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Las tareas que tendrá la Comisión de Armonización ante la avalancha de artículos que ya empezó a aprobar la Convención

Esta semana el pleno votará las primeras normas que serán incluidas en el proyecto de nueva Constitución. La instancia tendrá que recibirlas todas desde acá hasta mayo y darle coherencia al texto.

El pleno de esta semana marcará un hito en la historia del proceso constituyente: apenas empiecen a aprobarse las normas de Sistemas de Justicia y Forma de Estado por 2/3, irán completando la hoja en blanco con la que se inició el proyecto de nueva Carta Magna. Pero desde ahora hasta fines de abril, las comisiones y la Convención aprobarán cientos de artículos escritos por diferentes constituyentes, con diversos estilos, desde miradas muchas veces divergentes entre sí, y sin un único hilo conductor.

¿Cómo se compatibilizarán todas esas propuestas, de qué forma se incluirá todo eso en un único proyecto de nueva Constitución y quién garantizará su coherencia y armonía? La respuesta es la Comisión de Armonización, el último órgano del proceso constituyente en conformarse, que recién empezará a funcionar cuando haya una propuesta de Carta Magna concluida.

La fecha establecida para eso es el 28 de abril, en tres meses más, y el tiempo de trabajo de esa instancia es poco más que un mes: concluyen el 2 de junio, presentan su informe al pleno el 6 de junio, y del 7 al 12 los constituyentes de todos los sectores pueden presentar indicaciones para hacerse cargo de las inconsistencias que detectó la instancia.

El informe debe contemplar una revisión a las deficiencias en la técnica legislativa, omisiones y contradicciones de sintaxis, correcciones gramaticales, ortográficas y de estilo; y debe nombrar las incongruencias y dar recomendaciones para superarlas, pero la comisión por sí sola no podrá alterar, modificar o reemplazar una norma ya aprobada.
Así, deben consolidar el proyecto de Constitución con las normas aprobadas por el pleno y por el plebiscito dirimente -en caso de que este ocurriera-, recibir todas las modificaciones propuestas y sistematizarlas y sugerir al pleno el orden en que deben aparecer las normas constitucionales aprobadas.

Sus funciones son más acotadas que las de otras instancias similares de otros procesos constituyentes y de hecho, en la discusión de la Comisión provisoria de Reglamento se abordó en su minuto que el trabajo de armonización pudiera al menos comenzar al mismo tiempo que las comisiones temáticas, lo que fue rechazado.

Las tratativas para integrarla y los perfiles

Las conversaciones se adelantaron en las últimas semanas, porque la negociación para llegar a la nueva mesa directiva y a las vicepresidencias adjuntas implicó en varios casos tratativas para acceder a Armonización, como lo hizo el Colectivo del Apruebo o como pedía el convencional Renato Garín (Ind) para entregar su patrocinio.

Solo 40 constituyentes podrán llegar a esta instancia, y deben contar cada uno con cuatro patrocinios, con excepción de los escaños reservados, que necesitan tres firmas y hay cupos para al menos siete de ellos.

Los nombres aún no están definidos, pero ya están los primeros interesados y las primeras apuestas de los colectivos: en la UDI algunos destacan a Marcela Cubillos y Rodrigo Álvarez, mientras que en RN y Evópoli aparecen Cristián Monckeberg y Hernán Larraín Matte; en el FA se habla preliminarmente de Constanza Schönhaut, Amaya Alvez, Fernando Atria y Jaime Bassa, en el PC, Bárbara Sepúlveda; en el Colectivo del Apruebo estarían interesados Fuad Chahin, Agustín Squella, Felipe Harboe y Eduardo Castillo.

En Pueblo Constituyente aparecen como opciones Ingrid Villena y Camila Zárate, y entre los escaños reservados están quienes apuestan por las convencionales mapuche Natividad Llanquileo y Rosa Catrileo.

“Habemos varios que mostramos interés en estar en esa Comisión de Armonización y en su momento lo vamos a definir, tenemos bastantes juristas buenos, experiencia legislativa, profesores de derecho, exparlamentarios. Creo que la experiencia que tenemos los miembros del Colectivo del Apruebo puede aportar mucho a una comisión con estas características”, comenta Fuad Chahin a este medio.

La amalgama entre los técnicos y políticos

El problema que advierten varios convencionales es que Armonización se podría transformar en una segunda Comisión de Reglamento. De hecho, desde la UDI transmiten que aquello sería lo “lógico” por el perfil necesario para las tareas de esa instancia.

“La Comisión de Armonización será muy importante y claro que hay interés de formar parte de esta comisión. Me parece que es importante que Rodrigo Álvarez y Marcela Cubillos puedan integrarla”, comenta Constanza Hube (UDI).

“El ideal es personas que estén bien involucradas en todo el proceso constituyente que se ha llevado adelante, pero además que provengan de diferentes comisiones, no sería deseable que la gran mayoría hubiese sido miembro de una determinada comisión, lo ideal es que esté bien distribuido para tener información respecto de lo que ocurrió en cada una de las comisiones”, comenta a Emol Cristián Monckeberg (RN).

“Es importante que sean personas que cumplan con la idoneidad necesaria, que sean proactivas, que conozcan muy bien el reglamento general por supuesto, pero me preocuparía que haya una representación diversa y de las distintas comisiones que fueron parte de este proceso”, suma Camila Zárate (Pueblo Constituyente).

No obstante, no solo es un trabajo técnico: parte relevante de la tarea de Armonización será proponer al pleno formas de lograr un texto coherente, lo que podría implicar que el órgano constituyente decida modificar fragmentos del proyecto constitucional. Para eso necesitarán nuevamente del respaldo de 2/3 de los convencionales, razón por la cual también podría considerarse un trabajo político y de articulación.

“Es un trabajo técnico pero también es un trabajo político”, sintetiza Monckeberg.

Así lo entienden también en el Colectivo Socialista, desde donde pretenden nominar a cuatro de sus integrantes que tengan perfiles tanto políticos como técnicos para llevar a cabo la tarea.

“Vamos a empujar con fuerza la participación de personas que tengan un perfil técnico, con conocimientos jurídicos, pero que también conjuguen la visión de la Convención en general(…) y que contengan un componente político importante, puesto que entendemos que en esas instancias se va a necesitar de alguna manera conducción política y negociación para sacar adelante los últimos acuerdos de la Convención”, responde Maximiliano Hurtado (Colectivo Socialista).

Fuente: Emol.com

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