Situación actual de Monsalve. Esta semana, el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quedó con la cautelar de arresto domiciliario total, tras lo cual abandonó el anexo penitenciario Capitán Yáber.
- Su salida ocurrió después de que la Segunda Sala de la Corte Suprema acogiera la acción de amparo, presentada por su defensa, en contra de la sentencia del Séptimo Juzgado de Garantía que decidió mantenerlo en prisión preventiva.
- Monsalve, formalizado por los presuntos delitos de violación y abuso sexual en contra de una subalterna, permaneció con esa medida cautelar por 181 días. Primero, estuvo recluido en la Cárcel de Rancagua y, luego de recibir amenazas, fue trasladado a Capitán Yáber.
- El máximo tribunal decretó además para el exsubsecretario, investigado por la Fiscalía Centro Norte, las cautelares de arraigo nacional y prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima.
Declaración del exsubsecretario. En este marco, La Tercera dio a conocer la declaración completa de Manuel Monsalve realizada entre los días 7 y 13 de enero.
- La declaración suma 63 páginas y en ella responde a 307 preguntas.
- En esta parte que se narra a continuación, él cuenta su versión sobre los encuentros que sostuvo con la denunciante los días 1 y 22 de septiembre, así como lo que sucedió, según él, en los días posteriores.
Almuerzo en el Costanera Center. La denunciante ha señalado que el 1 de septiembre, en el mall Costanera Center, se reunió con Manuel Monsalve con fines laborales y que allí recibió un beso sorpresivo por parte del entonces subsecretario, quien tiene una versión distinta de los hechos.
- “Llego a eso de las 14 horas, ingresé por una puerta lateral que está en Andrés Bello, habitualmente andaba con jockey, gafas, buzo, entré al Costanera, subí al piso de los restaurantes, me senté en una mesa del restaurante Milá y le escribí a (denunciante), le pregunté si quería que le mandara un Uber, como gesto de gentileza; ahí le pedí la dirección para mandarle el auto, creo que esto fue una conversación por Signal, le mandé un pantallazo por WhatsApp, con la información del Uber, el vehículo y la patente.
- Ella me dice ‘súper’ con signos de exclamación y luego me avisa que llega en 5 minutos. En ese momento yo estaba tomándome una cerveza, le pregunté qué quería comer, ella pidió una ensalada, yo un lomo vetado si no me equivoco, y le pregunto si quería beber algo y me dijo que “sí a un pisco sour”, por lo que bebimos dos piscos sour. Le pregunté si era su trago favorito y ella me dijo que no, que era el vodka, y me dice que la próxima vez deberíamos juntarnos a beber vodka”, dice Monsalve.
- “Ella tenía mucho interés en saber qué iba a hacer yo con mi futuro político, en La Moneda se conversaba mucho de qué iba a hacer, si iba a salir de La Moneda para el Parlamento, me lo preguntó varias veces, yo entiendo que eso afectaría su estabilidad laboral”.
- “Le comenté que no tenía intención de dejar el cargo y que lo más probable es que me quedara en el cargo de subsecretario hasta el final del gobierno. Estamos dos horas y ella vuelve a pedir pisco sour y tomamos uno cada uno, en total dos cada uno”.
- “Terminamos a eso de las 17 horas, bajamos por las escaleras, le pregunté si quería pedir un taxi o caminar, ella prefirió caminar, cruzamos Andrés Bello y caminamos hacia el poniente, por el lado del río (Mapocho), nos sentamos en el césped, ella fumó, nos mantenemos mucho rato y nos paramos solo cuando oscurece”.
- “En esa conversación le empiezo a preguntar si se ha adaptado a Santiago, considerando que se trasladó de Curanilahue y que vivía sola; ella me comenta que tiene una relación no sé si estrecha, pero intensa con su familia, y que no le ha sido fácil adaptarse a Santiago”.
