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“Gobierno de atorrantes”: La jugada del comando de Matthei para recuperar protagonismo frente a Kast

Las declaraciones del jefe de campaña de Evelyn Matthei, Diego Paulsen, calificando al Gobierno del presidente Gabriel Boric como “un gobierno de atorrantes”, inesperadamente se está tomando la carrera presidencial en la recta final de la campaña.

La frase a propósito del escándalo por los sobrecobros en las cuentas de la luz, que desató críticas desde La Moneda, es vista por analistas como una jugada comunicacional más que como un exabrupto aislado, que busca posicionar nuevamente a la exalcaldesa, que se ha estancado en el tercer lugar en las principales encuestas.

A esto se suma que Matthei ha sido ignorada por el presidente Boric, que en una incontinencia verbal electoral poco antes vista en la historia republicana, ha elegido como blanco de sus críticas al abanderado republicano, José Antonio Kast.

Por lo mismo, tampoco extrañó que la propia candidata de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas, lejos de distanciarse de su jefe de campaña, respaldó sus palabras, asegurando que “los chilenos saben que ha sido un mal gobierno”, aunque matizó en el tono.

Desde el Ejecutivo, en un cuidadoso movimiento, salió la ministra vocera Camila Vallejo a responder ironizando sobre el “bajo nivel del debate político”, mientras que el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, consideró que “la ofensa no tiene justificación en un debate democrático”.

¿Y el presidente Boric? Por ahora ha guardado silencio, evitando ensarzarse en una polémica con poco fondo político y mucho de descalificación.

“Gobierno de atorrantes”: Una jugada para reposicionar la candidatura de Matthei

Para la académica de la Universidad Mayor, María Pía Méndez, el episodio revela una estrategia deliberada del comando de Matthei para recuperar presencia mediática.

“Saben que necesitan darle más visibilidad a la candidata, porque las encuestas la ubican en tercer lugar. Utilizar descalificaciones o lo que se han calificado como los ‘exabruptos’ de Matthei ha sido una forma habitual de ganar espacio público”, explica a BioBioChile.

En esa línea, la politóloga señala que el respaldo de la candidata a Paulsen “refuerza la imagen de una Matthei frontal, sin pelos en la lengua, una figura que ha cultivado con éxito en otras etapas de su carrera política”.

Contener a Kast y desafiar a Boric

Para el cientista político Marco Moreno, director del Centro de Democracia y Opinión Pública de la Universidad Central, el episodio responde a una táctica calculada.

“Lo que busca el comando no es solo provocar, sino endurecer el discurso para contener la fuga de votos por la derecha y neutralizar la narrativa del ‘voto útil’ que está instalando el equipo de José Antonio Kast”, explica a BBCL.

Moreno subraya que Matthei enfrenta una fase crítica en la que necesita “reforzar identidad antes que transversalidad”, es decir, mostrarse firme frente al Gobierno sin perder conexión con el votante moderado.

“Es una jugada de equilibrio: busca desplazar el eje del debate desde el enfrentamiento Boric–Kast hacia una polaridad Kast–Matthei, que le devuelve centralidad y competitividad en la carrera presidencial”, afirma.

El lenguaje y la tradición del “roteo”

Desde una mirada más cultural y comunicacional, el académico de la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales, Jorge Saavedra, advierte que el uso del término “atorrante” tiene raíces más profundas en la historia política chilena.

“Es un insulto con tradición en la derecha más antigua, asociado a una forma de rotear hacia el adversario. En este caso, se actualiza en un contexto de desesperación por el posicionamiento”, comenta.

En esa línea, Saavedra interpreta el “Gobierno de atorrantes” de Paulsen como una respuesta a la radicalización del discurso republicano, impulsado por Kast y Kaiser, quienes “han tensado tanto la conversación a la derecha que el comando de Matthei intenta hablar en esos mismos códigos”.

Sin embargo, advierte que la estrategia puede tener costos: “Refleja la desesperación de su comando y a ella (Matthei) no le queda otra que plegarse y respaldar a su vocero cuando en rigor creo que le hubiera dado más réditos salir a rechazar ese tipo de epítetos, porque finalmente no se condice con esta aura, con esta intención mesurada que vemos una vez más que no le resulta bien, porque de alguna manera refleja esas salidas de libreto que la candidata tuvo en el pasado”, opinó.

Las palabras de Paulsen, más allá del impacto inmediato, parecen haber conseguido su propósito: reposicionar a Matthei en el centro del debate político, situándola nuevamente como la principal contendora del Gobierno y desplazando, al menos por unos días, el protagonismo de José Antonio Kast.

Aun así, los expertos coinciden en que el desafío para la candidata de Chile Vamos será sostener esa visibilidad sin perder credibilidad ni moderación en el tramo final de la carrera presidencial.

FUENTE: BIOBIO CHILE

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