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José Antonio Kast: “Ver a la ciudadanía en paz en El Salvador para mí no es populismo, es solucionar un problema”

Esta vez el destino fue El Salvador -donde estuvo en la práctica dos días- conociendo el controvertido modelo de seguridad de Nayib Bukele, incluida una visita a la megacárcel de los pandilleros. A fines de abril, los boletos serán con rumbo a Hungría, para interiorizarse de la también polémica política migratoria de Viktor Orbán, cuyo emblema es el muro fronterizo con Serbia. “Tenemos que buscar modelos en otros países que hayan sido exitosos”, explica José Antonio Kast, que no oculta que esas ideas se plasmarán en un futuro y renovado programa de gobierno con miras a 2025. Antes, eso sí, está el desafío de las municipales y gobernaciones de octubre próximo, para las que esboza varias promesas, como cerrar filas con la oposición en Providencia y Santiago.

¿Qué señal quiere dar con su reciente visita a El Salvador?

Tenemos que buscar modelos en otros países que hayan sido exitosos. El Salvador tenía el índice de homicidios más alto del mundo, con porcentaje de 16 por cada 100.000 habitantes. Hoy día está en el 1,6. Eso es un sistema que evolucionó para bien. Fue una visita técnica para conocer. Las visitas que vienen hacia adelante van enfocadas en la misma línea en temas de combate de crimen organizado, control de migración.

¿Y le gustó el modelo salvadoreño? ¿Qué lecciones sacó?

Primero, que tiene que haber un trabajo en equipo de la autoridad política, policial, legislativa, judicial. Esto no es solamente que el Ejecutivo pueda hacer algo. Tenemos que conocer quiénes han sido exitosos en el combate al crimen organizado. Bueno, ellos lo fueron. Quiénes han sido exitosos en frenar la inmigración ilegal, en el combate al terrorismo. En eso estamos.

Y toma nota, me imagino, de la fuerte objeción en temas de derechos humanos que genera el modelo de seguridad Bukele…

Es que creo que los que violaron los derechos humanos son los que están presos. Yo pude conocer la realidad de la ciudadanía y diría que hay seis millones de personas que pueden vivir en paz, que circulan libremente por las calles, a cualquier hora del día. Y sí, hay cerca de 60.000 personas presas. No todas ellas en cárceles de máxima seguridad, como los 12.000 terroristas que están en el Cecot. Pero de esos, todos son violadores de derechos humanos. Todos son integrantes de pandillas. Para integrar la bandilla, el piso era un asesinato. Cuando alguien dice se están violando los derechos humanos… no, se está aplicando la ley. Se está aplicando la justicia para quienes sí violaron los derechos humanos durante más de 20 años en El Salvador.

Cuando alguien es violador de los derechos humanos no implica que después se violen sus derechos humanos…

Diría que en Chile y en muchos países, en las cárceles, se violan incluso más los derechos humanos que en una cárcel de alta seguridad. Porque en Chile ningún preso hoy día puede decir que está seguro dentro de la cárcel, que no va a ser violado, que no va a ser extorsionado, que va a tener las mismas condiciones de todos. Ahí es duro, pero todos tienen las mismas condiciones.

Es decir, usted no ve ningún dilema según se ha destacado en el escrutinio internacional…

Es que el día que no tengamos el carácter para encerrar a los delincuentes, narcotraficantes y asesinos en serie, vamos a perder la batalla. Este gobierno ya fracasó en el combate a la delincuencia. Y el próximo gobierno se va a tener que hacer cargo de ese fracaso.

¿Le vio alguna fisura al modelo de seguridad de Bukele?

Que yo apreciara, no. Creo que lo han hecho bien de manera estudiada, pausada y en equipo. Por lo tanto, creo que hasta lo que nosotros pudimos apreciar es un sistema exitoso. Que pueda tener dificultades, puede tenerlas. Pero que si se puede hacer en Chile, se puede hacer. Nosotros no hemos llegado a ese nivel de índices delictuales, de asesinatos, homicidios. Pero vamos subiendo, y aquí, al menos, no se ve la voluntad política. Tenemos que ponernos al día. Creo que ha sido exitoso y es exportable.

En el caso de Hungría, en su política migratoria lo más llamativo es la construcción de un muro que protegió su frontera. También es una política controvertida… ¿En qué está pensando?

