Cerrar

(Opinión) Cuando los influencers dicen “no” a las marcas: el auge del deinfluencing:

Por Diego Muñiz, Co founder HERA

En la era digital, donde las recomendaciones pagadas y los productos “imprescindibles” dominan, ha surgido el deinfluencing: el fenómeno de influencers que desaconsejan ciertos productos o prácticas de consumo. Este movimiento está redefiniendo las dinámicas entre marcas, creadores de contenido y audiencias. En lugar de promover el consumo, los deinfluencers apuestan por la honestidad, la transparencia y el consumo responsable.

El deinfluencing se originó en plataformas como TikTok en 2023, cuando creadores de contenido comenzaron a rechazar productos populares, motivados por razones éticas o experiencias negativas. Este fenómeno no sólo responde a un cambio en los valores de los influencers, sino también a una audiencia más crítica que exige autenticidad y rechaza las recomendaciones comerciales disfrazadas de contenido orgánico.

Un estudio de Morning Consult (2024) reveló que el 84% de los consumidores confían más en influencers que comparten opiniones honestas, incluso si son negativas. Este dato subraya cómo las marcas deben adaptarse a un entorno donde la autenticidad es más valorada que la simple visibilidad.

El auge del deinfluencing representa un reto para las marcas, que deben replantear cómo se relacionan con los influencers. Las campañas tradicionales, centradas solo en alcance y visibilidad, ya no son suficientes. La autenticidad y la transparencia son las nuevas monedas en la economía digital.

¿Cómo pueden las marcas adaptarse al deinfluencing? Primero, fomentando colaboraciones auténticas, pues las marcas deben permitir que los influencers den su opinión genuina sin restricciones. Por otro lado, se deben establecer relaciones a largo plazo, ya que la confianza mutua se construye con el tiempo, no con campañas puntuales. Las marcas deben aceptar la crítica como una oportunidad y no ver el deinfluencing como una amenaza.

Por último, siempre hay que ser transparentes en los procesos de patrocinio. Las marcas deben permitir que los influencers compartan su experiencia real, ya sea positiva o negativa, y ser claros sobre las colaboraciones comerciales.

El deinfluencing está lejos de ser una moda pasajera. Es una señal clara de un cambio en las expectativas de los consumidores, que ahora buscan autenticidad y transparencia en las recomendaciones de los influencers. Las marcas que comprendan esta tendencia y adapten sus estrategias de marketing tendrán una oportunidad única para construir relaciones más genuinas con su público. La honestidad y la confianza se están convirtiendo en los activos más valiosos en el marketing de influencers.

scroll to top