la ayude a buscar apoyo con asesorías de lactancia para que este camino sea guiado por la persona correcta”, agrega la profesional.

La alimentación de quien amamanta es fundamental

Lilian Contreras, nutricionista del Centro Médico de Clínica Ciudad del Mar, comenta: “La alimentación de la madre que amamanta influye directamente en su salud y la de la guagua. No es necesario que siga una dieta especial, pero sí se recomienda que sea equilibrada, variada y suficiente. Según las Guías Alimentarias, se sugiere ingerir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, preferir legumbres al menos dos veces por semana, evitar el exceso de azúcares simples y grasas saturadas, comer pescado dos veces por semana, preferir alimentos naturales por sobre los ultraprocesados y mantenerse bien hidratada”.

“No existen alimentos que deban evitarse de forma general, pero sí se debe excluir el alcohol, tabaco, moderar ingesta de cafeína y de alimentos que generen reacciones adversas en el lactante, en el caso de alergias diagnosticadas. Además, se recomienda moderar el consumo de pescados con alto contenido de mercurio como el atún rojo, caballa real y blanquillo”, finaliza la nutricionista de Clínica Ciudad del Mar, Lilian Contreras.

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