En obstáculos físicos. Y el obstáculo físico que planteamos ya hace ocho años, en la campaña del 2017, fue una zanja. Y después la complementamos con la experiencia local. Fui objeto de burlas políticas en su momento, tanto el 2017 como el 2021. Y hoy día vemos que el gobierno está bloqueando pasos irregulares, está profundizando alguna zanja. Y también hacen algunas cosas increíbles, como poner un megáfono. Nosotros no estamos para hacer el ridículo. Estamos para hacer las cosas bien.

Bukele está asociado a los modelos populistas latinoamericanos. Orbán está asociado a la extrema derecha en Europa. ¿Se hace cargo de que eso podría hacerlo homologable a cualquiera de esas experiencias del populismo y la extrema derecha?

El tema es quién define el populismo, quién define la extrema derecha.

La ciencia política…

Si yo voy a El Salvador y veo que él en las últimas elecciones tiene el 80% de los votos y la ciudadanía está en paz, eso para mí no es populismo, es solucionar un problema. Si voy a Hungría y veo que no tiene los problemas migratorios que tenemos nosotros y tenemos un gobierno que es respaldado por la ciudadanía, eso para mí no es populismo, es solucionar un problema. Enfrentar la delincuencia no es populismo. Enfrentar la migración ilegal no es populismo. Populismo es votar a favor del retiro de los fondos de pensiones sabiendo que voy a generar inflación. Populismo es prometer que voy a perdonar el CAE y no lo hago. Prometer que voy a solucionar la deuda histórica de los profesores y no lo hago. Eso es populismo.

¿No lo complica ser asociado a este tipo de figuras?

Vuelvo a insistir. Para mí el populismo es salir electo en base a promesas falsas. Para mí, el Presidente Boric es un populista.

¿Tiene previsto ver modelos de otro tipo? ¿En países que no estén cargados con este sello…, porque si no, dime con quién andas…

Vamos a ver cómo se combatió la mafia italiana…

Pero ahí está Meloni…

Pero el combate a la mafia italiana viene de mucho antes del juez Falcone, que fue asesinado. La justicia antimafia viene de mucho antes del gobierno de Giorgia Meloni. Mucho antes. Y vamos a conocer eso. También vamos a conocer sistemas carcelarios de otros países en Australia, Estados Unidos, Inglaterra. Estamos viendo todas las políticas públicas de Estado a nivel internacional que puedan ser aplicables o replicables en Chile. Nos interesan también algunos modelos económicos, pero nuestro objetivo principal hoy día es la seguridad.

¿La oferta en seguridad es muy distinta entre republicanos y Chile Vamos?

Hay una diferencia esencial que es el carácter. Nosotros tenemos carácter. Vamos a combatir la delincuencia, el crimen organizado. Y no nos va a fallar el carácter.

¿Cree que a Evelyn Matthei le va a fallar el carácter?

Puede que le fallen sus equipos. Este no es un problema de una persona. No he visto en los gobiernos de Chile Vamos que hayan tenido esa voluntad de enfrentar ciertos temas. No lo vi.

¿Qué rol va a jugar en la municipal?

El mismo que he jugado siempre en las elecciones. En lo que yo pueda colaborar, siempre voy a estar.

¿Qué valor les asigna a los resultados de las municipales respecto de los desafíos electorales futuros?

Siempre es relevante tener el mejor resultado posible. Pero no se nos va la vida en una elección. Creo que en términos generales el sector lo va a tener.

Cuando habla del sector, ¿está hablando de la centroderecha?

Todos los que quieran terminar con un mal gobierno de izquierda. Tanto a nivel nacional como a nivel comunal. Nuestra lógica es presentar candidatos donde tenemos la capacidad suficiente, donde tenemos la experiencia de presentar buenos candidatos, esto no es presentar candidatos por presentar candidatos. Nuestro interés es poder colaborar a sacar malos gobiernos de izquierda. Y eso necesita una coordinación importante. Hoy en día, con el Pacto de Chile Vamos, que se ha ampliado a Demócratas y Amarillos, hay que coordinarse, porque el primer objetivo es sacar malos gobiernos de izquierda.

