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Fidel Espinoza (PS): “El partido ha sido ambiguo conmigo”

Los dichos en contra del ministro Giorgio Jackson y el Gobierno por parte del senador son habituales y casi diarios, pero el comentario respecto del secretario de Estado donde lo tildó de “líder de la banda”, le significó una acusación ante el Tribunal Supremo de su partido, por parte de un grupo de militantes del mismo, quienes piden que presente “las pruebas que sustentan las acusaciones que él ha hecho” en contra del titular de la cartera de Desarrollo Social.

El robo al interior del Ministerio de Desarrollo Social abrió una serie de cuestionamientos, que van desde el débil control de seguridad del edificio hasta el contexto en el que se llevó a cabo el delito: en medio de las investigaciones que rastrean las transferencias directas desde dicha cartera ministerial a fundaciones. Sin embargo, también surgió una arista centrada en la ofensiva del senador socialista Fidel Espinoza (PS) hacia el Frente Amplio (FA) y, en particular, hacia el ministro Giorgio Jackson (RD), a quien acusó de ser “el líder de la banda”, tras lo cual un grupo de militantes del Partido Socialista presentó una denuncia en su contra ante el Tribunal Supremo (TS) de la colectividad.

En efecto, el viernes pasado, tras la reunión periódica que tienen los presidentes de partidos oficialistas, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, anunció que “el Tribunal Supremo, un órgano autónomo al interior del partido, entiendo que ha recibido alguna denuncia y se pronunciará respecto de aquello cuando corresponda”. Sin embargo, no fue sino hasta el lunes de esta semana que dicho tribunal recibió la acusación, formulada por un grupo de militantes socialistas, liderados por el secretario nacional de la tienda en el exterior y miembro de su comité central, Jorge Rossel, quien asevera que “permanentemente el senador emite declaraciones imputando gravísimos hechos a un ministro de Estado, sin presentar en ningún momento ninguna prueba de tales imputaciones”. 

Asimismo, Rossel advierte que “nos parece una contradicción ser un partido fundamental del Gobierno y, al mismo tiempo, permitir que un senador de tu propia organización, diariamente por los medios de comunicación, acuse de delincuente a un ministro, sin presentar ninguna prueba de tales imputaciones”. Además, cree que la conducta “permanente” de Espinoza “nos parece que afecta la imagen de nuestro partido, porque él es del PS”. 

En concreto, explica que le solicitaron al Tribunal Supremo que le exija al congresista “las pruebas que sustentan las acusaciones que él ha hecho permanentemente en los medios de comunicación”, agregando que los dichos del parlamentario son “sumamente graves”, pues “los organismos que pueden calificar una conducta de delictual son los tribunales, luego de que el Ministerio Público realice las investigaciones”. En consecuencia, afirma que “acusar a un ministro de delincuente es contrario a la legalidad, es contrario además a la línea política de tu partido, que es un partido fundamental del Gobierno”. 

Y es que la teoría del paso del fuego amigo al enemigo se puede sostener tras ver en las redes del senador. Desde que explotó el caso Democracia Viva –el 16 de junio, por medio de www.timeline.cl–, Espinoza ha publicado en sus redes sociales una serie de críticas (que luego ha reafirmado en diversos medios) en contra del oficialismo, especialmente respecto del ministro Jackson y del presidente de Revolución Democrática (RD), el senador Juan Ignacio Latorre. Una de las pocas veces que se le vio defendiendo a algún ministro, en el último tiempo, fue en la acusación constitucional en contra del titular de Educación, Marco Antonio Ávila

Por cierto, en su cuenta de Twitter también hay fuertes críticas en contra del jefe de los asesores del Segundo Piso, Miguel Crispi (RD), de las ministras Camila Vallejo (PC) y Carolina Tohá (PPD), así como en contra del titular de Vivienda, Carlos Montes (PS y, por ende, correligionario), e incluso del Presidente Gabriel Boric. A cada uno le atribuye distintas responsabilidades y tiene críticas de distinto calibre para cada cual. Por ejemplo, a Montes le criticó su “soberbia y porfía”, pero sus dichos en contra del ministro Jackson fueron los más duros y los que encendieron más los ánimos en el oficialismo y al interior del Partido Socialista. 

Si no se apuran en incautar desde Fiscalía ocurrirá esto. Son una red de sinvergüenzas, que ya perdieron el pudor. Renuncia @jackson. Eres el líder de la banda y te lo digo sin tapujos y sin miedos a tus amenazas a que me calle que me has hecho llegar”. Ese fue el tuit que, en definitiva, rebalsó el vaso y gatilló la denuncia ante el Tribunal Supremo de su partido.  

Las críticas desde el interior del oficialismo no se hicieron esperar. La diputada RD Maite Orsini criticó al senador y llamó al PS a hacerse responsable: “El maltrato que el senador Fidel Espinoza hace no solo en contra del ministro, sino en contra de todos nosotros, tiene que cesar”.

En tanto, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, salió a defender a Espinoza, en algún sentido, pues calificó los dichos de Orsini como “violentos” y “poco útiles”. Sin embargo, asumió que “los dichos del senador Espinoza han molestado en el partido de Revolución Democrática. Le hemos expresado que no es la opinión oficial de nuestro partido”. Además, agregó que “imputar delitos o situaciones graves como las que ha hecho él, en realidad, es algo bastante complejo, que no compartimos como directiva del partido”. 

Marco Velarde, presidente del partido Comunes, sostuvo que “existe mucha gente que debe pedir disculpas”, pero también aseveró que esperaba que Espinoza “salga de la alianza de gobierno porque no es un representante nuestro, no es alguien que juega en equipo, no es alguien que apoye la labor que estamos haciendo”. Esa frase la dijo justo en la entrada de la sede del PS en calle París, previo a la reunión oficialista periódica de los viernes, palabras que –según testigos de la escena– le significaron un “pequeño reto” de Vodanovic, aunque no pasó a mayores. 

