Ya está todo listo para la esperada cumbre en la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, abordarán la crisis en Ucrania.
Según detalló el Kremlin, el mandatario estadounidense recibirá el viernes a Putin, en una base militar de Alaska, desde las 11:30 hora local (15:30 hora de Chile).
“Evidentemente, el tema central será el arreglo de la crisis ucraniana”, señaló en rueda de prensa telefónica Yuri Ushakov, asesor del Kremlin para política internacional.
La agencia rusa TASS añade que el encuentro comenzará con una conversación individual a la que asistirán únicamente intérpretes.
Posteriormente se sumarán las respectivas delegaciones integradas por cinco altos funcionarios, lo que incluirá un “desayuno de trabajo”.
“Está previsto que al comienzo de la reunión cada presidente diga un par de palabras, como es habitual en las conversaciones internacionales”, mencionó Ushakov.
La delegación rusa estará compuesta por el ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, el ministro de Defensa, Andrey Belousov, el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, y el representante presidencial especial para la inversión y la cooperación económica con los países extranjeros, Kirill Dmitriev, además del propio Ushakov.
Luego de la reunión, Putin y Trump ofrecerán una rueda de prensa conjunta para los medios en la que “resumirán los resultados de las conversaciones”, tras lo cual la parte rusa se devolverá inmediatamente a Moscú.
Además de Ucrania, otros asuntos a tratar serán “la garantía de la paz y seguridad, y los más importantes temas regionales e internacionales”, resaltó Ushakov.
“Se espera un intercambio de opiniones relativo al futuro desarrollo de la cooperación bilateral, incluido en el ámbito económico-comercial. Destaco que ésta cooperación tiene un enorme potencial que, lamentablemente, no ha sido aún aprovechado”, puntualizó.
El histórico encuentro tendrá lugar en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, recinto militar de EEUU emplazado a las afueras de la ciudad de Anchorage.
Se trata de una base conjunta formada por la Base Aérea Elmendorf de la Fuerza Aérea y Fort Richardson del Ejército, los que terminaron fusionándose en 2010.
Irónicamente, este recinto militar desempeñó un papel estratégico clave en la vigilancia y disuasión contra la Unión Soviética durante el apogeo de la Guerra Fría.
FUENTE: BIOBIO CHILE