Más de mil personas salieron de nuevo este domingo a las calles de Rangún, Myanmar, para protestar contra el golpe de Estado del 1 de febrero que depuso al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, constataron periodistas de la Agence France-Presse (AFP).
La policía antidisturbios estaba desplegada cerca de la Universida de Rangún, donde tenía lugar la manifestación.
“Seguiremos manifestando hasta que vuelva la democracia. Abajo la dictadura”, declaró Myo Win, un manifestante de 37 años, bajo un concierto de bocinazos.
“La dictadura está enraizada en nuestro país desde hace demasiado tiempo”, lamentó Myat Soe Kyaw. El país vivió bajo dictadura militar durante casi 50 años después de su independencia en 1948.
El sábado, varios miles de personas se congregaron en la capital económica de Myanmar, en la primera gran manifestación desde el golpe de los militares que han decretado un estado de emergencia por un año y detuvieron a Aung San Suu Kyi así como a decenas de responsables políticos y activistas.
Los manifestantes coreaban “liberen a madre Suu”, en referencia a Aung San Suu Kyi. Otros enarbolaban banderas de su partido, la Ligan Nacional para la Democracia (LND) y hacían el saludo con tres dedos, un gesto de resistencia.
Pese a las órdenes de los militares golpistas de bloquear internet, la manifestación estaba siendo difundida en línea por Facebook donde se multiplicaban los mensajes de apoyo. “Son nuestros héroes”, “respeto a los manifestantes”, se podía leer.
Mientras tanto, la censura prosigue y el país seguía registrando cortes importantes de internet el domingo.
El acceso a Facebook, principal herramienta de comunicación para millones de residentes del país. estaba limitado, al igual que Twitter e Instagram.
Aung San Suu Kyi, muy criticada hasta hace poco por la comunidad internacional por su pasividad en la crisis de los rohinyás, sigue siendo una figura querida en su país.
Los militares la acusan de haber infringido una oscura regla comercial y se encuentra “bajo arresto domiciliario” en la capital Naypyidaw. “en buena salud”, según un portavoz de la LND.
Fuente: latercera