“Tiene que ser un partido que esté actualizado a los nuevos tiempos, que tenga nuevas respuestas a las nuevas preguntas y que no siga solamente viejos dogmas”, decía a este medio en mayo de 2019 el entonces diputado por Magallanes, Gabriel Boric, al momento de dar inicio a la campaña de legalización e inscripción de su partido, Convergencia Social (CS).
Cinco meses antes de que se produjera la crisis que estalló el 18-O, el hoy Presidente de Chile se embarcó en una gira el país, con el objetivo de lograr la consolidación de un proyecto político que a su juicio debía tener “mucha flexibilidad para poder también moverse a otros temas a los que la izquierda tradicionalmente no ha llegado”.
Tiempo después, luego del papel protagónico que tomó Boric en la firma del Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución del 15 de noviembre, los esfuerzos del ahora Mandatario y los líderes de la nueva fuerza tuvieron recompensa con la legalización de la colectividad ante el Servicio Electoral, la cual se produjo el 17 de enero de 2020.
Bajo el liderazgo de la diputada Gael Yeomans, dejaron de ser un movimiento creado tras la unión de cuatro fuerzas fundadoras del Frente Amplio (FA): El Movimiento Autonomista, Nueva Democracia, Socialismo Libertario y la Izquierda Libertaria. Hasta ese momento, nadie presagiaba que llegarían al corazón de La Moneda.
En plena pandemia y en medio de la escasez de figuras para competir en las elecciones presidenciales de 2021, la colectividad se vio en la encrucijada de respaldar al hoy jefe de Estado como candidato presidencial, lo cual conllevó el desafío de sumar más de 30 mil militantes para permitir su inscripción en las primarias de Apruebo Dignidad.
Contra todo pronóstico e impulsados por una exitosa campaña comunicacional, CS logró la meta, convirtiéndose de esa forma en el partido más grande del FA, superando a Revolución Democrática. A ello se sumó el éxito que consiguió en las megaelecciones de mayo, en las que consiguió 6 convencionales, 3 alcaldes y 51 concejales.
El problema de llegar al Gobierno
De ahí en adelante, la irrupción del partido no paró sino hasta el histórico triunfo de Boric en las presidenciales. En las parlamentarias, además, triplicaron su presencia con nueve diputados, lo cual junto con la posibilidad de ocupar altos puestos de gobierno consolidó su posición en la izquierda.
Sin embargo, en los últimos meses, la colectividad se ha enfrentado a un inesperado vacío de poder, dado el éxodo de sus principales dirigentes a cargos en el Ejecutivo. A ello se suma el proceso de modernización de estatutos en el que están inmersos, el cual permitirá modernizar y profesionalizar la acción del partido.
De hecho, desde noviembre de 2021, CS no tiene presidenta, ya que la actual titular, Alondra Arellano, renunció para postular a la Cámara de Diputados por el distrito 14, sin conseguir el escaño. Con ello, el liderazgo pasó a manos de la vicepresidenta, Francisca Perales, quien participó en las primeras reuniones de coordinación tras el triunfo de Boric.
Sin embargo, el Presidente designó posteriormente a Perales como subsecretaria de Servicios Sociales, lo que obligó a la mesa directiva a ubicar a la secretaria general, Javiera Menay como representante. Pero en las últimas semanas, ella dejó sus funciones para trabajar como asesora de la ministra de Salud, María Begoña Yarza.
En ese escenario, lo que quedó de la dirección nacional, en conjunto con el comité central y la bancada de diputados, decidieron dejar al parlamentario Diego Ibáñez como su vocero ante el comité político de La Moneda, rol en el que debutó este lunes en la primera reunión oficial de esa instancia de coordinación.
Por ahora, Ibáñez es secundado por el líder de la Secretaría Política de Contenidos, Rafik Mas’ad, su par encargado de los frentes, Nicolás Ruiz, y la coordinadora de las macrozonas, Catalina Cifuentes. Todos ellos conducirán al partido al proceso de elecciones internas, que debiera ocurrir en mayo próximo.
En paralelo, se ha desarrollado un proceso de modernización estatutaria, con miras a adecuar la estructura del partido para acoger y hacer parte a los miles de militantes que se sumaron bajo el alero de Boric. En esos cambios, se ampliaría la mesa directiva y se ratificarían normas de paridad de género, entre otras novedades.
Nuevo liderazgo
Al respecto, el diputado y hoy jefe de la bancada del FA, Gonzalo Winter, comentó a Emol que “en el último año 2021 tuvimos un crecimiento bastante explosivo que hoy tenemos la tarea de administrar, lo cual no hay que desconocer que también ha cambiado un poquito el carácter social e ideológico del partido”.
A su juicio, la llegada de más militantes provocó que “el partido esté en más comunas, más regiones, y también ha habido un cambio en el carácter, por cuanto cuando el partido se funda es un partido en extremo ideológico y cuya militancia en general era de personas muy politizadas e ideologizadas”.
Fuente: Emol.com