- “Me cuenta que tuvo una relación en Santiago, una pareja, con quien terminó, no me dice quién, supongo que se refería a una relación conocida al interior de la subsecretaría con Ricardo Lillo, yo asumo que se refería a Ricardo. Le pregunté si ha tenido otras relaciones, me cuenta de una segunda relación que tuvo con un médico psiquiatra de Curanilahue (…) le consulté en qué estaba en ese momento, me dijo que tiene siete pretendientes y se produce un giro en la conversación, estábamos sentados en el césped, ella se me acerca un poco a mí y me dice: “¿Qué es lo que buscas?”, “¿una relación afectiva o sexoafectiva?”, y le agrega a la pregunta, si “¿ahora tienes una relación?“.
- “En ese momento la conversación gira, porque ella se me acerca, se sonríe, y yo me acerqué a ella, le hice una caricia, y me dice que hace tiempo que no la acarician, y nos damos un beso mutuo no hay gesto de rechazo o resistencia, termina el beso y sigue la conversación, le digo en broma que si cree que soy el octavo pretendiente, luego le digo que frente a su pregunta hay que entender lo que hago, para mí es muy difícil de mantener una relación, no tengo tiempo, no puedo salir en el ámbito público, estoy casado, es cierto que mi señora está en Concepción y puedo ir de manera poco frecuente a Concepción, y si tú me preguntas, es más afectivo que otra cosa, quiero salir a tomar un café, a comer, son las posibilidades que tengo”.
- “Ella no me responde algo que yo recuerde, algo muy relevante, si hubiese sido algo relevante lo tendría en mente, sí recuerdo que me dijo que la tarde había sido muy agradable, le dije que para mí también y ella me dice que se repita. Como empezó a oscurecer nos levantamos y empezamos a caminar, deben haber sido las 20.30 horas, y empiezo a hacer parar un taxi, no se detenía ninguno y ella me dice que va a pedirse un Uber.
- “Nos dimos un beso mutuo que debe haber durado cinco segundos, lo que entendí es que había un interés en mi persona, de ella hacia mi”.
- “Había construido un interés de juntarme con ella, y con ello entendí su interés. Ella es una persona joven, medianamente atractiva”.
- “El encuentro en su conjunto duró como seis horas y media, no tuvo nada de contenido laboral, no se planteó nada por parte mía de compromisos o de agenda, ni ella planteó ningún tema de carácter laboral que tuviera que ver con la agenda o compromisos, nada”.
- “En segundo lugar, el beso se produce habiendo luz de día, de modo que hay conversación previa al beso, posterior al beso y cuando oscurece le digo que nos vamos, ahí es donde se camina, tratamos de parar los taxis y luego ella pide Uber; en el registro de su Uber debe estar dónde lo pidió, a qué hora. Lo concreto es que llega el Uber, se sube ella y me subo yo, nos vamos a su dirección, nos bajamos en la esquina de Amunátegui con General Mackenna, nos despedimos con un beso en la mejilla”.
Cena en el Ají Seco. De acuerdo con Monsalve, mantuvo una comunicación “normal y cordial” con su subalterna después de lo ocurrido el 1 de septiembre.
- “Esta idea de volvernos a juntar se retoma, aunque no se concreta por diversas razones. Una parte de estas conversaciones son vía WhatsApp. Un fin de semana conversamos de ir a comer el sábado, ella no podía porque le dolía la cabeza; al día siguiente me escribe ella y ahí yo no pude contestar, por lo que la idea se mantiene y en la semana la conversación se mantiene normal”.
- “Dicho esto llegaron las Fiestas Patrias y tuvimos una conversación vía Signal el 17-18-19 (de septiembre). Ella me contó que estaba en Curanilahue, me comentó que volvía el viernes 20 y dijo ‘espero que el vodka me esté esperando a mi regreso.
- “Le propuse entonces que nos encontráramos el fin de semana a almorzar y se genera el compromiso de encontrarnos a almorzar el domingo (…). La escolta me pasó a dejar al hotel, me preguntó a qué hora me pasarían a buscar el lunes en la mañana y acordamos a las 7 am.”.
