En medio del inicio del nuevo año indígena, el Jardín Infantil y Sala Cuna “Mi Primera Estación” del puerto de Caldera, abrió sus puertas y corazones para rendir un sentido homenaje a los pueblos originarios, con especial énfasis en el Pueblo Chango, reconociendo su historia, cultura y profundo arraigo en el territorio costero de Atacama.
La jornada, cargada de simbolismo y emoción, reunió a familias, niños, niñas, educadoras y autoridades en una ceremonia que buscó fortalecer la identidad cultural desde los primeros años de vida.
Valentina Díaz, directora del establecimiento sostuvo que el Pueblo Chango tiene un especial arraigo, además, gracias a un convenio con Junji y Conadi, cuentan con una Educadora de Lengua y Cultura Indígena (ELCI) para acercar esta cosmovisión a la comunidad del jardín infantil.
Marta Rodríguez, la única Educadora de Lengua y Cultura Indígena del Pueblo Chango en Caldera, es quien lidera esta labor pedagógica y cultural. Comenta que ha adaptado los contenidos según la edad, pero la esencia se mantiene, que es rescatar, visibilizar y transmitir, marcando un hito a nivel nacional debido a que es la primera ELCI del Pueblo Chango.
Además, Silvia Ponce, subdirectora de Calidad Educativa de Junji Atacama, también destacó el hito de ser la primera ELCI Chango en el país, una de las tres educadoras que entregan sus conocimientos en la región de Atacama.
Como parte de este compromiso, el jardín ha incorporado nombres en lengua aymara en sus salas y espacios administrativos, recordando también los antiguos lazos entre changos y aymaras a través del trueque de alimentos. De hecho, se proyecta el desarrollo de talleres abiertos a la comunidad educativa en lenguas como el quechua y el aymara.
