Por más de 50 horas, el exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya, permaneció secuestrado durante la semana pasada. El hecho se registró la noche del jueves en la comuna de Santiago, y fue liberado recién el domingo, en la comuna de Padre Hurtado. El caso ha activado las alarmas, puesto que la modalidad para su plagio estaría teniendo un alza en el país.
De acuerdo a los antecedentes que se conocen hasta ahora, el exalcalde contactó a una mujer de nacionalidad extranjera por una aplicación de citas, pero cuando llegó a reunirse con ella, otro sujeto la acompañaba. Desde ahí, se le había perdido la pista a Montoya, hasta que se contactó con su familia: los secuestradores pedían $20 millones para liberarlo. Por ahora, ya hay un detenido, de nacionalidad extranjera.
Este caso de secuestro extorsivo vinculado a una eventual contratación de comercio sexual no sería aislado, sino que se trataría de un fenómeno que ha registrado un aumento, producto de las nuevas modalidades que va implementando el crimen organizado en la búsqueda de expansión de sus negocios ilícitos.
El miércoles, el fiscal coordinador ECOH, Héctor Barros, afirmó que este mes ha sido “especialmente complejo para los equipos policiales en materia de secuestros. Hubo una semana en que tuvimos siete secuestros, vale decir, un secuestro diario“.
De acuerdo al persecutor, “los secuestros han aumentado un 28% respecto a los secuestros del primer semestre del año pasado, y el día de hoy, durante este mes, estamos teniendo más secuestros que homicidios y eso nos tiene particularmente preocupados”.
Ante el debate y las alertas que generaron esas cifras, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, salió a matizar el escenario. “Todas las denuncias por secuestro se investigan como si fuera genuinamente reales, el 50% no lo son”, dijo el secretario de Estado el viernes a Radio ADN.
Respecto a los datos entregados por Barros, Cordero afirmó que “el año 2024 tuvimos un incremento (en relación a 2023). En lo que va del primer semestre (de 2025), más bien lo que tenemos una disminución”.
No obstante, dijo que sí hay un aumento de secuestro vinculado al uso de aplicaciones para comercio sexual. “Sin embargo, y yo creo que a esto se estaba refiriendo el fiscal Barros, hay una preocupación que tiene el Ministerio Público, que tienen las policías y el Ejecutivo, que es el aumento en esta parte de los secuestros extorsivos producto de personas que utilizan aplicaciones de comercio sexual, donde habitualmente ese comercio sexual es con personas de nacionalidad extranjera. Ese secuestro extorsivo ha tenido un aumento”.
La explotación de un nicho
Las organizaciones criminales instaladas en el país, como es el caso del Tren de Aragua, vienen implementado hace años sus negocios ilícitos; se trata de mercados que no estaban desarrollados en Chile y que sirven como otro vehículo para ampliar sus empresas al margen de la ley.
“Funcionan como estructuras empresariales que identifican nichos de negocios que no se habían explotado. El secuestro extorsivo en Chile es un buen ejemplo en ese sentido“, sostuvo Cordero.
En la misma línea, Pilar Lizana, experta en seguridad y crimen organizado, afirma que estas organizaciones constantemente buscan herramientas y nuevas oportunidades para perfeccionar sus negocios, “y ahí aparece la prostitución para extorsionar a sujetos de interés”.
Por su parte, Pía Greene, experta en seguridad y crimen organizado de la USS, afirma que entre 2012 y 2023 los secuestros han aumentado “más de un 130%”, y están vinculados principalmente a bandas -por ajustes de cuentas-, o “a personas que consumen delitos asociados al crimen organizado, como el comercio sexual”.
En tanto, Juan Castañeda, cientista político, experto en criminalidad y académico de la Universidad Autónoma, plantea que esta expertise criminal que han traído estas organizaciones, también puede obedecer a que los sujetos “podrían pensar que las policías no están preparadas para enfrentar, aunque sí lo están, pero lamentablemente, la población, ante el menor indicio de extorsión y de presión, entregan el dinero. Hay una gran sensación de inseguridad”, comenta.
De acuerdo al experto, el secuestro extorsivo está teniendo mayor presencia principalmente en las zonas urbanas del país y en las zonas semiurbanas del centro del país.
Los “sujetos de interés”
El fiscal Barros advirtió que existe “un peligro para las personas que consumen, por ejemplo, prostitución en Chile, y la extorsión es parte de eso: hay un mercado y la gente no se ha dado cuenta”. Incluso, recordó que hace más de un año atrás viene levantando esta alerta.
Pero, ¿quiénes son los sujetos de interés de estos grupos? De acuerdo a los expertos, estos surgen en distintos contextos y las víctimas dependen de lo que busquen los grupos criminales.
Castañeda comenta las víctimas idóneas generalmente tienen que ver con los recursos. “Por eso, quienes pueden ser primeros focos de este delito son los empresarios, microempresario, y en algunos países, personas vinculadas a la autoridad política“.
En el caso de Chile, el peligro que se advierte, continúa el experto, “es que el delito también se podría desplazar hacia personas que no tienen grandes sumas de dinero en su poder”.
En esa línea, el secuestro extorsivo vinculado a la prostitución tiene relación -además de los recursos-, con extorsionar a las víctimas para que no se conozca que han consumido comercio sexual, especialmente cuando se trata de personas que tienen o han tenido algún cargo relevante.
“Estos grupos tienen esa información y podrían acudir a un gerente, un juez, un policía, etc., los extorsionan enviándoles imágenes, y les advierten que, si no quieren que se sepa, les piden dinero. Hablamos de un modus operandi en este sentido”, complementa Lizana.
La experta agrega que en el caso de una autoridad o exautoridad, también se puede dar esta dinámica relativa al poder que tenga, por ejemplo, en un gobierno local y cuántas de sus decisiones les puede afectar al funcionamiento de la organización criminal.
“La punta del iceberg”
Con todo, los casos de secuestro extorsivo vinculado al consumo del comercio sexual, es la punta del iceberg de la serie de economías ilícitas que desarrolla el crimen organizado. Este fenómeno en particular está vinculado a la trata de personas, una de las actividades que el Tren de Aragua desarrolla hace años en el país.
“Si tomamos el caso específico del Tren de Aragua, se ha especializado mucho en el tráfico de personas, sobre todo de los migrantes venezolanos irregulares. Esa fue una manera para poder identificar a estas mujeres que luego utilizan para otros propósitos, por ejemplo, captan a mujeres que son destinadas a hacerse cargo de otras mujeres que iban a ser explotadas sexualmente“, dice Lizana.
Agrega que “lo que estamos viendo hoy día en Chile, cuando aparecen todos estos secuestros y hablamos del tema de la explotación sexual, eso es la punta del iceberg de todo lo que hay debajo, y que nos estamos viendo”.
Por su parte, Castañeda subraya que cuando se observa un fenómeno en específico -en este caso, los secuestros extorsivos-, “claramente hay delitos que son conexos detrás”, los que además de la trata de personas, se utilizan las redes de prostitución, night clubs, “y gracias a ese tipo de operaciones, como estrategia delictiva, se puede obtener el secuestro”.
De todas formas, los expertos advierten que una vez que este negocio es identificado por parte del Estado, estos grupos no cesan su negocio; sino que van en busca de nuevos nichos, desafiando nuevamente a las autoridades, policías, al sistema penal, y de paso, las alertas en la ciudadanía.
Fuente: Emol