El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este domingo que su país donó a Brasil 14.000 bombonas individuales de oxígeno, equivalentes a 136.000 litros, para ayudar en el colapso hospitalario de Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía brasileña.
Está en camino el cargamento “conformado por seis cisternas con un total de 136.000 litros de oxigeno, equivalentes a 14.000 balones o bombonas individuales“, dijo Maduro al leer un mensaje en su móvil del gobernador del estado de Bolívar, fronterizo con Brasil, Justo Noguera.
Maduro no aclaró si se trata de un nuevo cargamento, pues el sábado el canciller venezolano, Jorge Arreaza, había informado que ese mismo día saldrían de Venezuela varios camiones cargados con cilindros de oxígeno, sin ofrecer detalles sobre la donación.
El mandatario solo indicó que los cilindros llegará mañana temprano a la frontera con Brasil, en Santa Elena de Uairén, donde serán entregados a las autoridades del país vecino.
“Se estima que puedan llegar (a Manaos) 14 horas después“, agregó al tiempo que resaltó que Venezuela debe dar la vida “si es necesario por la solidaridad, el amor”.
El apoyo se brinda mientras diversas ONG y la oposición venezolana denuncian la escasez de material médico y medicinas en los hospitales públicos de Venezuela, que atraviesan una grave crisis desde hace más de un lustro.
La ayuda de Venezuela a Brasil se concretó el pasado jueves, cuando Maduro ordenó al canciller comunicarse con las autoridades de Manaos para poner a su disposición el oxígeno necesario para atajar la emergencia.
El mismo día que se ordenó la ayuda un grupo de paramédicos motoristas, que trabajan de forma independiente y son conocidos como “Ángeles de las Vías”, denunció, a través de su cuenta en Instagram, que llevaba 14 horas buscando un hospital para ingresar a un paciente contagiado con COVID-19, sin lograr que lo recibieran por no contar con “cupos”.
Tras más de medio día, fue internado en el Hospital José María Vargas, uno de los principales de Caracas, pero posteriormente los médicos del centro recomendaron su traslado a otro por no contar con oxígeno, mientras este producto es ofrecido al país vecino.
El paciente, finalmente, fue ingresado en el hospital de campaña que habilitó el Gobierno en el Poliedro de Caracas, un recinto diseñado para grandes eventos y transformado en centro receptor de pacientes con COVID-19.
El colapso en Manaos
Manaos vive desde el jueves un toque de queda de once horas diarias -entre las 19.00 y las 6.00 del día siguiente- ante el caos sanitario causado por el COVID-19 y que obligó a las autoridades a enviar sus enfermos a otras ciudades.
La medida fue anunciada por el gobernador del estado de Amazonas, quien admitió que, además de hospitales ya sin capacidad y cementerios desbordados, Manaos, la capital regional, enfrenta una grave falta de cilindros de oxígeno para enfermos hospitalizados por COVID-19 que están conectados a respiradores mecánicos.
Brasil, con sus 210 millones de habitantes, es uno de los epicentros de la pandemia y el segundo país con más muertes en el mundo por COVID-19, después de Estados Unidos, con casi 210.000 fallecidos.
Fuente: 24horas.cl