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Mañalich tras ser “funado” en Hospital del Salvador: “Fue bastante intensa y extensa, pero es parte del trabajo”

Esta mañana, un grupo de personas increpó al ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien se encontraba en el Hospital del Salvador de Providencia visitando a algunos pacientes que han resultado heridos en medio de las movilizaciones.

Mientras el secretario de Estado hacía el recorrido por el recinto, las personas le gritaban “sinvergüenza”, además de pedir su renuncia.

Las imágenes también mostraban a funcionarios con carteles que decían “asesino con delantal”, denunciando la falta de insumos médicos en centro hospitalario.

Minutos después, cuando el titular de Salud salió del Hospital, otro grupo de personas rodeó el auto, lo rayó y lo empezó a mover mientras Mañalich se encontraba en su interior.

Luego de lograr salir del tumulto de gente, los funcionarios denunciaron que a una persona le pasó el auto por encima de un pie.

“Esto no fue nada organizado, esto fue espontáneo, no se necesita mayor organización. Estamos furiosos, estamos acá por nuestros pacientes, mis pacientes se están muriendo, llevo dos años trabajando con ellos en la salud pública, se mueren todos los días y de forma indigna”, dijo una de las funcionarias del Hospital.

La versión del ministro

Luego de la manifestación, el ministro Mañalich conversó sobre los hechos con Radio Agricultura.

“Nosotros tenemos una agenda bien intensa tanto el subsecretario (de Redes Asistenciales, Arturo) Zúñiga como yo y los directores de servicios y hospitales en las regiones de visitas, de atender las necesidades de las personas que han resultado lesionadas producto de la violencia política”, comentó.

“Normalmente estas visitas las hacemos con bastante hermetismo. Hoy día en el Hospital del Salvador, por lo demás yo quiero agradecer a los trabajadores que a pesar de la ira que manifestaron durante mi visita, no se han detenido en su trabajo”, añadió.

Asimismo, explicó que “se organizó espontáneamente una manifestación de rechazo, de funa, de ira, que fue bastante intensa y extensa, pero es parte del trabajo. (El auto) comenzaron a golpearlo, a moverlo a tratar de que no avanzara e intentaron darlo vuelta también”.

Al preguntarle si sintió miedo, dijo que “no, es una cosa que ha ocurrido tantas veces y evidentemente nosotros no queremos llegar a los hospitales ni con resguardo policial ni avisos porque lo que nos interesa es visitar a los pacientes y ver cómo podemos ayudar”.

 

Fuente: emol

 

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