La historia de Isabella Zamora, joven futbolista de 14 años del Colegio Cervantino, es un testimonio de resiliencia y pasión. Lo que comenzó como una terapia recomendada por un médico tras episodios de bullying y graves dificultades emocionales, se transformó en un camino deportivo que hoy la proyecta hacia la selección chilena de fútbol 7 reducido.
Su madre, Claudia Godoy, recuerda los inicios de este proceso con crudeza y esperanza:
Desde entonces, Isabella se abrió camino en distintas instituciones: la filial de Colo Colo, el Centro Ateff, la escuela Effuc y Deportes Copiapó. Su talento la llevó a Atlético Fénix, donde fue la única mujer en el equipo, y desde allí surgió la oportunidad de representar a Chile en la Cup Medellín 2025, torneo internacional en el que obtuvo el subcampeonato sudamericano.
Claudia destaca el papel de los entrenadores y el impacto que el fútbol ha tenido en la vida de su hija:
El esfuerzo familiar ha sido clave. Entre turnos laborales y apoyo institucional, Isabella ha podido compatibilizar estudios y entrenamientos, incluso con viajes internacionales. Su madre subraya que el proceso no ha estado exento de dificultades, pero que la perseverancia ha sido la clave para avanzar.
Hoy, Isabella se prepara para nuevos desafíos: continuar con Atlético Fénix y Peñarol, y representar nuevamente a Chile en la Cup Guatemala 2026. Su historia es un ejemplo de cómo el deporte puede convertirse en un espacio de sanación, crecimiento y sueños cumplidos.
