- Por Dra. Gisela Alarcón, Decana Facultad de Medicina U.Central y ex subsecretaria de redes asistenciales
La salud es una construcción social y se reconoce como un derecho de todos y todas. Los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes. El derecho a la salud es reconocido como un derecho humano cuya satisfacción se encamina hacia el logro del bienestar de las personas y a un nivel de vida digno. Se orienta hacia la construcción de una sociedad integrada, equitativa, solidaria y justa reconociendo a todas las personas como sujetos/as de derechos sin distingo ni discriminación alguna. Este enfoque obliga a los Estados a proteger y cuidar a las personas, familias y comunidades, avanzando hacia la universalización y equidad en acceso y resultados, asegurando servicios de salud disponibles y accesibles, respetuosos, con calidad, aceptabilidad e integralidad que aborden los determinantes sociales de la salud.
Todos y todas – legítimamente – tenemos derecho a compartir miradas distintas sobre lo sucedido en Chile en los últimos años. Particularmente en relación al origen, evolución y resultados sanitarios de las Isapres, así como en lo que se pudo o no se pudo haber hecho antes de que un fallo de la Corte Suprema pusiera en jaque al Gobierno y al sistema de salud privado.
Hoy es momento de seguir avanzando en los acuerdos entre el Poder Ejecutivo y Legislativo. El Gobierno ha realizado esfuerzos incansables por cumplir con la sentencia -a la que está obligado- dando estabilidad al sistema, a través de la Ley corta de Isapres.Hoy esperamos que las/os legisladores sigan respondiendo al país, poniendo al centro las necesidades de las personas lo que permitirá también seguir avanzando en la necesaria Reforma para un mejor sistema de salud.