Cerrar

Expertos abordan de los desafíos y oportunidades del Triángulo del Litio

El estudio de abogados Albagli Zaliasnik (az) reunió a Nicolás Perkins de Nicholson y Cano Abogados de Argentina; Mattias Garrón, de PPO de Bolivia; y Alejandro Montt, de az de Chile para hablar de la situación actual de los tres países en esta industria.

El estudio de abogados Albgali Zaliasnik (az) organizó el evento “Triángulo del Litio: Desafíos y Oportunidades”, donde expertos de Chile, Argentina y Bolivia hablaron de la situación actual y de las proyecciones de la explotación de este mineral en los tres países, donde se encuentra el 53% de los recursos de litio del mundo.

Nicolás Perkins, socio de Energía, Minería y Recursos Naturales de Nicholson y Cano Abogados, explicó que “Argentina atraviesa hoy por un escenario de diversos problemas macroeconómicos, con muy baja inversión extranjera, en el cual, el sector del litio es un oasis. Hay un importante crecimiento de las exportaciones de este mineral desde 2022, lo que no solo se explica por el salto en el precio del litio, sino que también por el crecimiento del sector. Japón, China, Estados Unidos y Corea del Sur son los países donde más exporta litio Argentina”.

La actividad de litio en Argentina se concentra en tres provincias del noroeste. Actualmente hay en desarrollo 38 proyectos de exploración avanzada a producción. Se espera que haya una inversión de 7 mil millones de dólares y que la producción crezca desde 35 mil toneladas a casi 200 mil hacia el año 2025. Esto contrasta mucho con el cobre, que es también un mineral crítico y donde Argentina tiene mucho potencial. Sin embargo, el país tiene solo un proyecto en construcción.

El gobierno de Argentina ha tenido un discurso más bien nacionalista al hablar de la explotación del litio. Sin embargo, Perkins sostiene que es difícil que se avance en ese sentido, ya que “hay un consenso político de la necesidad de Argentina de divisas y el litio podría aportar 5 mil millones de dólares en el corto plazo. Así también, en un país federal, las provincias nunca van a permitir que se corte este canal de inversión que le está generando tanta prosperidad”.

Por su parte, Mattias Garrón, socio de PPO de Bolivia, explicó que “el giro que le dio Bolivia al litio tiene una connotación muy particular. Está avanzando, no a un ritmo tan ágil como es el caso de Argentina y Chile, pero se tienen expectativas de que ya Bolivia pueda tener una presencia más importante en la industria. Actualmente, supera los 21 millones de toneladas de litio en recursos”.

En 2008 la minería tuvo un impulso en Bolivia, ya que ese año se declaró como una prioridad estatal la industrialización y explotación del litio. Esto dio lugar a toda una cadena de acciones por parte del Estado boliviano para ser parte de la producción de litio a nivel mundial. En el año 2009 nació una nueva Constitución Política, donde se declaró al litio como un recurso estratégico para el país, por lo que el Estado tomaba el control y la dirección sobre la exploración, explotación, industrialización y comercialización del mineral. Así también, se determinaba que el Estado podría contratar servicios o aliarse a empresas nacionales o extranjeras con este cometido.

Desde entonces se han implementado plantas semi industriales de cloruro de potasio, pilotos de baterías de litio, de carbonato de litio, entre otras. En el año 2017 se creó Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), una empresa pública nacional estratégica y se le entregó la responsabilidad de la exploración, explotación y todo lo que está relacionado con la cadena de producción del litio. Mattias Garrón sostuvo que “esto permitió agilizar la contratación y alianzas del Estado con empresas nacionales y extranjeras para los procesos de industrialización y los procesos de residuos”.

El experto agregó que “para el año 2022, se produjeron 600 toneladas de carbonato de litio. Un gran avance que tendrá este año Bolivia es que se va a finalizar la construcción de la planta industrial de carbonato de litio, lo que permitirá incrementar la capacidad de producción a 15 mil toneladas anuales”.

En el caso de Chile, Alejandro Montt, director del área de Energía y Recursos Naturales del estudio Albagli Zaliasnik (az), resaltó que “hacia el 2030 se triplicará la demanda de litio a nivel mundial y Chile lidera en reservas, con un 36% a nivel global. Así también, hay muchos recursos que aún no se han explotado, por lo que la oportunidad para nuestro país es muy importante”.

En el caso regulatorio de Chile, en 1979 se estableció que el litio quedaba reservado para el Estado y en la Ley Orgánica de 1982 que el litio se mantenía como no concesible. Esta regla continúa hasta hoy. Se pude explotar, de tres maneras: directamente por parte del Estado a través de sus empresas; por medio de concesiones administrativas o a través de contratos especiales de operación.

En la reciente anunciada Estrategia Nacional del Litio, se establece la participación del Estado de Chile en todo el ciclo de producción y la creación de una Empresa Nacional del Litio, a través de un proyecto de ley que será ingresado en el segundo semestre de este año. El escenario es complejo, ya que las fuerzas políticas están divididas. La estrategia establece también el fomento de una política de innovación y la necesidad del impulso de nuevas tecnologías que mitiguen los potenciales impactos ambientales de la producción del litio.

Los proyectos de litio toman tiempo. En los proyectos que ya tienen recursos, por lo menos tomará en torno a dos años llevarlos a un estado de factibilidad. Y para los proyectos nuevos, donde hay que hacer la exploración, estamos hablando de seis a diez años. Por lo tanto, el tiempo tiene que ser tomado en cuenta al analizar el desarrollo de esta industria.

En ese sentido, Alejandro Montt destacó que “estamos contra el tiempo y la tramitación de un proyecto de ley y la instalación de una nueva empresa e institucionalidad es lento.  Por lo tanto, tenemos que ver qué hacemos para acelerar el paso. Así también, es clave empoderar a Codelco y Enami para que sean los actores principales en el corto plazo, para que puedan llamar a licitaciones internacionales transparentes, que cuenten con equipos preparados, para que puedan invitar a inversionistas extranjeros para poder desarrollar la industria”.

El experto agregó que “otro gran desafío es que en Chile la producción es masiva. Por lo tanto, es importante resguardar los riesgos de biodiversidad en los salares y de suelo, por lo que la tecnología que se use deberá ser capaz de hacerse cargo de estos temas” y que “Se deberá avanzar en un trabajo conjunto entre privados y el Estado para encontrar el mejor modelo de negocios para el país”.

Fuente: Portal Minero

scroll to top