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Incorrectos internacionales

Samuel Fernández
Académico de la Facultad de Derecho, UCEN

Las actividades internacionales aparecen en segundo plano, opacadas por otras emergencias, como la sanitaria. Se observan los asuntos exteriores de reojo, focalizándose en lo urgente. Toman más tiempo, y sus efectos, salvo crisis violentas, alcanzan a los países con distintos grados de incidencia. Las comunicaciones y redes de hoy, abordan la mayoría de los temas, bajo un nuevo criterio de corrección política. Conductas habituales son reinterpretadas con extrema sensibilidad e intransigencia, y hasta hechos y personajes históricos, parecen despreciables. Sin embargo, aparecen otros signos de incorrección, vulnerando normas y prácticas de convivencia. Veamos algunos.

Rusia consolida el poder vigente, y Putin eterniza su mando y control, casi vitalicio. No escandaliza ni utiliza la fuerza, sino elecciones programadas, donde los opositores son intrascendentes para el orden imperante, desde hace veinte años. Acrecienta su autoridad, y se instala, otra vez, un sólo sistema y un sólo protagonista, sin cambios ni riesgos de alternancia. Ajeno a las prácticas democráticas occidentales, como siempre.

El liderazgo de Xi Jinping se yergue en China y en el mundo, sin oponentes, basado en su progreso económico-comercial, y planes de largo plazo. Su influencia crece, mientras EEUU se concentra en sí mismo, y Europa procura rescatar su Unión Política y Comunidad Económica, plena de desafíos, dentro y extra zona, incluida Turquía. China busca mayores y más amplios dominios, comprendido el electrónico, con autoridad y determinación. Actúa en la frontera India, reduce Hong Kong, el Mar del Sur, Bhután, y el Tíbet, sin renunciar a Taiwán. Será así por largo tiempo.

Estados Unidos y Trump, están a prueba en las elecciones de noviembre. Hay flancos internos, con la sistemática pugna Demócrata, y agresiva campaña de ciertos medios, amparados en una pandemia no controlada, contrastada a su prioridad económica. Lo atacan antiguos colaboradores y hasta familiares, que no figurarían de no haber sido cercanos. China y Rusia lo confrontan internacionalmente, sin ser los únicos, como Venezuela, Irán, y algunos árabes, más los anti-norteamericanos tradicionales.

Realidades que nos involucran a todos. Cualquier intento de modificarlas sería estéril, por ahora, en que se acentúa la incorrección internacional de algunas potencias.

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