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Pre y post parto: la importancia de la terapia kinésica

Una preparación oportuna y personalizada tanto antes como después del nacimiento de un hijo puede marcar la diferencia en la recuperación física de una mujer. Los kinesiólogos Mauricio Hernández y Alejandro Villalobos de Bupa Sport nos explican por qué es relevante y qué debemos tener en cuenta.

El embarazo y gestación de un hijo supone, de por sí, muchísimos cambios para la mujer, no solo desde el punto de vista físico, sino que también psicológico y social. Por eso, un adecuado acompañamiento kinesiológico durante esta etapa es clave para mantener y desarrollarla funcionalidad y musculatura.

“Un número significativo de mujeres presenta disfunciones en el post parto, que si no se tratan a tiempo pueden derivar en complicaciones psicológicas (depresión), físicas (disfunción de la musculatura abdominal y piso pélvico) o sociales (por aislamiento de la persona por una alteración de su autoimagen). Es por ello que una terapia kinésica tanto antes como después del nacimiento de un hijo es muy importante para recuperar la funcionalidad de la persona después del embarazo”, sostienen Mauricio Hernández y Alejandro Villalobos, kinesiólogos de Bupa Sport. 

De acuerdo a lo que explican los especialistas, la terapia debería comenzar durante el embarazo, con ejercicios especializados para trabajar el transverso abdominal, que es el músculo más profundo a nivel de la pared abdominal y con una orientación en forma de faja. Esto ayuda a contener el peso del bebé y  a resguardar la salud del piso pélvico. Ya después del parto, si este no tuvo complicaciones y fue vía vaginal, la terapia se puede retomar a los pocos días. “Si el parto fue a través de una cesárea, hay que tener un enfoque multidisciplinar (ginecólogo, enfermera y kinesiólogo) para enfrentar de manera progresiva el tratamiento en función de la extensión de la cirugía que tuvo la persona y las complicaciones, si es que las hubo”, explican. 

El programa de ejercicios debe ser personalizado y debe ir avanzando de manera progresiva de acuerdo a cada paciente. 

Diástasis abdominal

En algunos casos, se produce una separación de los rectos abdominales, que son los músculos que están en la cara anterior a la pared abdominal, a lo largo de la línea alba. Esta condición se llama diástasis abdominal y se observa como una pared abdominal distendida y débil. Además del impacto estético que provoca, la diástasis puede ocasionar la aparición de hernias, dolores lumbares o problemas de piso pélvico, como prolapso o incontinencia urinaria. “Por eso, si se produce, es importante tratarla a tiempo con la ayuda y supervisión de un kinesiólogo especialista en esta área”, añaden.

 Retorno al deporte

La terapia kinésica también resulta clave en el proceso de retorno de la paciente a su actividad deportiva habitual. “Una pared abdominal sin trabajar, o mal trabajada, puede no asumir los aumentos de presión que tienen algunos deportes. Correr, ejercicios con impacto, el fitness sin supervisión e incluso el pilates mal indicado pueden generar mucho daño en la zona. En Bupa Sport tenemos un staff de kinesiólogos altamente calificados y con gran calidad humana, enfocados en la recuperación de la funcionalidad de aquellas mujeres que hayan dado a luz ”, cuentan los kinesiólogos de Bupa Sport.

Fuente: Javiera Mijac L. Com. Estratégica EK

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