La estatal proyectó que la producción de cobre fino bajaría desde 1,7 millones de toneladas anuales a un poco más de 400 mil al finalizar la década de no contar con un plan.
El gran rajo de Chuquicamata ubicada a 15 kilómetros al norte de Calama y la mina subterránea de Salvador en la Provincia de Chañaral, forman parte de la lista de yacimientos que dejarán de producir cobre.
A esto se suma el rajo de Andina, situada a más de 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar en la Región de Valparaíso y las minas subterráneas de El Teniente, en la comuna de Machalí en la Región de O’Higgins. Todas estas pertenecientes a Codelco.
Según la estatal, los yacimientos son cada vez más profundos y con menores leyes. Eso quiere decir que se requiere tratar más toneladas de mineral para extraer la misma o menor cantidad de cobre. Mientras que la profundidad impacta en el tiempo que se necesita para transportar el mineral a la superficie.
Para enfrentar esta situación y no poner en riesgo la producción del tan preciado mineral, Codelco hace más de una década comenzó la construcción de varios proyectos estructurales para poder remplazar los yacimientos que están por dejar de producir.
Patricio Vergara, vicepresidente de gestión de recursos mineros y desarrollo de Codelco, explicó que de no contar con los proyectos de remplazo la producción de cobre fino bajaría desde 1,7 millones de toneladas anuales a un poco más de 400 mil toneladas al finalizar la década.
La reducción de alrededor del 75% que amenaza a la producción de Codelco ha levantando alarmas en algunos sectores.
Jaime Undurraga, del Centro de Estudios Públicos (CEP), a través de una carta a El Mercurio, advirtió que Codelco está ante una “tormenta perfecta”.
Ahí aseguró que “los yacimientos actuales se están agotando sin tener listos los proyectos estructurales que deben reemplazar dicha producción. La empresa lleva estudiando por más de diez años cinco megaproyectos para poder mantener su misma capacidad de producción en el futuro cercano. Se han gastado más de mil millones de dólares en pura ingeniería y actividades anexas y aún no se tienen solucionados los problemas”.
“Según los especialistas, no hay empresa en el mundo con la capacidad técnica para desarrollar simultáneamente cinco proyectos como estos, pero Codelco igual ha tratado de hacerlo y está pagando las consecuencias”, dijo en la misiva.
Proyectos de remplazo y sus avances
Patricio Vergara abordó el trabajo que está realizando la estatal y reconoció que “por razones logísticas y técnico-geológicas, y otras relacionadas con la gestión propia, así como de cumplimiento y desempeño de las empresas contratistas, nuestros proyectos estructurales han sufrido un retraso en sus avances, lo que impactará en la producción de Codelco en los próximos años”.
En esa línea, explicó que Chuquicamata está siendo relevado por Chuquicamata Subterránea, que inició su operación en 2019 y que le dará 40 años más de vida a la división. Si bien se completaron las obras de la etapa de inversión inicial, “la infraestructura de continuidad del Nivel 1 llegó a 28,6% de avance y el desarrollo mina a 37,7%”, según información pública de la compañía.
Asimismo, la mina subterránea de Salvador será sustituida por Rajo Inca, cuyo término está proyectado para 2023 y le dará 47 años a dicho centro de trabajo. “El avance es de 37,8%, el 7 de octubre Sernageomin liberó las restricciones aplicadas tras el accidente fatal ocurrido en julio, lo que permitió el reinicio de las obras del prestripping del proyecto”, expuso la Estatal.
Sobre el Traspaso Andina, Patricio Vergara indicó que se está terminando el precomisionamiento de su chancado secundario y se estima que el término del proyecto será en marzo de 2023. Lo cual le permitirá 30 años más de vida útil a Andina.
Finalmente, la cartera de Proyectos El Teniente le significará 50 años más a dicha división.”Andes Norte llegó a 75,9%, las obras tempranas de Diamante, a 99,6%, y de Andesita a 97,2%, mientras su ejecución alcanzó 24,9% y 15,2%, respectivamente”, detalló Codelco.
Con todo, según Máximo Pachecho, presidente ejecutivo de la estatal, estos proyectos estructurales sólo permitirían sostener la capacidad productiva. Para aumentar la producción, Codelco necesitaría de una o dos nuevas minas adicionales.
Esto es un panorama complejo para la compañía de cobre, ya que “a mediano plazo, la demanda superará con creces a la oferta (…) aumentará la demanda de cobre de casi 25 millones de toneladas anuales a poco más de 31 millones en 2032″, expuso Pacheco en Asia Copper Dinner, evento organizado por CESCO en Singapur.
“Considerando que algunos yacimientos de cobre están en proceso de dejar de producir y que otros proyectos están en proceso de iniciar operaciones, se estima que el déficit será de casi 8 millones de toneladas en 10 años“, agregó el presidente de Codelco.
Por su parte, Cristian Cifuentes, analista de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), dijo que “Codelco aún tiene oportunidades de mantener su producción, con tecnología de vanguardia”.
“La estatal ha logrado movilizar capitales de tal forma de anticiparse a el decaimiento natural de sus faenas, y si bien hay proyectos importantes aún en estudio, como RT Sulfuros Fase 2 y la Expansión Andina, que permitirían crecer y mantener la competitividad de la estatal, obviamente necesita más proyectos y nuevas minas que permitan mantener el liderazgo de la compañía”, añadió.
Análisis desde la academia
Francisco Rivas, director de la Escuela de Ingeniería Civil de Minas de la Universidad de Talca, sostuvo que “las empresas mineras siempre están realizando exploración con el fin de aumentar los recursos y reservas mineras, y esto no es la excepción con Codelco (…) si bien se están agotando los recursos ya identificados, siempre se están descubriendo nuevos sectores a mayores profundidades”.
A su parecer, “no es que estén estancados, sino mas bien, se están desarrollando con mayores exigencias ambientales y se están poniendo mayores desafíos tecnológicos como son la automatización y la cero emisión de carbono, por lo cual, proyectos que hace 15 años se planificaron de una forma, hoy están obsoletos y por ende, es necesario actualizarlos para cumplir con las exigencias ambientales, sociales y técnicas que hoy requieren estos proyectos”.
“Si bien hay un retraso, Codelco está desarrollando proyectos con excelencia, responsabilidad y de manera sustentable tal como lo indica en sus valores que promueven”, puntualizó.
Fuente: Emol