En vísperas de las celebraciones de fin de año, el obispo de la Diócesis de Copiapó, Ricardo Morales, hizo un llamado a la reflexión y a la unidad de toda la familia de la Región de Atacama.
En su tradicional saludo navideño, la máxima autoridad eclesiástica local puso énfasis no solo en el valor de los seres queridos, sino también en las urgencias sociales que enfrenta la zona.
En ese sentido, comenzó invitando a los atacameños a redescubrir el sentido profundo de estas fechas, recordando que el mejor regalo es la familia y los seres queridos.
El obispo también abordó temas de la contingencia regional y nacional, instando a las autoridades y a la ciudadanía a trabajar por el bien común.
En su mensaje, Morales destacó tres pilares fundamentales para el próximo año, entre los que se encuentran el cuidado de los más vulnerables, en especial el acompañamiento de los adultos mayores.
En materia de educación, subrayó la importancia de cuidar a los jóvenes a través de la formación académica y en materia de seguridad hizo un llamado directo a construir entornos más seguros para todos.
Asimismo, el obispo no olvidó la realidad migratoria de la región.
Finalmente, citando al Papa Francisco, Ricardo Morales recordó que el interés personal no puede estar por encima del bienestar colectivo, con la icónica frase “Nadie se salva solo”.




