La mañana de este miércoles, en el frontis de la Catedral de Copiapó, un grupo de personas realizaron una manifestación, con el despliegue de carteles, donde se pedía verdad y justicia para el sacerdote español Juan Pedro Cegarra, el cual tuvo que dejar el país y volver al suyo, luego de una investigación canónica que lo señala como responsable de un caso de abuso sexual.
Nostálgica pudo conversar con Rodolfo Villarroel, integrante de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, el cual mencionó que en la ciudad de Copiapó se creó una Coordinadora por la Verdad y la Justicia hacia el padre Juan Pedro Cegarra, esto tras lo que calificó como un “engorroso proceso al interior de la Iglesia” que terminó con la salida del sacerdote desde la capital regional y su retorno a España.
Villarroel manifestó que a Cegarra se le acusa de un abuso, lo que sería inconcebible:
El vocero de la Coordinadora destacó la figura del sacerdote en su rol de defensa de los Derechos Humanos, llamando la atención de la no presentación de los antecedentes ante la justicia, según insistió Villarroel.
Frente a este caso, la Coordinadora pretende exigir al Obispo de Copiapó que presente los antecedentes del caso “ante los tribunales ordinarios para que sea la Justicia chilena la que pueda esclarecer este hecho” agregando que “Juan Pedro se fue a España sin saber de qué se le acusaba, entonces tampoco tuvieron la dignidad de decirle… simplemente el Obispo resuelve que Juan Pedro debe salir de la Catedral, le da un plazo de diez días y lo manda a España”, indica Villarroel.
Por su parte, el Obispo de Copiapó, Ricardo Morales se refirió a este tema durante la jornada de este miércoles manifestando que es importante aclarar los hechos con la verdad, lamentando que las personas que realizaron la manifestación no se hayan acercado al Obispo para hacer las preguntas que correspondían, entregando antecedentes del caso:
Morales indicó que “Hemos aprendido por las víctimas y de los sobrevivientes que ellos tienen que estar en el centro de nuestra atención… hoy día nosotros tenemos que estar comprometido en el respeto a todos los derechos humanos, del sacerdote y de la víctima en este caso… la investigación comenzó en agosto del año 2019, culmina con un informe de un perito en derecho canónico en enero del 2020”, precisando que él llegó en septiembre de este año por lo que no ha tenido responsabilidad alguna en la investigación e imputaciones en contra del sacerdote Juan Pedro Cegarra.
El obispo Ricardo Morales lamentó además que en algunos círculos de personas se haya filtrado el nombre de la víctima, ya que se vuelve a vulnerar su dignidad, señalando que tuvo la oportunidad de conversar con la persona afectada, donde le manifestó su dolor y pena por lo ocurrido, y donde se aseguró que incluso hubo personas que le amenazaron por la denuncia que hizo, por lo que fue enérgico al preguntar “¿seguimos no creyéndole a las víctimas?”, subrayando que “el padre Juan Pedro ha tenido todas y cada una de las posibilidades de defenderse”, asegurando la autoridad eclesiástica que en el informe de la investigación canónica el propio Cegarra reconoce su responsabilidad en el caso y será en España donde en su Diócesis de origen, el respectivo Obispo que le aplique las medidas disciplinarias que corresponden.