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Gobernador versus delegado presidencial: Cómo se vislumbra la convivencia de las dos autoridades regionales

Como un hecho inédito, así calificaron ayer desde distintos sectores la elección de gobernador regional, comicios que a nivel político dejaron varias lecturas. Las 16 nuevas autoridades asumirán sus funciones el próximo 14 de julio, sin embargo, todavía persisten algunas dudas respecto a sus atribuciones, en contraposición a la figura del delgado presidencial, quien será designado por el propio Presidente como su representante en cada región.

De cara a lo que será este importante cambio, el actual intendente Metropolitano, Felipe Guevara, afirmó el domingo en entrevista con El Mercurio que “tiene que haber una súper coordinación” entre ambos roles, afirmando que “yo espero tener una muy íntima coordinación con quien sea elegido gobernador este domingo, de manera de poder trabajar juntos por el desarrollo de la región”. Aunque aseguró que es decisión del Presidente Sebastián Piñera, mantenerlo o no como delegado presidencial.

Al respecto, el gobernador electo por la Región Metropolitana, Claudio Orrego (DC), quien será su sucesor en el cargo, planteó ayer a Radio Universo que “cuando tenga que sentarme a conversar con el Gobierno para conseguir algo para la región, lo voy a hacer, pero cuando tenga que protestar y desafiar al Gobierno por lo que me parece que es equivocado, también lo voy a hacer”.

“Si algo es bonito de este nuevo cargo es que es autónomo y yo no debo a un Presidente de turno, me debo a la ciudadanía de nuestra región y en eso yo no me voy a equivocar con lo que tengo que hacer”, acotó Orrego.

Por su parte, el gobernador electo de Antofagasta, Ricardo Díaz (IND – Unidad Constituyente), dijo a Emol que “hoy en día el cargo a gobernador es un cargo que hicieron desde una perspectiva muy debilitado, nosotros queremos que el gobernador tenga más presencia en las comunas, descentralizar la gestión para que no esté solamente en la capital regional, sino en cada una de las comunas donde vamos a estar trabajando”.

“Creemos que esa debe ser la impronta, no encerrarse en una oficina, sino abrirse hacer muchos territorios e ir levantando la voz de los ciudadanos. Yo creo que el gobernador tiene esa ventaja por sobre el delegado presidencial. El gobernador va a estar con la gente y por tanto esa va a ser su mayor fuerza”, sostuvo Díaz.

Para el gobernador electo por La Araucanía, Luciano Rivas (IND-Evópoli), comentó en Emol TV que “desde el día uno, la relación con el delgado presidencial como con el consejo regional y los alcaldes tiene que ser de una planificación desde el primer día, con metas súper claras y una visión de la región qué es lo que nos interesa. Las trincheras políticas aquí no sirven, menos en una región como La Araucanía que lo que necesita es desarrollo de todos los sectores y desde la gobernación regional es absolutamente abierto al diálogo con todos, buscando un fin común. Hoy no podemos tener un core que no nos ayude avanzar, no podemos tener un delegado presidencial que nos tranque, por ejemplo, políticas que pudieran ser importantes para el desarrollo y no podemos castigar a la gente”.

A su juicio, se necesita un delgado presidencial que los ayude a levantar ciertos temas a nivel central, y también que “entienda que cuando tenemos situaciones tan complejas como la violencia extrema que se vive en muchas zonas de La Araucanía, él va a ser el coordinador de las policías y nosotros como gobernador regional para poder llevar adelante un plan de desarrollo regional, necesitamos como piso mínimo la seguridad. Lo que esperaríamos va a ser un trabajo mucho más coordinado con el delegado presidencial, que entienda lo que está pasando en la región y que pueda también solicitar con las atribuciones que va a tener qué es lo que vamos a necesitar en materia de seguridad y coordinación con las policías, que muchas veces eso no se ha dado como corresponde en nuestra región”.

Atribuciones

En el caso del gobernador, estará a cargo de administrar y formular políticas públicas regionales, deberá elaborar y aprobar el presupuesto para la zona a la que representa, y administrar los fondos y programas regionales, teniendo directa participación sobre las decisiones de inversión del Fondo Nacional de Desarrollo Regional.

Además, la nueva autoridad tendrá que elaborar y aprobar el Plan Regional de Ordenamiento Territorial (PROT), el que necesariamente debe coincidir con el plan nacional, a la vez que desarrollará y aprobará planes de desarrollo turístico, promoverá el diseño y fomento de las actividades productivas y elaborará la política regional de ciencia, tecnología e innovación. También tendrá que establecer prioridades para la erradicación de la pobreza. Sin embargo, dependerá económicamente de Hacienda y otros organismos.

En cambio, el delegado presidencial tendrá las tareas de gobierno interior como, por ejemplo, la seguridad y orden público y la relación con los policías. Y deberá coordinar los servicios que dependen del Presidente con presencia en la región, como son las seremías y secretarías regionales ministeriales. Al mismo tiempo que elegirá a los seremis de la región.

Asimismo, éste coordinará e influirá, junto con las seremías, en los fondos de inversión que se ejecutan en la región, como el FNDR. Coordinará y fiscalizará los servicios públicos creados para el cumplimiento de las funciones administrativas en la región, como son seremías y las direcciones de algunos servicios. Con ello, será el responsable de prevenir emergencias, como la pandemia y otras. Tendrá bajo su control las migraciones en la región.

FUENTE EMOL

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