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“Mano dura” en Ecuador y las consecuencias de su posible éxito: ¿Chile el próximo destino de las bandas narcotraficantes?

Como “amenaza latente para Chile” calificaron algunos expertos la crítica situación de Ecuador, país que atraviesa una crisis de seguridad, y donde medidas como el estado de excepción, la construcción de dos cárceles de máxima seguridad, toque de queda y el desplazamiento en las calles de las Fuerzas Armadas, fueron dictadas por el presidente de Ecuador, Gabriel Noboa, durante los últimos días para controlar la desatada conducta de cerca de 20 bandas de narcotraficantes.

Si las medidas tomadas hasta ahora, se profundizan y Ecuador comienza a aplicar “mano dura” a los delincuentes, y tener éxito en el intento, Chile tiene que encender sus alertas. ¿Por qué las medidas restrictivas aplicadas en el país sudamericano y su posible éxito podrían afectarnos?

La respuesta son diversas, y mientras algunos analistas políticos aseguran que Chile es un país más fortalecido que Ecuador, en cuanto a nuestro sistema judicial y medidas de seguridad, otros aseguran que nos “separa una delgada línea roja”, convirtiéndonos “es el país más rentable para las bandas narcotraficantes”.

Entre las características que favorecen a las organizaciones ilegales y los efectos que podría generar esta persecución en Ecuador para Chile, una de sus particularidad es la facilidad de adaptación a nuevas condiciones, lo que frente a medidas extremas, se convierte en una útil arma para migrar. De hecho, lejos de encerrarse en las fronteras de Ecuador, el narcotráfico se expande día a día.

El académico investigador del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián, Cristián Medina, expresó a Emol que cree estar “frente a una escalada del crimen organizado de carácter transnacional, internacional o por lo menos continental“, destacando además la rápida evolución de los grupos y su capacidad de adaptación. Y es que hace pocos años atrás Ecuador era un país tranquilo, que -a pasos agigantados- se convirtió en uno dominado por el narcotráfico y la violencia.

En esta línea, las “nuevas oportunidades” para los miembros de estas bandas generan que las redes se expandan cada día más, “aumentando sus intereses en diferentes países y penetrando las estructuras institucionales de todas las naciones en las cuales están instaladas”, agregó Medina.

La violencia y las amenazas como bandera de lucha por parte de los delincuentes y las intensas respuestas del gobierno, generan una migración -legal e ilegal- por parte de las personas que buscan dejar atrás un escenario así, y donde Chile se presenta como “un panorama mucho más tranquilo para las personas que huyen de estos contextos”, explicó Vanessa Cárdenas, Analista Internacional del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae.

Diferente escenario es el de las bandas de narcotraficantes, quienes frente a la constante persecución e intentos de “acorralamiento” por parte del gobierno, deciden migrar. “Cuando empiezan a ser perseguidas se van hacia otros países, tanto aquellas que están siendo buscadas como otras bandas menores que se les empieza a complicar la operación en su país y que buscan nuevos mercados”, explicó Cárdenas.

Aquí es donde Chile, se convierte -para algunos analistas- en el principal destino, mientras que otros apuestan por Perú. “Antes que en Chile yo creo que esto pasaría en otros países de la región, por ejemplo Perú, el cual ya cerró su ‘frontera’: puso mayores precauciones inmediatamente, porque de todas maneras ve inminente el traspaso del problema de la seguridad”, comentó el investigador postdoctoral de la universidad Autónoma de Madrid, Sebastián UmpIerrez.

Por otro lado, el consultor en prevención del delito, Sydney Houston, reveló que para él “existe una delgada línea roja que no podemos sobrepasar”, advirtiendo que si al presidente Noboa “le va bien y logra controlar el narcotráfico, en un par de años, esas bandas criminales van a llegar a Chile”.

“Van a buscar una democracia en Latinoamérica donde seguir con sus negocios. Y van a encontrar en Chile, lamentablemente, un país donde tenemos una muy mala reforma judicial penal y donde hay demasiada garantía para el delincuente, lo que nos convierte en un interesante escenario para estas bandas delictuales”, sentenció Houston.

Sin ir más lejos, Medina, expresó que este posible escenario “es una realidad”, y que en nuestro país “ya estamos asistiendo, es cosa de prender la televisión, a una escalada de hechos violentos diariamente, a situaciones de hechos de sangre que no estábamos acostumbrados”.

De esta manera añadió que “nuestras autoridades deberían fortalecer las estructuras institucionales, legales, policiales, investigativas, precisamente para evitar que este tipo de crimen organizado transnacional se instale en nuestra sociedad”.

Diferente es la visión de Umplerrez, quien aseguró que “el sistema judicial chileno tiene mucha más institucionalidad que el ecuatoriano“. Asegurando que “tiene muchas y mejores ventajas, las que frenan un poco una crisis de seguridad, además de tener más regulada la migración que Ecuador”.

Chile y sus “facilidades” para el narcotráfico

Al hablar del narcotráfico en Chile, hay un consenso en que nos encontramos en un “controlado presente”, sin embargo, se espera una inserción futura “asegurada”. Cárdenas reveló que el país aún “tiene territorios que no han sido apropiados por grandes bandas”, esto a diferencia de países como México o Colombia, donde “nadie pensaría en ir a buscar un espacio”.

Además, recordó que tradicionalmente no hemos sido un país que haya tenido la necesidad de tener controles extremos para el narcotráfico, sino que está “empezando” –a pesar de llevar años gestándose– a diferencia de muchos países de América Latina.

Por lo que se convierte en un “territorio fácil para apropiarse”, además de abrir múltiples rutas de comercio: hacia Asia y Europa, principalmente.

Una constante complicación para los carteles es el intenso patrullaje y fiscalización, y son “estos mismos carteles, el de Sinaloa, el de Nueva Generación, que operan en Ecuador, los que están buscando puertos mucho más sensibles”. Aquí es donde entramos -nuevamente- en la ecuación: “Chile no tiene una vigilancia especializada, focalizada, además de tener muchas facilidades por sus rutas comerciales, por sus tratados, etc. para el desplazamiento de productos que están buscando estos grandes carteles a través de bandas locales”, concluyó Cárdenas. Agregando que lo anterior “lo convierte en un país importante y destino para varias operaciones del narcotráfico”.

Houston agregó que, debido a su sistema de reforma penal “Chile es el país más rentable para las bandas narcotraficantes”, advirtiendo que el país “necesita una reforma penal ya, ahora”. Especificando que en Chile, “los dueños de la calle son las bandas de narcotraficantes venezolanas y colombianas, pero aún no nos controlan las (bandas) mexicanas. Cuando lleguen…olvidémonos“.

Fuente: Emol.com

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