Pese a ello, parlamentarios socialistas comentan, bajo reserva, que tener un senador “obsesionado con el Gobierno y un ministro, no es grato para el partido”, aunque admiten que es complejo limitar las expresiones de alguno de sus militantes, pues la colectividad no apuesta por la censura sino por debates abiertos. Ahora, esperan que los organismos internos de la tienda hagan su labor. 

Un histórico PS al interior del Gobierno comenta que Espinoza “se manda solo y es reconflictivo”, afirmando también que “él es una isla, todos sabemos que funciona con otra lógica, pero la institucionalidad partidaria no tiene herramientas para hacerse cargo de él”. La misma fuente precisa, sin embargo, que hay varios parlamentarios socialistas que poseen una línea crítica al Gobierno, como el senador Juan Luis Castro, a quien tilda como más “inteligente” en la forma en que lo enfrenta, junto con agregar que algunos senadores “tienen sus agendas propias y se comportan como señores feudales” y que Espinoza “le hace salir canas verdes a la directiva”

Diversas fuentes oficialistas advierten que el senador Espinoza tiene una particular animadversión contra el ministro Jackson, “porque el Gobierno no le nombró a las autoridades regionales que él quería, porque ellos (el Frente Amplio) llegaron y nombraron a sus amigos nomás. No como antes, que le preguntaban al parlamentario de la zona quién le parece”. Esa tarea era del ministro Secretario General de la Presidencia, cartera que Jackson lideró antes de ser removido y nombrado, luego, a la cabeza de Desarrollo Social. La otra razón que sostiene la teoría de que Espinoza está enfocado en Jackson, según fuentes del PS, es que el ministro fue uno de los impulsores de la propuesta de disolución del Senado en la Convención Constitucional, cosa que generó asperezas con varios senadores, entre ellos, Espinoza. 

Ahora, esta fuente que lleva años en el PS no cree que el TS del partido vaya a lograr mucho. Al respecto, vaticina que “va a haber algunos que lo van a apoyar, otros que no, pero yo creo que no va a pasar nada”. Luego, dice, la declaración será que “las instituciones funcionaron y que no hay nada más que hacer”.

La defensa del acusado

El senador Fidel Espinoza espera volver hoy desde España, dado que se encontraba en el encuentro Eurolat, una reunión de parlamentarios andinos y europeos en donde confluyen iniciativas legislativas en materias de legislación, crimen organizado y diferentes temas contingentes para ambos continentes. Desde el calor madrileño, el parlamentario responde a las críticas y habla con El Mostrador sobre su momento al interior del PS.

Según indica, la incomodidad que genera en su partido y en el oficialismo se debe a que “lamentablemente en nuestro país no estamos acostumbrados a hablar directamente, a decir las cosas de frente. Ellos sienten que si tú eres parte del oficialismo tienes que quedarte callado, tienes que mantener silencio, y eso obviamente no va conmigo”. Para el senador, “eso es parte de la queja ciudadana contra la clase política” y desde ahí pretende –subraya– “romper esquemas, porque ya basta”.

Además, apunta contra personeros del FA que lo quieren ver fuera del oficialismo: “Si ellos sienten que ya no les pertenezco y quieren separarme de la fila de los oficialistas, estoy dispuesto a hacerlo, pero no voy a transar mis convicciones porque el Frente Amplio quiera sacarme del oficialismo”.

Sobre sus dichos, afirma no creer que hayan sido desmedidos, recalcando que “nada es excesivo cuando se habla de temas relacionados con la corrupción. Hubo mucho silencio en el pasado. Se callaron muchas cosas. Y creo yo que es hora de levantar la voz, caiga quien caiga“. Su objetivo –asegura– es que se sepa toda la verdad, además de manifestarse indignado al ver a “ministros de Estado que, en vez de estar preocupados de los problemas de la gente, estén preocupados de defensas corporativas, poniendo muchas veces con sus dichos presiones indebidas a la Fiscalía“.

A pesar de todo, es taxativo al afirmar que él sigue siendo oficialista y que “no soy fuego enemigo, que revisen mis votaciones. El 99% de mis votaciones han sido en respaldo a todas las iniciativas del Gobierno. Es más, me atrevería a señalar que he votado mucho más a favor del Gobierno que los propios parlamentarios, senadores del Partido Comunista y del Frente Amplio”, sostiene.

Del mismo modo, agrega no estar particularmente preocupado por la denuncia ante el Tribunal Supremo de su partido, pues advierte que “hablar con la verdad, combatir la corrupción, no está, bajo punto de vista alguno, reglamentado de una manera negativa en la instancia partidaria. Por lo tanto, si ellos creen que hay elementos más que suficientes para someterme al Tribunal Supremo por mis dichos, bueno, yo soy un militante más y estoy dispuesto a comparecer, entregar antecedentes”.

Él sabe que su posición en el PS no está respaldada del todo y siente que “el partido ha sido ambiguo conmigo, no he sentido un Partido Socialista fuerte, férreo en la lucha contra la corrupción en este caso”. Junto con los senadores Castro y Saavedra, dice, “hemos sido voces aisladas y nos hemos sentido solos”. En el mismo sentido, señala que la presidenta del partido a veces lo respalda “y al otro día no comparte mis dichos”, aunque afirma que, pese a que muchos en su tienda política “no comparten la forma”, en el fin “están de acuerdo” con sus planteamientos.

FUENTE EL MOSTRADOR

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