Quebradas quedaron las relaciones entre los partidos de la centroizquierda –principalmente entre el Partido Socialista (PS) y la Democracia Cristiana (DC)– tras la truncada inscripción de las primarias legales de ese sector el miércoles.
Luego de que se sucedieran una seguidilla de hechos: el apoyo de los precandidatos del PPD y Nuevo Trato a Paula Narváez (PS), la declinación de la candidatura de Ximena Rincón (DC), el intento fallido del PS por ser parte de la primaria del Frente Amplio con el PC… finalmente Unidad Constituyente se quedó sin primarias legales.
Tras el episodio, ¿es posible recomponer las relaciones en el sector?, ¿cuál sería la fórmula? Consultada si sigue en pie el pacto de Unidad Constituyente, Narváez dijo hoy que “los escenarios están abiertos”. “Lo más importante es pensar que tenemos construir mayorías para gobernar Chile, aquel que crea que podrá gobernar solo está equivocado; y por lo tanto tenemos una responsabilidad con el país, y esa responsabilidad significa tener siempre todos los escenarios disponibles y seguir conversando”, señaló.
La mirada de los analistas políticos |
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En segundo lugar, existe un clima de desconfianza entre los pactos –entre Unidad Constituyente y Frente Amplio-PC–; y también desconfianza dentro de los pactos, entre partidos, considerando lo que sucedió entre la DC y el PS: el PS corre a los brazos de la izquierda y luego intenta volver cuando le dan el portazo y la DC, comprensiblemente, no acepta las disculpas y se declara en estado de reflexión. Por lo tanto, en este clima es extraordinariamente difícil recomponer una relación que permita ganar la elección presidencial. Existen dos caminos para que la oposición consiga reunirse bajo un liderazgo común: la primera es organizar una primaria convencional, luego de que decante el conflicto, y luego de que la DC ya sin candidata presidencial se incline por Yasna Provoste, enfrentando a Paula Narváez y Carlos Maldonado. Y el segundo camino sería que las encuestas de opinión, de manera maciza, dieran como resultado que la carta presidencial más fuerte de este sector sea Yasna Provoste y eso conduzca a que Paula Narváez y Carlos Maldonado declinen su postulación, que Provoste sea aclamada –y no solo proclamada– por los partidos de Unidad Constituyente, que se materialice una lista única para enfrentar las elecciones legislativas, y de esa manera ordenar al pacto.Mauricio Morales, cientista político, académico de la Universidad de Talca: |
Puede abrirse la posibilidad de una primaria de Unidad Constituyente, pero no sé cómo quedaron las relaciones con la DC, creo que están dañadas. No sé si la DC se va a sacrificar, podría ser un escenario en que la DC compita con alguien, por supervivencia, y que el bloque progresista vaya con Paula Narváez y el candidato único del FA-PC. Pero está muy difícil para un eventual gobierno; estamos frente al declive del sistema de partidos políticos y eso hay que mirarlo con mucho detalle.Javiera Arce, cientista política, académica Universidad de Valparaíso y parte de la Red de Politólogas |
Y, en ese sentido, no me parecería raro que después la oposición se encolumne con quien sea que llegue a segunda vuelta, asumiendo que llega contra la candidatura de Chile Vamos; y tampoco descartaría que pase algo similar a la elección de gobernador en la RM, donde llegó el centro y la izquierda a la segunda vuelta.Julieta Suárez-Cao, Doctora en ciencias políticas, académica de la Universidad Católica |
La búsqueda por el poder es más fuerte que confianzas debilitadas, y en ese sentido siempre existirá una opción de realizar pactos temporales con el fin de triunfar en elecciones. Pero eso no es bien recibido por el electorado, que podría darles la espalda. |
Fuente: Emol.com