Se podría decir que los republicanos no han sido muy amistosos en esta coordinación. Voy a poner ejemplos: Las Condes, Santiago, Providencia… Ustedes dejan dudas…

Primero decir que Las Condes y Providencia no es Chile. Nosotros tenemos interés en recuperar Concepción, Quilpué, Valparaíso, Viña, el norte. Despejar que Las Condes no es Chile.

Pero en la derecha se la pelean como si fuera Chile …

Nosotros no. Lo único que hicimos fue advertir que lo que estaba ocurriendo ahí no podía continuar, porque la gente exige hoy día un gobierno municipal absolutamente transparente. Lo que le dijimos a Chile Vamos, con mucho tiempo de anticipación, es que esa situación tienen que resolverla. Y que no se resuelve con continuidad. Si ellos no tomaron las medidas antes, ya es un tema de Chile Vamos, no nuestro. El tema de Providencia, lo que planteamos es que la alcaldesa no repitiera lo que ella y nosotros criticamos a Joaquín Lavín, que es esperar hasta el último momento para designar un sucesor. Eso no nos parecía correcto.

Ese mensaje pudo haber sido en privado. Pero lo que hicieron fue hacer públicas esas definiciones, lo que generó tensiones…

Cuando uno hace públicas algunas situaciones es porque quizás en privado no se acogieron los planteamientos.

¿Mantiene el criterio de que todo aquel lugar donde la izquierda pueda ganar ustedes van a hacer todo lo posible para que no haya dispersión del sector?

Así es.

¿Puede comprometer que en Providencia van a apoyar, por ejemplo, a Jaime Bellolio o en Santiago a Sebastián Sichel, que serían los candidatos de Chile Vamos?

Le puedo decir que nosotros trabajamos mirando el bien del país. No nos perdemos ni un segundo en combatir las malas ideas de la izquierda.

¿Eso significa que republicanos no va a levantar un candidato en Providencia o Santiago?

Hasta ahora no hemos levantado una candidatura alcaldicia en comunas como Santiago, ni en Providencia. El día que estén inscritos los candidatos vamos a actuar de la misma manera que hemos actuado hasta ahora. ¿Por qué alguien podría dudar de que los republicanos no van a seguir la misma línea que hemos seguido hasta ahora en las cosas prácticas? No todos pueden decir lo mismo.

Llámese Juan o Sebastián Sichel el candidato, llámese María o Jaime Bellolio el candidato…

Hemos dado señales claras de que tenemos un interés más allá de la pequeña política, a diferencia de otros conglomerados que no siempre han comprometido su apoyo cuando el resultado es a la inversa. Desafío a cualquiera que me diga en qué el Partido Republicano no ha puesto a Chile primero. ¿En qué elección? En ninguna. En todas, Chile primero.

¿Le preocupa que el liderazgo de Marcela Cubillos se pueda fortalecer y que se pueda entusiasmar con la posibilidad de una aventura presidencial?

Por el contrario. Y eso ha sido también algo que hemos planteado siempre. Mientras más liderazgos existan en nuestro sector para combatir las malas ideas de izquierda, mejor.

Lo que pasa es que Cubillos es lo más parecido a usted que se pudiera encontrar…

Cualquier persona que esté clara en que las ideas de izquierda destruyen nuestra patria está en la misma línea nuestra.

El Partido Republicano sigue pensando crecer en la derecha, disputando la hegemonía del sector…

Estamos ocupando un espacio de las ideas de la libertad. Nuestro problema no es Chile Vamos. Nuestro problema es la izquierda. Nosotros no estamos en un diputado más que ellos, decir que somos el partido más grande. No, no, no. Queremos que nuestras ideas sean las que gobiernen el país. Y eso requiere coordinación, requiere acuerdos, nuestra pelea no es con Chile Vamos.

Habrá escuchado más de una vez que en Chile Vamos se quejan es de que ustedes parecen más interesados en pelear con ellos que disputar a la izquierda.

La candidatura de Sebastián Piñera. En la elección senatorial, ¿dónde estuvimos? Logramos ser los articuladores del empate en el Senado. Y eso cambió la historia de Chile. Y eso permitió que el gobierno no hiciera lo que quisiera. Porque había un empate en el Senado. Bueno, ¿qué hicimos nosotros? Apoyar a todos los candidatos que nos lo pidieron. Porque, lamentablemente, el candidato del sector de Chile Vamos fracasó. Hemos sido muy coherentes. Y eso la gente lo valora.

Fuente: La Tercera

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