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Lo que hay que saber de las flotillas que van a Gaza

¿Cuál es el impacto simbólico y político de las flotillas que se dirigen a Gaza? DW analiza las diversas misiones que han intentado llegar a las costas de la Franja desde 2010.

La Global Sumud Flotilla (GSF) constituye, hasta la fecha, la misión marítima más ambiciosa y de mayor envergadura para intentar llegar a Gaza. Zarpó de varios puertos a finales de agosto de 2025.

Está compuesta por casi 1000 participantes, entre los que se encuentran la activista medioambiental sueca Greta Thunberg, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y el actor irlandés Liam Cunningham.

La flotilla, que consta de 50 barcos bajo un mismo mando, fue recibida calurosamente durante una escala en Túnez el domingo 7 de septiembre. Las naves transportan suministros humanitarios y su llegada a la Franja de Gaza está prevista para los próximos días, aunque es poco probable que se les permita acercarse a aquella costa y atracar.

Todos los intentos desde 2010 han sido frustrados por las fuerzas israelíes. El argumento de Israel para impedirlo es que su bloqueo naval, establecido en 2007, luego de que Hamás tomara el poder en Gaza, es necesario para impedir que el grupo militante islamista, considerado una organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y muchos otros países, importe armas.

En opinión de muchas organizaciones de derechos humanos y oenegés, el bloqueo constituye un castigo colectivo, ilegal según el derecho internacional. La ya grave situación humanitaria de Gaza se ha deteriorado aún más en los casi dos años de guerra desencadenada por los atentados terroristas perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023 contra Israel.

Funcionarios de la ONU y miembros de otras organizaciones aseguran que, como parte de su actual campaña militar, Israel comete crímenes de guerra, entre ellos limpieza étnica y hambre deliberada. Hay voces que ya han advertido del riesgo de genocidio y hambruna, y se ha informado de la muerte de más de 63 000 palestinos, entre ellos al menos 20 000 niños.

“Los activistas intentan transmitir el importante mensaje de que existe una acuciante emergencia humanitaria y que la situación requiere oponerse a la decisión política de Israel de permitir que se produzca este asedio y esta hambruna”, dice a DW Amjad Iraqi, observador de las relaciones entre Israel y Palestina en la organización internacional sin ánimo de lucro International Crisis Group. “Esto es independiente de si esta flotilla consigue llegar a Gaza o no”, añade.

¿Para qué sirven las flotillas?

Se estima que la Global Sumud Flotilla transporta alrededor de 300 toneladas de suministros esenciales, como alimentos, agua potable y medicamentos. “Los productos de estas flotillas no satisfacen las necesidades de los palestinos en Gaza, pero atraen la atención internacional sobre lo que está sucediendo allí”, explica a DW Nathan Brown, profesor de ciencias políticas y asuntos internacionales de la Universidad George Washington. “Otro efecto, aunque quizá un poco menos significativo, es que transmite a la población palestina que no se les está ignorando”, prosigue.

Brown añade que existe una enorme frustración entre los palestinos, que temen que el orden internacional basado en normas, establecido tras la Segunda Guerra Mundial, se aplique solo para los demás, no para ellos. Mientras tanto, crecen las críticas europeas a la guerra que Israel libra en Gaza. Funcionarios de España, Francia, Eslovenia y otros países han calificado el bloqueo humanitario de Israel de “insoportable”.

“Lo que se considera que está haciendo Israel no es simplemente librar una guerra en Gaza, sino provocar deliberadamente una hambruna, lo que constituiría un claro crimen de guerra”, comenta Brown a DW. “La creciente brecha entre partidarios y detractores es algo sobre lo que la actual flotilla parece querer llamar más la atención”, concluye.

Israel, por su parte, rechaza las críticas. “El Gobierno israelí argumenta que está dejando entrar suficientes alimentos, que lo que llega es robado por Hamás, que las flotillas son solo un truco publicitario de personas que odian a Israel y que este es el único conflicto actual en el que se espera que una de las partes alimente a la otra”, dice Brown. El experto agrega que este punto de vista es el que repiten diplomáticos estadounidenses. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue siendo un firme partidario de la política sobre Gaza del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

¿Qué sucedió con otras flotillas?

En 2008, un año después de que Hamás comenzara a gobernar la Franja de Gaza, varias flotillas lograron llegar a Gaza, ya que Israel aún no había impuesto por completo su bloqueo naval. Fue a mediados de 2009 cuando Israel comenzó a interceptar todos los barcos y denegó el acceso por mar a la Franja. Desde 2010, ninguna flotilla ha llegado a ese territorio.

El 31 de mayo de 2010, las fuerzas israelíes detuvieron seis barcos civiles de la Flotilla de la Libertad de Gaza en lo que se conoció como la incursión del Mavi Marmara. Las fuerzas israelíes abrieron fuego contra el buque de pasajeros de propiedad turca, matando a diez activistas turcos propalestinos.

La marina israelí afirmó posteriormente que había actuado en defensa propia, pero su acción fue objeto de críticas internacionales generalizadas. Las relaciones diplomáticas entre Israel y Turquía se deterioraron, hasta que Israel emitió una disculpa formal en 2013 y acordó pagar 20 millones de dólares en concepto de indemnización a las familias de las víctimas en 2016.

Una iniciativa de 2011 denominada Flotilla de la Libertad II nunca llegó a zarpar de Grecia debido a una combinación de presión política, sabotaje técnico y obstáculos legales. A consecuencia de la presión israelí, Grecia prohibió a los barcos de la flotilla zarpar hacia Gaza, alegando motivos de seguridad y diplomáticos.

El 29 de junio de 2015, la Flotilla de la Libertad III, con bandera sueca, que transportaba a activistas, parlamentarios, periodistas y figuras públicas de más de 20 países, fue interceptada a unos 160 kilómetros de Gaza. Las fuerzas israelíes abordaron algunos de los barcos, mientras que otros dieron media vuelta. Al parecer, la marina israelí utilizó pistolas eléctricas durante la operación.

En octubre de 2016, el Barco de Mujeres a Gaza, una flotilla que transportaba a mujeres activistas, también fue interceptado antes de llegar a la costa del enclave palestino.

En 2018, las fuerzas navales israelíes interceptaron y confiscaron dos barcos pertenecientes a la Flotilla Just Future for Palestine, primero el Al Awda el 29 de julio y luego el Freedom el 3 de agosto. Según el testimonio de pasajeros, las fuerzas israelíes agredieron a algunos de los activistas, que posteriormente fueron deportados de Israel. Las dos flotillas que zarparon a principios de este año y la actual Global Sumud forman parte de las misiones de la Flotilla de la Libertad.

Greta Thunberg ya se encontraba entre los participantes de la Misión Madleen, que zarpó en junio. Fue detenida después de que las fuerzas israelíes interceptaran el barco y posteriormente deportada junto con otras personas. En julio, los activistas de la misión Handala fueron detenidos después de que su barco fuera interceptado y confiscado en aguas internacionales frente a Gaza.

FUENTE: DW.COM

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