Este sábado, la ciudad de Vallenar fue escenario de una emotiva y contundente marcha ciudadana que reunió a familiares, amigos, vecinos y organizaciones sociales para exigir justicia por Felisa Valdés Martínez, asesinada el pasado 26 de agosto en el sector Buena Esperanza, y por Viviana Andrea Castro Fajardo, víctima de feminicidio el 19 de abril de este año. Ambas muertes han conmocionado a la comunidad y han encendido un llamado urgente contra la violencia de género.
Felisa compartía más de tres décadas de vida con su esposo, hoy principal imputado por el crimen. La familia denuncia que el asesinato fue cometido con extrema violencia y que Felisa vivió años de control psicológico y aislamiento. La marcha recorrió las calles de la comuna hasta llegar a la Plaza Ambrosio O’Higgins, donde se realizaron declaraciones públicas.
Durante la jornada, se destacó que en lo que va del año ya se han registrado dos feminicidios en Vallenar, y que los intentos de feminicidio superan esa cifra. A pesar de la existencia de leyes como la Ley Gabriela, que amplió el concepto de feminicidio, la violencia contra las mujeres no ha disminuido. Las familias exigen que el Estado y la sociedad actúen con mayor firmeza y compromiso.
El alcalde de Vallenar, Víctor Isla, presente en la actividad, mencionó que los femicidios ocurridos en la zona, preocupan a la comunidad y a las autoridades:
La marcha también fue acompañada por la familia de Viviana Castro, quien se sumó al llamado por justicia y prevención. Su sobrina tomó la palabra para expresar el dolor compartido y la necesidad de educar desde la infancia en el respeto y la no violencia. La presencia de ambas familias unidas en la misma causa dio fuerza al mensaje colectivo.
La jornada concluyó con expresiones artísticas, testimonios y un llamado a que la memoria de Felisa y Viviana se transforme en fuerza y lucha. Las familias reiteraron que este dolor no es sólo suyo, sino de toda la sociedad, y que la justicia debe llegar, no solo en los tribunales, sino también en las calles, en las escuelas y en cada espacio donde se construye el respeto por la vida de las mujeres.