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Reflexiones del Comercio

El comercio de Copiapó y del País han sido los más damnificados económicamente y esto parte desde el 18 de Octubre del año recién pasado, fecha que marca un antes y un después en una ya inestable economía. Han pasado ya siete meses en un clima de incertidumbre, malas ventas, muchos comercios cerrados temporalmente y en algunos otros en forma definitiva, también un número no despreciable de comerciantes quebrados. Si bien es de comentario diario el negro escenario quevive el comercio, ya sea entre las personas, como así también, a través de los medios de comunicaciones. Además sumemos lo nefasto de la Pandemia del Covid-19 que no sólo arremete contra nuestra salud, sino con nuestras fuentes Laborales. Pero lo que  no debemos olvidar eslo más importante ,el factor humano ; aquellos comerciantes con sus colaboradores y sus respectivas familias, son los que diariamente deben enfrentar el rigor de ver sus fuentes de ingresos literalmente paralizadas, sin opciones, sin soluciones.

Es tan solo razonar ; que al permanecer cerrados dichos locales no se generan los recursos necesarios ni para proveer tan solo lo elemental ,o sea,  alimentos y servicios básicos; entonces debemos preguntarnos ¿Cómo logran mantener sus hogares?.

O bien los empleados que fueron desvinculados mediante un finiquito y hacen uso del seguro de cesantía, la pregunta es ¿Hasta cuándo le durará los montos  para mantener a sus familias? ¿Qué harán después para subsistir?.

Vemos que cada día hay más empleadores y trabajadores que quedan a la deriva por los cierres o pérdidas de sus fuentes laborales.

Sin jactarnos de pitononisos o videntes hagamos una pausa y proyectémonos a corto plazo como será el panorama socio-económico de un gran número de compatriotas: “Deprimente”.

 No es de iluso pensar que aflorarán las ollas comunes en los sectores de menos ingresos, personas mendigando por alimentos ,además ese lado de nuestra sociedad, sí ese, el cual no queremos visibilizar, me refiero a las  personas indigentes o en situación de calle que seguramente su número se incrementará y será la triste imagen de más personas  hurgando en los residuos domiciliarios en busca de restos de comida lo que veremos a diario.

Destacamos también lo visto en televisión referente a un grupo de camareros y cocineros de restaurantes apostados en semáforos en unas calles de Santiago solicitando ayuda, personas de trabajo, de esfuerzo; que han tenido que llegar al 

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extremo de  una triste y hasta humillante limosna como forma de poder llevar el sustento a sus hogares.

Noticias como las acontecidas en la comuna de El Bosque donde un grupo de compatriotas han salido a las calles a manifestarse, por medio de barricadas y protestas,por falta de alimentos, por la cesantía que cada día se hace presente en los hogares de muchos chilenos. 

Finalmente vemos con una “ relativa  alegría” que el Gobierno repartirá Dos millones de caja de alimentos,en ayuda de igual números de hogares chilenos, que no tienen  la posibilidad de abastecerse por si mismos , debido a la nula capacidad de ingresos que tienen..

Otro punto a considerar en este negro escenario es que siempre ante un aumento en la tasa de cesantía trae anexada un  aumento en la tasa de delincuencia, como ya hemos estado percibiendo.

Quiero que mi voz sea un eco en la ciudadanía y por sobre todo en nuestra alcaldía, el MOP, el CORE, etc., etc. porque ya es hora de concienciar lo antes expuesto y así poder hacer frente a la Pandemia de hambre que se viene . Por lo tanto optimicemos los recursos fiscales en la forma correcta para así mitigarla actual situación.

Se debe re-proyectar la inversión y destinarla en las necesidades urgente de la ciudadanía y  no  ocuparla en obras de mejoras viales, hermosamiento de plazas y/o parques, que si bien son un plus para la ciudad , pero  hoy  considerando lo trascendental, hoy simplemente no son necesarias

Creo que la palabra es “Priorizar”y se debería hacer un catastro de  las verdaderas necesidades de nuestra población y redestinar los recursos fiscales en esa área. Estimo que el orden sería Pandemia Covid-19, Pandemia Hambre y Pandemia Económica.

Por: Arnaldo Papapietro Vallejo – Presidente de la Cámara de Comercio Detallista de Copiapó

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