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Hidrógeno verde: Expertos resaltan importancia de participación de privados y Gobierno compromete trabajo “conjunto”

“Impulsaremos la colaboración público-privada para el desarrollo de esta industria”, recalcó el subsecretario de Energía, Julio Maturana.

“El combustible del futuro”, es como se ha bautizado al hidrógeno verde, que con paso firme busca consolidarse como una alternativa real a lo combustibles fósiles, acaparando gran parte de las esperanzas del mundo para avanzar a la anhelada descarbonización de la matriz energética global.

Considerando los recursos naturales esenciales – como el sol y el viento, particularmente-, Chile destaca por su gran potencial para la producción de esta fuente de energía y se ubica entre el puñado de países que cuentan con ventajas importantes para el desarrollo de la industria del hidrógeno verde.

De hecho, no son pocas las voces que ven en esto una oportunidad clave para potenciar la economía chilena, por lo mismo es alta la preocupación en cuanto a posicionar al país como un jugador fundamental en este mercado, en el que también asoman otros como países en el norte de África o zonas de Australia donde también existe una alta disponibilidad solar para producir este combustible.

En medio de ello, el expresidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, expuso una visión crítica respecto a la estrategia que -a su juicio- ha tomado el Gobierno para el desarrollo de esta indusatria.

En una reciente carta a El Mercurio, sostuvo que “Chile tiene las condiciones ideales para producir y exportar el hidrógeno verde y sus derivados”, sin embargo, indicó que “para que esto se haga realidad es necesario hacer grandes inversiones, por sobre US$2 mil millones de capital para cada proyecto, y esto solo será posible con la participación de empresas privadas que permitan al Estado beneficiarse de royalties e impuestos para los proyectos sociales que tanto necesitamos como país”.

En ese sentido, manifestó sus reparos respecto a que en el reciente acuerdo firmado entre el Ministerio de Energía y el Puerto de Hamburgo, de Alemania, no hayan participado privados. Aquello, acotó, “es inevitable relacionarlo con la intención del Gobierno de crear una empresa estatal para el desarrollo del hidrógeno, lo que desviaría grandes recursos públicos”.

En ese sentido, instó al Gobierno a “apoyar y fomentar de manera decidida y contundente que los primeros proyectos se concreten”, y recalcó que “deben ser los privados, al iqual que en el litio, quienes hagan esas grandes inversiones y tomen ese riesgo”. De lo contrario, recalcó, se estaría “hipotecando” el futuro del hidrógeno verde para Chile.

Una visión distinta es la que tiene el subsecretario de Energía, Julio Maturana, quien comentó a Emol que el Gobierno tiene “un compromiso con el desarrollo del hidrógeno verde, por eso impulsaremos la colaboración público-privada para el desarrollo de esta industria; trabajaremos en conjunto y en asociación con universidades, empresas públicas y el sector privado nacional y extranjero”.

En esa misma línea, añadió que “el sector privado ha respondido a este desafío. En el país hay más de 15 proyectos productivos en carpeta, seis de los cuales cuentan con fondos de fomento de Corfo por un total de US$50 millones”.

Junto con ello, Maturana señaló que en la Agenda de Energía 2022-2026 publicada la semana pasada, “queda claro que se promoverá la implementación de proyectos piloto de Hidrógeno Verde a través de asociaciones público-privadas”.

Bajo el punto de vista de expertos

Reinalina Chavarri, directora del Observatorio de Sostenibilidad FEN Uchile, indicó que el “diálogo y la participación de todos los actores” son los elementos claves para avanzar en una transición energética que tenga “legitimidad política, factibilidad técnica y ética”.

“Aquí el sector privado tiene una gran oportunidad para participar en su expansión y desarrollo (…) Y los gobiernos tienen posibilidades para ofrecer incentivos y marcos para que empresas, comunidad científico técnica y sociedad civil cooperen en la búsqueda de soluciones para una economía cero emisiones”, afirmó Chavarri.

De igual forma, Felipe Scott, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, argumentó que “una alianza público-privada es el camino que ha llevado a otras tecnologías desde las etapas tempranas de desarrollo hasta su aplicación masiva”.

Scott ocupó de referencia el desarrollo de los paneles solares fotovoltaicos, “donde Estados Unidos y la Unión Europe financiaron la investigación e instalación temprana de unidades pilotos y comerciales”. El académico lo tildó como uno de “los casos históricos más exitosos”.

Específicamente, dijo que “estos países financiaron la curva de aprendizaje, lo que permitió a lo largo de décadas, disminuir los costos de producción hasta el punto en que hoy dichas tecnologías son competitivas a la generación convencional”.

Por su parte, el profesor de ingeniería de la Universidad de Talca, Carlos Restrepo, tomó distancia de la evaluación que hizo el ex presidente de la Sofofa, pues si bien comparte la relevancia de la alianza pública – privada, desde su perspectiva, en la Agenda de Energía 2022-2026, queda suficientemente claro que “se fomentará la inversión público-privada en materia energética, donde se incluyen temas relacionados con el hidrógeno verde”.

En particular, hizo alusión al “eje número siete”, en relación al cual el académico de la U. de Talca aseguró que se “hace énfasis en la promoción de la implementación de proyectos piloto de hidrógeno verde a través de asociaciones público-privadas para impulsar la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde. Prueba de ello son los 3 proyectos en operación y 25 en desarrollo presentados en el último informe de la GIZ del mes de agosto del presente año”.

Fuente: Emol

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