- “Cuando desperté tipo 12 horas, creo que pude haber llamado por WhatsApp o si le escribí no sé si lo hice por WhatsApp o por Signal, ella me dice que no puede en el horario de almuerzo, pero que sí a las 18 horas. Le dije que ok y me pide que busque un lugar más cercano que el Costanera Center”.
- “No salí a almorzar, por lo que pedí un sándwich a través de Uber Eats y empecé a buscar restaurantes en el centro de Santiago, a través de Google; la mayoría estaba cerrado por ser domingo y encontré el Ají seco Místico, que está en Mac-Iver, y me comuniqué con ella antes de las 18 horas”.
- “Posterior a esta conversación le ofrecí pasarla a buscar, pedí a través de la aplicación Uber un taxi, salí con ropa habitual, una chaqueta tipo impermeable, porque caía algo de agua, jockey, lentes, le pedí al taxista cambiar la ruta para ir a buscarla a su edificio (…). Ingresamos al local, subimos unas escaleras, dimos una vuelta por un lugar que parece la caja, vimos un salón grande y nos instalamos en una mesa frente al ingreso, al lado de una ventana”.
- “Era una mesa redonda, vino un garzón nos preguntó qué queríamos, revisamos el menú QR, yo pedí un arroz con mariscos, unas machas a la parmesana, ella creo que pidió salmón. El garzón nos preguntó qué ibamos a tomar, y ella dijo pisco sour, y preguntó después si normal o catedral y ella respondió que catedral”.
- “Me contó que estuvo con la mamá en Curanilahue, no sé si recuerdo todas las cosas que hablamos, pero ella me dijo que quería estudiar, que pensaba en hacerlo fuera de Chile y que estaba ahorrando para eso, que solo tenía tres millones de pesos, a lo que ella dijo que no le alcanzaba”.
- “Sigue la conversación y le conté que tenía un viaje planificado a Estados Unidos con la embajada, el FBI y un conjunto de otras autoridades y que estaba en un esfuerzo por aprender inglés, y ella me dice que ella habla inglés (…). Le cuento que también tengo como práctica salir a caminar o trotar, y ella me contó que iba a un gimnasio que está a unas cuadras de La Moneda, entretanto llegaron los platos y empezamos a comer y pedimos un segundo pisco sour.
- Ante la pregunta de qué pasó con los primeros piscos sour responde que “nos los tomamos junto a la comida. De ahí en adelante recuerdo haber ingerido el segundo pisco sour, no recuerdo si completo, perdí la noción con el segundo pisco sour hasta que despierto al día siguiente en el hotel”.
- “Desde ese momento hasta el otro día en la mañana, el único recuerdo era haber estado ingiriendo un segundo pisco sour, pero no estoy seguro si lo terminé. Tengo como recuerdo un flashback. Lo único que recuerdo desde que ingerí el segundo pisco sour hasta el otro día es un período muy breve, que es a lo que llamo como flashback”.
Habitación del hotel. Monsalve dice que “estas imágenes se las relato a ella en la habitación del hotel. Desperté el día lunes, porque tenía la alarma a las 6.30, tenía dolor de cabeza, me dolía el cuerpo, no me sentía bien, recuerdo que tenía actividades importantes, el comité de inteligencia, un punto de prensa, asumo que había ingerido alcohol y decido informarle a mi escolta que no iba a salir y le envío un mensaje diciendo que no iba a salir porque estaba con jaqueca y que les avisaría durante la mañana cuándo saldría y paralelamente le envío un WhatsApp a mi jefa de prensa que estaba con jaqueca y que solicitaba que suspendiera mi presencia en las actividades”.
- Señala que lo primero que recuerda es “haberme despertado, estaba oscuro, las habitaciones están oscuras normalmente a esa hora, mandé los WhatsApp 10 para las 7 am, inmediatamente enviados los WhatsApp miro para la cama (la denunciante) estaba acostada en la cama, en el lado que da hacia la ventana de la habitación, ella estaba despierta, creo que la primera frase que le menciono es ‘parece que se nos pasó la mano’”.
