La mujer vivió durante años abusando de malos hábitos y consumos excesivos de comida chatarra y bebidas azucaradas.
Abbie Lodge contó una de esas historias que se tomaron el Reino Unido. La joven de 34 años, madre de dos pequeños, contó cómo cambió radicalmente su dieta y perdió 65 kilos en un mes.
En conversación con The Sun, la joven reconoció que durante años tuvo malos hábitos y consumos excesivos de comida chatarra y bebidas azucaradas.
De hecho, relató que durante años consumió entre tres y cuatro litros de una bebida de cereza con azúcar, todos los días. Su alimento lo complementaba con comida chatarra, como papas fritas y chocolate.
“Estaba en un ciclo constante de ‘tratar de portarme bien’ y, ante cualquier cosa, volvía a perder el control“, recordó la mujer, quien detalló que llegó a gastar 200 libras mensuales en comida por delivery, es decir, cerca de 260 mil pesos chilenos.
“Me anestesiaba con la comida, como quien recurre al alcohol o las drogas“, reflexionó.
Esta situación la atravesó durante años, hasta que se vio en un video familiar de unas vacaciones y, poco tiempo después, recibió un llamado de atención de sus médicos.
La dieta que aplicó la mujer que perdió 65 kilos en un mes
En la actualidad, Abbie se dedica a trabajar como coach en pérdida de peso. Esto lo evidencia en sus redes sociales, donde también compartió el antes y después de su físico tras el drástico cambio que realizó en su dieta.
Así, comenzó un plan de reemplazo de comidas de Cambridge Weight Plan, donde empezó a enfocarse en una alimentación más “estructurada, saludable y con ejercicio”, según detalló en conversación con el medio citado.
“Mi solución para bajar de peso y mantenerme fue el agua. Ahora tomo tres o cuatro litros por día y llevo una vida normal, equilibrada y saludable. Nada está prohibido, aprendí a encontrar el balance”, indicó.
“Ya no soy prisionera de la comida. La carga mental se alivió muchísimo. No me gobierna más lo que como”, cerró.
Según indicó en la instancia, cambió drásticamente su dieta:
Antes:
- Desayuno: nada. O papas fritas y chocolate.
- Almuerzo: comida para llevar
- Cena: más delivery o comida chatarra.
- Bebidas: 3-4 litros de bebida azucarada por día.
Después:
- Desayuno: omelette o yogurt proteico.
- Almuerzo: comidas balanceadas y con proteínas.
- Cena: lo que cocina para la familia, sin restricciones.
- Bebidas: 3-4 litros de agua por día.
Ojo, según comentó la mujer, el cambio no sólo fue físico, sino que apuntó a lo mental: “Ya no soy prisionera de la comida. La carga mental se alivió muchísimo. No me gobierna más lo que como”, reflexionó.
FUENTE: T13
