En conversación con Nostálgica, Rodrigo Urzúa, presidente del Comité de Vivienda e Inmobiliario de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Atacama, destacó la importancia del nuevo subsidio habitacional anunciado por el Ministerio de Hacienda, que busca reimpulsar la venta de viviendas en stock y, con ello, fomentar el inicio de nuevos proyectos en la región.
De acuerdo a lo que señala lo que se está impulsando es una medida concreta para que las familias puedan acceder a mejores condiciones en su crédito hipotecario.
La iniciativa está pensada específicamente para viviendas en stock —es decir, disponibles para entrega inmediata— con un valor de hasta 4.000 UF. Esto permite dinamizar la venta de unidades que ya están construidas, pero que por distintas razones no han logrado comercializarse en los últimos años.
Uno de los aspectos más atractivos del programa es la rebaja en la tasa hipotecaria: hasta 0,6 puntos porcentuales menos (60 puntos base), lo que puede marcar una gran diferencia en el dividendo mensual.
Esto último es clave para muchas familias que han quedado fuera del sistema hipotecario por no alcanzar los ingresos requeridos. Con esta rebaja, el monto mínimo de renta para calificar podría bajar entre $200.000 y $300.000, dependiendo del valor de la propiedad.
Este programa se complementa con los proyectos DS-19, que forman parte del Plan de Emergencia Habitacional. En estos casos, las viviendas tienen un subsidio estatal, y el crédito que debe asumir el comprador es mucho menor —en algunos casos entre 1.000 y 2.000 UF—, lo que abre una ventana para que más personas puedan convertirse en propietarias.
En Atacama, el stock de viviendas ha sido menor en comparación con otras regiones, principalmente por los altos costos de construcción. Por eso, este incentivo es visto como una oportunidad clave para reactivar la industria inmobiliaria y retomar proyectos que han estado detenidos.
Además, este subsidio está alineado con el Plan de Emergencia Habitacional del Gobierno, que busca reducir el déficit habitacional a nivel nacional. En Chile, la meta es construir y entregar 260.000 viviendas en cuatro años. En la región de Atacama, el objetivo es aportar con 7.500 unidades, de las cuales ya se han entregado cerca de 5.000.