- “Ella me dice que tiene que levantarse porque tiene una reunión y le pregunté ¿qué reunión?, si era conmigo esa reunión no se iba a realizar, ella me contesta ok. Inmediatamente le digo creo que se nos pasó la mano, y ella me contesta, muy normal, ‘la próxima vez no pueden ser más de dos piscos sour’. Le digo ‘parece que la cagamos’ Ella me dice ‘¿o sea eso es esto para ti?’, le dije que no, que me refería a tener que haber suspendido las actividades importantes a las que tenía que ir”.
- “Me levanté, busqué mi mochila para sacar un paracetamol de un gramo, esto no es raro, porque sufro de jaquecas; saqué el paracetamol y ella me pregunta qué iba a tomar, le dije que paracetamol, y me dice que le dé uno, ella se sienta y se toma el comprimido con una botella de agua mineral que estaba en el velador, yo abrí el frigobar y saqué una botella y me la tomé”.
- “Me parece relevante señalar que ella toma en una botella distinta, que estaba en el velador, lo que significa que eso lo sacó alguien del frigobar antes, y yo no me acuerdo de haberla sacado. Me llama mucho la atención esto de la botella y también que había olor a tabaco, siendo que yo nunca fumo en la habitación y yo no porto cigarrillos, y si bien fumaba tabaco me tenían que armar los cigarros. Si alguien fumó ahí, no fui yo”.
- “Después del paracetamol me volví a la cama y me acosté y empecé a tomar conciencia de que no me acordaba, le comenté que no me acordaba de anoche, empecé de manera estructurada a decirle no me acuerdo cuando salí del restaurante, no sé cómo nos trasladamos al hotel, cómo ingresé al hotel y qué pasó anoche.
- “Le pregunté si ella se acordaba y ella me responde lo mismo, no se acordaba como habíamos salido del restaurante, cómo habíamos llegado al hotel”.
- “Le pregunté cómo habíamos bajado la escalera del restaurante, porque había una escalera, ella me dijo caminando, no sé si me lo respondió como ironía o lo recordaba realmente”.
- “Los primeros minutos de conversación daban cuenta de una situación inesperada para ambos, pero ninguno shockeado, la frase fue ‘se nos pasó la mano’. Le pregunté si se acordaba qué había pasado la noche anterior, ella me dijo que no recordaba. Ahí le conté del flashback, lo único que recuerdo, le dije, es que iba sentado en el asiento trasero de un vehículo, que ella iba arrodillada en el asiento del copiloto tocando al conductor con ambas manos, y tengo la impresión que el auto se detiene y tú abres la puerta del copiloto para bajar y que tengo la impresión que bajé a buscarte, porque no tengo imágenes de haber bajado, solo recordaba lo que le dije”.
- “Le dije que me daba la impresión que ella le iba coqueteando al chofer, porque lo iba tocando con ambas manos. Ella me dijo, “uy, qué vergüenza”, porque era una situación poco feliz. Después de esta conversación me paré y me fui al baño, ocupé el baño, me duché un buen rato, me sequé el pelo y me puse un pantalón de buzo y volví a ingresar a la cama”.
- Monsalve alude a que la mujer, según su versión, lo habría buscado para intimar, pero que él le dijo que “mejor en estas circunstancias no hagamos nada y me recosté al lado, ella extendió su brazo derecho hacía mi tocándome, no recuerdo qué me dijo, pero asumí que el gesto era como ‘no te molestes’, por lo que me quedé recostado al lado de ella. En todo esto ha pasado toda la mañana y en algún momento, creo que cerca del mediodía, dijo ‘sabes qué, me tengo que ir”.
- “Desde que nos despertamos ninguno volvió a dormir. Ella no fue al baño en ningún momento, yo ingresé solo al baño, estuve unos 15 o 20 minutos. Cuando salí del baño ella me preguntó si me sentía mejor. Ella se para, se sienta en el borde de la cama y se comienza a vestir, yo me paré y me puse una polera con la intención de irla a dejar abajo (…). Ella me dice que no es necesario que la vaya a dejar, la orienté respecto de los ascensores, le dije que saliera y tomara a mano izquierda y se subiera a los ascensores. Lo último que le dije es ‘no pierdas contacto, escríbeme, mándame un mensaje’. Nos despedimos de un beso en la mejilla”.
