Un exitoso ciclo de celebraciones reunió a cientos de alumnos y alumnas en distintas localidades, con jornadas marcadas por la entretención, la participación y el espíritu navideño, fortaleciendo el vínculo entre las comunidades educativas y Caserones, operación de Lundin Mining.
Con una alta convocatoria y un ambiente cargado de sonrisas, juegos y emoción, se desarrolló con gran éxito el ciclo de fiestas de Navidad organizado, como todos los años, por Caserones, operación de Lundin Mining, en las escuelas rurales del Valle de Tierra Amarilla, una iniciativa que permitió llevar momentos de alegría y encuentro a niñas y niños de distintos sectores del territorio.

Las celebraciones se iniciaron el 4 de diciembre en el Colegio Félix Susaeta de Manflas y continuaron el 9 de diciembre en la Escuela Paul Harris de Nantoco, donde estudiantes y sus familias disfrutaron de shows infantiles, presentaciones, actividades recreativas y la esperada visita del Viejo Pascuero. Posteriormente, la fiesta se trasladó el 10 de diciembre a la Escuela G-104 de Amolanas y culminó el 15 de diciembre en la Escuela Fronteriza D-43 de Los Loros, completando un recorrido que reunió a una gran cantidad de niños y niñas en cada establecimiento.

Desde las comunidades educativas valoraron positivamente la instancia. Yanine Órdenes, profesora encargada de la Escuela Paul Harris de Nantoco, destacó el impacto de la actividad en sus estudiantes. “Esta actividad es buenísima, especialmente para los niños de este sector, que son vulnerables y muchas veces no tienen la oportunidad de participar en celebraciones de este nivel. Para ellos es muy importante y lo esperan con muchas ganas”, indicó.
Una opinión similar compartió Raúl Fuentes, profesor encargado de la Escuela Amolanas, quien relevó el carácter formativo y comunitario de la celebración: “Es una entretención sana para los niños y también una tradición que ha instalado Caserones en estas fechas. Tenemos una gran relación con la compañía”, dijo.

Desde Caserones, la gerenta de Relaciones Comunitarias, Julia Salas Peña, subrayó el sentido de largo plazo de estas actividades y el trabajo permanente con las escuelas del territorio. “Estas celebraciones reflejan la relación de larga data que hemos construido con las escuelas rurales del Valle de Tierra Amarilla. Creemos firmemente que apoyar y fortalecer la educación local es clave para el desarrollo de las comunidades, y estas instancias de encuentro y alegría también forman parte de ese compromiso”, señaló.

El ciclo navideño no solo permitió cerrar el año escolar con un momento especial para los estudiantes, sino que también reforzó los lazos entre las comunidades educativas, las familias y Caserones, consolidando una tradición que año a año se espera con entusiasmo y que sigue llevando magia, sonrisas y espíritu navideño a los distintos rincones del valle.
FUENTE: COMUNICACIONES, LUNDIN MINING CASERONES