- “Debo haber recibido una llamada entre las 7 o 7.30 de la mañana de mi señora, yo tenía el hábito, que era todos los días, entre las 20 o 21 horas de hacer una videollamada, porque tenía una hija fuera de Chile. El domingo trataron de conectarse conmigo y no pudieron contactarse conmigo, por eso a las 7 o 7.30 me llamó mi señora, me paré y hablé por teléfono con ella desde el baño, le contesté, me dijo ‘hola’ y me dijo ‘solo quería saber si estabas vivo y me colgó’”.
- Los fiscales dudan de la versión de Monsalve y lo encaran por lo inverosímil de que haya señalado que él sintió que esa mañana del 23 de septiembre la denunciante desplegó una conducta en la que se sintió “forzado” a intimar y que fue él quien la detuvo.
- Él responde que “habíamos despertado de manera no planificada, yo me sentía mal, estaba con jaqueca, había partido como algo agradable, pero se había transformado en algo desagradable, y se lo traté de decir de manera no agresiva, por eso le dije ‘en estas condiciones no’”.
- “Pedí retirarme a las 13.30 horas, a la hora que llegó mi escolta tenía que irme a Viña del Mar, porque el martes cumpliría funciones en Valparaíso en el Congreso”.
Los días posteriores. “Previo a salir del hotel me llegó un mensaje de WhatsApp de (la denunciante) a las 12.44 horas, y me decía que le avisara si necesitaba que me acompañara en la reunión con el Gore de Valparaíso; le contesté el mensaje a las 12.48 indicándole que lo vería y que me diera tiempo para ordenarme, me refería a ordenar mi agenda. Ella me contestó a las 12.51 indicándome ‘súper, estaré atenta”, dijo Monsalve.
- “Aproximadamente una hora después, a las 13.51 le indico que el día siguiente estaré la mayor parte del tiempo en el Congreso y le indico que se quede en La Moneda para coordinarnos. Ella me responde ´súper, nos coordinamos’”.
- Monsalve trata de explicar el último mensaje que le mandó a la denunciante por Signal, que le envía cuando ella deja de ir a trabajar y de contestar los llamados del subsecretario.
- “Quiero aclarar la frase del libro Maniac, hay una parte, una cita, que dice ‘el silencio y la indiferencia es una forma de menosprecio, de ofensa’. Le envié este mensaje por WhatsApp, pero ella dice que lo envié el miércoles, pero no es así, lo envié el martes, esto lo digo porque el miércoles tuve una entrevista, salgo a las 8.05, por lo que estuve muy ocupado con mi jefa de prensa, mi escolta, no tuve tiempo de mandar ese mensaje o llamarla, por eso digo que el mensaje lo envié el martes en la tarde”.
- “El miércoles 25 en la tarde le envié un WhatsApp diciéndole ven, ella va a mi oficina, le volví a preguntar si se había acordado de algo, le consulté de manera metódica, como lo hice en el hotel, respecto de cómo habíamos salido de lugar, cómo nos trasladamos, qué hicimos y no se acordaba”.
- “Ella me volvió a decir que esto no le había ocurrido antes, y a mí tampoco, de que después de consumir alcohol tuviera pérdidas de memoria de ocho o 10 horas. Ella me dice que sale a tomar alcohol con amigas y nunca le había pasado esto. Ella me dijo que se había acordado de haber bebido dos piscos sour y medio, yo le dije que me acordaba hasta el segundo”.
- “Ella me dijo tengo un golpe en la frente, le dije que no se lo veía, pero le dije que yo tenía unas contusiones en la cadera y muslo izquierdo, lo que atribuyo a una caída. Ella me dice que pudiera habernos pasado lo que le pasó a Gonzalo Valenzuela, actor al que drogaron en un taxi, lo llevaron a un cajero automático, le sacaron dinero, y había despertado en su casa y no se acordaba de nada de lo que hizo”.
- “Ante esto le dije que estaba preocupado, porque no me acordaba, y le dije que tenía la impresión de que nos habíamos caído, le dije que habíamos tomado una cantidad excesiva de alcohol, y que eso explicaría que me hubiese caído y el golpe del muslo y cadera, le dije si es que me reconocieron puede haber fotos o videos. Descarté una hipótesis de robo, porque no me faltaba nada, ni tarjeta, llaves, revisé mi cuenta del banco, le pregunté a ella y me dijo que no le faltaba nada (…) Al terminar la conversación ella me dijo que fue al médico y que ni siquiera le había pedido un examen”.
- “Hasta ese miércoles 25 no tenía señal o evidencia de alguna situación complicada con ella, salvo que ambos estábamos preocupados por no recordar los hechos, yo temía que hubiera imágenes del día del hecho, pero jamás temí una posibilidad de que ella se sintiese objeto de algún delito de mi parte. Mi preocupación era ir a un punto de prensa y que algún periodista mostrara imágenes mías ebrio o caído en el restaurante”.
- Señala que a nadie le comentó lo sucedido y que “Era una situación compleja, pero nada me indicaba que ella sintiera que había sido víctima de una agresión , por lo que me interesaba fundamentalmente recordar los hechos ocurridos, y que eso no afectara al gobierno, por lo que lo manejo de manera privada”.
- “En ese momento la relación con otras instituciones era compleja, y evité cualquier riesgo de que la información se pudiera filtrar, por lo que no recurrí a alguna institución policial (…). Después del 25 mantenemos una comunicación laboral normal, diaria y cordial. No hay ni reproches ni agresividad, ni nada, no hay señal que indique que hay cambio de conducta, distanciamiento etc.”.
- “El fin de semana del 28 y 29 la vuelvo a llamar, el 28 ella no me contesta, el 29 me devuelve el llamado, me dice que está con su mamá y uno de sus hermanos”.
- De acuerdo con Monsalve, él le advierte que como ambos no recuerdan qué sucedió, había que hablar con la policía. Después se supo que el entonces subsecretario activó una operación de la PDI para revisar las cámaras del trayecto con su subalterna.
- “Le dije: “Te quiero advertir que una vez que hable con la policía es seguro que se va a filtrar, tengo asumido lo que esto implica para mí, que es dejar el cargo y tú vas a estar involucrada en un hecho público, por lo cual te quiero pedir tu opinión y acuerdo’. Ella se quedó como un poco golpeada, no había evaluado la situación, no había dicho ni sí ni no. Le dije ‘si lo quieres pensar, tienes dos días para hacerlo’”.
- La reacción inmediata de ella fue decir ‘sí, pero lo que yo hice, no lo hice consciente’. Le contesté que sí, sí sé que no te acuerdas, justamente por eso quiero que lo averigüe la policía”.
- “Me preguntó ¿por qué ese día no llamaste a mi papá, por qué no me fuiste a dejar al departamento? Le contesté que no me acordaba, que ya lo habíamos conversado, que ninguno de los dos se acordaba qué era lo que había pasado, y me dice ‘tengo que ver las cámaras’. Le dije que me parecía razonable, y que para eso íbamos a hablar con las policías. La última frase que me dice: ‘Yo separo lo personal de lo laboral y esto lo quiero dejar atrás’. Entendí que era como olvidémonos de esto y quedémonos tranquilos”.
- “El miércoles 9 (de octubre) se me empieza a comentar que ella no le contestaba a nadie del gabinete, le escribí por WhatsApp para preguntarle si la podía llamar, porque iba a tener que hablar con la policía, sin recibir respuesta”.
- El jueves 17 de octubre de 2024 se produce la renuncia de Monsalve tras conocerse la denuncia en su contra por abuso sexual y violación.
Fuente: Teletrece